lunes, noviembre 30, 2009

El futuro aliado

Hoy se cumplen 70 años de la invasión soviética a Finlandia, crimen también conocido como Guerra de invierno, de la que ya nos ocupamos en dos oportunidades. Esta vez no voy a hacer calculitos de bajas y demás. Voy a limitarme a transcribir parte de la entrada del diario personal del corresponsal norteamericano William Shirer el dia siguiente a la invasión:
Ginebra, 1 de diciembre [de 1939]
¡La Unión Soviética invadió ayer Finlandia! Bombarderos de la Fuerza Aérea Roja atacaron Helsinki, provocaron la muerte de setenta y cinco civiles e hirieron a varios centenares. El gran adalid de la clase trabajadora, el teneaz condenador de la "agresión facista", la defensora insobornable de la "escrupulosa y puntillosa observancia de los tratados" (por citar las palabras de Molotov de hace un mes), ha cáido sobre la más decente y viable pequeña democracia europea violando media docena de "solemnes" tratados. Toda fundamentación moral que los soviéticos han conquistado para sí en el campo de las relaciones internacionales en los últimos diez años se ha derrumbado como un castillo de naipes, que es lo que los escépticos y los anticomunistas siempre han dicho que era. Stalin se revela a sí mismo cortado por el patrón de Hitler, Mussolini y los nipones. La política exterior soviética resulta ser a la postre tan imperialista como la de los zares. El Kremlin ha traicionado a la revolución. [...]

William Shirer, Diario de Berlín, 1934-1941, p. 235.

Iguales pero separados

La población estimada de Sudáfrica es de 49,320,000. Los blancos son 9,1%, así que contabilizarán unos 4,443,000. Con esa cantidad, Sudáfrica tiene más blancos que países mayoritariamente blancos como Croacia (4,435,056), Georgia (4,385,400), Nueva Zelanda (4,315,800, -20% no blanco), Bosnia (3,767,000), Moldavia (3,567,500), Uruguay (3,361,000), Lituania (3,349,872), Armenia (3,230,100), Albania (3,170,000), Letonia (2,254,000), Macedonia (2,048,620), Eslovenia (2,049,730), Estonia (1,340,415), Montenegro (1,340,415) y Luxemburgo (493,500).

miércoles, noviembre 25, 2009

Sharpado

No se de donde salieron estas fotos ni con qué tecnología las sacaron, pero el impresionante nivel de realismo de algunos realmente hace caer de cutis. En Shorpy hay fotografías entre 1850 y 1950 en alta resolución, algunas a color. En la columna derecha están clasificadas en galerías por tema y fotógrafo. WW2Freak recomendó las de la WW2. Yo digo que echen un vistazo a las de la guerra de secesión.

lunes, noviembre 23, 2009

Así, no

Ahora Strangemaps flashea parecidos, pero malísimos. Si yo que me dedico a lo mismo, llego a alguna vez a hacer parecidos tan malos y no me doy cuenta, por favor avísenme.

Supuestamente este bife tiene la forma de EEUU. ¿La guarnición es Canada, o un plato volador?
Se ve que no somos los argentinos los únicos en encontrar la forma de su país en los bifes.

domingo, noviembre 15, 2009

Ya casi

Rindo una cosa mañana y entrego unos TP´s la semana siguiente y vuelve la alegría al blog.

