martes, abril 13, 2010

Cierto pero no para tanto

“Hasta qué extremo el concepto de Estado se ha convertido para Europa en omnímoda idea ordinal se manifiesta, finalmente, en el hecho de que fuera posible convertirlo en el siglo XIX en concepto genérico aplicable a todos los tiempos y pueblos y en la concepción del orden político por antonomasia en la historia universal. Aún hoy en día, hay quien habla del “Estado antiguo” de los griegos y romanos en lugar de la Polis griega o la República Romana, o se refiere al “Estado alemán de la Edad Media”. De este modo, una forma concreta de organización específica de la unidad política, enteramente vinculada a una época y condicionada por la historia, pierde su lugar en ésta a la vez que su contenido típico. Con su engañosa abstracción se la aplica a tiempos y pueblos totalmente diferentes proyectándola sobre formaciones y organizaciones de carácter completamente distinto. Es probable que esta enfatización del concepto de Estado elevándolo a la categoría de organización genérica de la forma de organización política de todos los tiempos y pueblos acabe, en un futuro próximo, cuando termine la época de la estatalidad”. Carl Schmitt

Muy lindo, pero por ahora, a 25 años de su muerte, en el vaticinio la viene pifiando Charly Smith.

4 comentarios:

hugo dijo...

además creo que es válida esa "generalización" si partimos de la definición de estado como "la nación jurídicamente organizada"...

MarcosKtulu dijo...

Si, como una burocracia, con monopolios, etc. Un profesor mio, Anibal, dice que los griegos antiguos llamarían a un estado con las características de los actuales por el nombre de imperio, razón por la cual se debe evitar traducir Polis como ciudad-estado.

Carlos dijo...

Aparte de haber errado el vizcahazo en ese vaticinio, el pobre Carl, como todos sabemos, al igual que Heidegger, arrastra la mala fama de haber sido nazi en algún momento de su vida. Los liberales que lo admiran, como Grondona, cada vez que lo nombran se ven en la oblogación de hacer aclaraciones.
El otro día en BlogBis, alguien me pidió que viera un video de un libertario llamado Huerta de Soto que en la clase, cada vez que mencionaba a alguien que pudiera hacer dudar de sus credenciales ultraliberales, decía :“aclaro que fulano no es santo de mi devoción”; si mal no recuerdo, lo dijo de Popper. Hacer eso en ambientes académicos me parece una enorme chantada. No me lo imagino a Sartre diciendo que Aron no era santo de su devoción o a este último diciendo eso de Marx.

MarcosKtulu dijo...

Carlos, seguí con atención el post que mencionás, con los comentarios, el video y todo, muy interesante, y comparto que Huerta estaba muy a la defensiva, como temeroso de ser censurado ya no por citar a Platón o a Marx, sino directamente a Popper!
Citar a alguien no es casarse con nadie, y aparte que si tal, tal y tal no son santos de su devoción, otros si lo serán, con lo que en tener su propio santuario tampoco hay mucho drama, y además siempre se les puede formular reservas.
Se que si Heidegger, Schmidt o hasta el Papa fueron nazis es un tema más que secundario en relación a sus verdaderos aportes, pero a mi en particular me divierten esos debates y no renunciaría presenciarlos, o hasta darlos, con la tranquilidad de saber que si fueron nazis, el mundo sigue igual aunque haya más argumentos ad-hominem en su contra.