Este muchacho, Al-Jaím llena la boca hablando de "nosotros, Occidente" y vive en...Panamá, que lo único que debe tener de "occidental" es el canal. Y que la naturaleza hiciera ese lugar propicio para su construcción es más accidental que occidental.
Occidente, por si no se enteró, para los que "occidentalistas" termina en el Rio Grande (en la General Paz que circunvala Buenos Aires, dirían otros). Al sur de Texas hay selva, salvajes y demás yerbas con comportamientos diferentes a los del norteamericano.
Si desde un país menor no te querés caer de la civilización, en tu mente y escritos podés extender caprichosamente los límites de esta super-entidad, o podés, sencillamente, evitar acudir repetidamente a una palabra que lo es todo y no dice nada. Entiendo a un neoconservador norteamericano cuando dice "nosotros, Occidente". Está diciendo "nosotros, EEUU". ¿Pero a qué se refiere un panameño cuando dice "nosotros, Occidente"? ¿"Nosotros, Panamá"?. Aparte del sitio donde se construyó un canal navegable, Panamá no ha aportado nada a las ideas y valores que supuestamente edifican el orgullo Occidental. No se puede pensar en una libreta del almacén de Occidente en donde Panamá figure como acreedor (proveedor). La identificación con Occidente desde un país insignificante muestra en quien la realiza una aspiración de ser EEUU, pero este proceso sólo es mental, pues en la realidad ninguna comparación los puede mostrar como iguales, como partes de una misma cultura. La utilización del concepto de occidente apunta a borrar las diferencias entre los países que integran imaginariamente el orbe occidental y a resaltar las diferencias con los que quedan excluidos de él. Así, cuando uno desde Panamá dice "nosotros, Occidente", en el plano interno está equiparando todo lo que hay adentro, como si fuera lo mismo vivir en EEUU que en Panamá o como si ambos hubieran aportado lo mismo a una cultura única con la que se identifican. En el plano externo se jerarquizan las civilizaciones. "Mi civilización es mejor", dice, siempre desde Panamá, un narcisista que se jacta de lo que no es o no tiene como si verdaderamente lo fuera o lo tuviera. No se puede convivir con el salvaje perteneciente a otra civilización; somos incompatibles.
Un narcisista que ama tanto a su...¿patria? occidentental, ¿Qué puede ver en los demás, tanto dentro como afuera, que no muestran el mismo sentimiento? Odio. La respuesta a un sentimiento exacerbado, es otro sentimiento exacerbado. Desde otras civilizaciones "nos" odian. ¿Por algo que les hicimos, por algo que dejamos de hacer? No, nos odian por lo que "somos" y lo que representamos [insertar aquí moralina occidentalista]. ¿Y dentro de Occidente, cómo se ve a los que no aman a Occidente tanto como los occidentalistas? Se los ve, al igual que los de afuera, como a los que odian a Occidente. El post a donde se dirige el link destacado se titula "
¿Por qué los europeos odian a Occidente?.", una letanía con 14 veces impresa la palabra occidente, que incorpora la poco conocida
hesperofobia, inventada por el historiador Robert Conquest (que apellidos que tiene esta gente) para describir el miedo u odio a occidente.
Como para toda fobia suele existir una filia, me pregunto si no será igualmente grave la
Hesperofilia, es decir, el
amor obsesionado por Occidente. ¿Por qué no sospechar, tambien, la existencia de una
Hesperomanía, u
obsesión descontrolada por occidente?
Con este lenguaje definido, podríamos afirmar que el atentado del 11 de septiembre es una expresión de
Hesperofobia, mientras que Iraq lo es de
Hesperomania. Los panegíricos de occidente como los que analizamos no serían, entonces, otra cosa que una muestra de
Hesperofilia, a menudo peligrosamente próxima a la
Islamofobia. Islamofobia contrapuesta por una
Islamofilia, que consistiría esencialmente en una
Hesperofobia y
Judeofobia. (
ver más filias y fobias). Todas juntas terminan conformando un absurdo entramado de pasiones nada inocuas.
Amar algo no implica odiar su contrario, pero hacerlo hasta el extremo de la obsesión fertiliza el terreno como para dar vida al maniqueísmo hoy imperante tanto en "occidente" como en oriente. Cuando mucho se habla de islamofascismo, no huelga apuntar sobre el hesperofascismo.
Aparentemente el relativismo moral y cultural es contrario a occidente, por lo tanto cualquier concesión ante la sensibilidad de la otra cultura es antioccidental. Guardar por miedo la bandera inglesa con su la cruz (reminiscente de "cruz-ada") o protestar porque en la Iglesia no se permite ordenar sacerdotes mujeres es antioccidental y una derrota frente a la otra cultura. Ahora, crear leyes que castiguen con prisión a los que niegan el holocausto o prohibir la simbología nazi sí es occidental. "Occidente" por más absoluto y monolítico que se muestre, también es muy relativo y tiene sus propias sensibilidades, lo cual también puede cultivar la tierra para el surgimiento de filias y fobias, o incluso resurgimiento (como los fenómenos del neonazismo y el nuevo antisemitismo).
A lo largo de estas lineas debo preguntarme si me tildarán de hesperofóbico, de hesperonihilista o hesperoescéptico. Lo último me cierra mejor.