Días atrás estuve leyendo sobre la guerra ruso-finesa de 1939-40, tema sobre el que mayormente trata la segunda entrega de la serie de la segunda guerra mundial. Hace un año se ha
hablado aquí de la guerra de invierno, en oportunidad de ver una gran película finlandesa. Las conclusiones hoy no han cambiado pero sí la apreciación sobre algunas cifras.
El año pasado manejaba la idea de
un atolladero costoso en 120.000 muertos para el ejército rojo. En vidas a los finlandeses les costó 5 veces menos...con una población 54 veces menor a la ursa.
Bien, los estudios mayoritarios siguen ubicando cercana a esa magnitud la cifra de soviéticos muertos en Finlandia, pero tal vez por la sospecha de manipulación con el fin de minimizar el impacto, en este libro Juan Vázquez estima en 250.000 las muertes soviéticas y 25.000 las finlandesas. Quiere decir que la URSS puede haber perdido no 5 sino 10 veces más vidas que Finlandia. Boney Fuller también usa el múltiplo de diez, pero para las "bajas" (heridos, desaparecidos, prisioneros, enfermos, "congelados", etc).
Veamos cómo podríamos relacionar estos números con los de tropas desplegadas. La URSS envió 1.000.000 hombres, Finlandia 250.000, según la estimación de Vázquez, esta vez un poco corta comparada con los más de 300.000 finlandeses comúnmente mencionados. Boney se debió agarrar de una frase retórica de Kruschev para estimar el envío sovíetico en 1.500.000 hombres -100 divisiones-, de los cuales habría muerto un millón, una "derrota moral" en palabras del dictador. Bienvenidos al mundo soviético del lavado de muertes y desapariciones, donde no hay censos y cualquier faltante (de números, no personas) se explica por alguna guerra antifascista.
Quedémonos con los redondos 1.000.000 y 250.000 de la URSS y 250.000 y 25.000 de Finlandia. Podría decirse que si la URSS perdió 250.000 y Finlandia desplegó un número idéntico, entonces, en promedio, cada soldado finlandés mató un soviético. Ahora, si comparamos las muertes finlandeses con el despliegue soviético, diremos que para matar a cada finlandés los soviéticos emplearon 40 hombres, de los cuales 10 murieron.
Una más: Rusia robó a Finlandia 35.000 km2. Después de echar a los 450.000 finocarelios (lo hicieron), podrían haber repartido granjas de 7km2 a los familiares de los muertos (no lo hicieron). No está mal. En la repartija de las insignificantes ganancias en el frente occidental en la primera guerra, a las viudas le habría tocado mucho menos. Tengamos en cuenta que la entente ganó 323 km2 en el Somme, al costo de 146.000 muertos, o sea 2,2 m2 por muerto. Y era territorio reconquistado de Francia, arrasado.
En a vista de los acontecimientos posteriores, pese -y quizás gracias- a las muertes, a la URSS además le convino terminar esta guerra con 750.000 veteranos entrenados en batalla con especialidad en la lucha ártica. Sobre todo le vino bien al nuevo cuadro de oficiales post-purga poder palpar en el terreno las tácticas de infantería de defensa y contraataque en bosques, caminos y lagos. Pudo probar en condiciones extremas y finalmente descartar equipamiento inútil como los tanques t-35 o los aviones biplanos Polikarkov I-15.
A Alemania le hubiera venido mejor enfrentar un ejército soviético como el de 1939 sin haber sido testeado en combate, aun cuando tuviera 250.000 hombres más. Como dije alguna vez en otro post, Hitla se confió y pensó, con una concepción estática, que el ejército rojo del 41 iba a ser como el del 39. Siguiendo la máxima de Sun Tzu de que el fuerte se muestre débil, los soviets hicieron tragar el anzuelo a Hitla (lo mismo puede decirse de EEUU y Japón).