domingo, noviembre 08, 2009

Derríbate sésamo

Volvamos con la barrera antifascista preguntándonos a quien corresponde el crédito por tirarla abajo. Como protagonistas no faltan, depende desde donde se lo mire
Tradicionalmente se le atribuye la hazaña a Gorby. No niega su cuota, aunque alguien diga "Gorby no tiró el muro". Köhl tampoco le quita mérito, ni a gorby y ni a los norteamericanos, aunque se pone a sí mismo por sobre todos los demás, citando y de alguna forma comparándose con Bismarck y Adenauer, de quienes vendría a ser histórico continuador.
Lech Walesa destaca como importante la debilidad de Gorby, pero los protagonistas de la historia fueron ellos -los polacos- y solidaridad, mucho antes de la caída del muro, y inmediatamente previa a esta, por facilitar la escapatoria de alemanes. El comunismo no cayó por acción de los políticos. Diría junto al sociólogo compatriota Piotr Stompka que los movimientos sociales son los agentes del cambio. Es la visión más coincidente con la del último entrevistado de Newbooksinhistory (uno nuevo, no el de la semana anterior), al hablar especialmente del factor popular y juvenil en las revoluciones que ultimaron al comunismo. No fue tanto la participación de EEUU o del Papa, sino que en los 80´s se perdió respeto y temor por la autoridad de un regímen político sólo totalitario en el nombre.
Of course, mirado desde la derecha norteamericana, el mayor responsable fue Reagan con su "tear down this wall". Yo mismo he reconocido el liderazgo de los presidentes norteamericanos, cuya carencia en Obama -no irá a las celebraciones de mañana- es cuestionada duramente desde National review.
¿A quiénes, en vez de captar mérito, le toca ocupar un papel vergonzoso en este proceso? Por lo pronto a Maggie Thatcher, por su permanente doblez de erigirse en pilar anticomunista e ir corriendo atrás de Gorby (reformista, pero dictador de la URSS, al fin y al cabo) para tratar de impedir la unificación alemana. Según leí en otra nota, Thatcher sólo dio el visto bueno -y tardiamente- cuando el Foreign office la convenció de que la incorporación de la parte comunista iba a hacer más débil y no más fuerte a la república federal alemana. Si para algo era dura la dema de hierro era para entender.
Otro que no se lleva el lugar más honroso es Krenz, último presidente comunista de la ddr. Hasta lo metieron preso por hacerlo responsable de la muerte de fugitivos alemanes. En cuanto a las movilizaciones, coincide con Gorby en que en ningún momento se impartieron órdenes de reprimir, y por ende no hubo necesidad de aplazarlas a último momento.

miércoles, noviembre 04, 2009

Guerras y epidemias

¿Beevor con ictericia?


Cuando los parecidos me salen mal, ¿son desaparecidos?

lunes, noviembre 02, 2009

La bizarría



Esto al principio suena y se ve bizarro, pero tiene sentido. Construyeron una estatua de Clinton en Kosorno, en agradecimiento por la "campaña de bombardeo sobre Yugoslavia en 1999 que detuvo la limpieza étnica" (sic). Bueno, es lo que comentaba ayer del liderazgo de los presidentes norteamericanos en la guerra fría. Se hace extensible a uno de los coletazos del fin de la guerra fria.
Clinton es a Kosorno lo que Anabela Ascar es a Zulma Lobato, pues por más que Zulma ahora se haya agrandado tanto como para morder la mano de quien le dio de comer, fue su madrina quien, descubriéndola y protegiéndola, sacó a este travesti de la calle donde lo fajaban el resto de los travestis.
Mientras tanto, Mevdeved fue a Belgrado y bancó a Serbia en esta cuestión.
El tema de Kosorno en las manos de la Corte internacional de justicia puede terminar por definir si el reconocimiento de un estado es declarativo (como se tiene tradicionalmente) o constitutivo. En el medio cada uno juega sus cartas.

domingo, noviembre 01, 2009

La barrera antifascista


Hoy me leí todo el suplemento enfoques, sobre la caída del Muro de Berlin. Hay varias alusiones a momentos históricos de la guerra fría, muchos de los cuales no habrían sido nada sin el compromiso de EEUU y el liderazgo de sus presidentes. Por ejemplo el puente aéreo y el plan Marshall con Truman, el Ich bin... de Kennedy, el Tear down... de Ronnie.
Pero si hemos de creer a Steven Allen en su entrevista en New books in history, caído el muro volvió a reinar el clima de pesimismo. Según recuerda de la época, a los alemanes del este los movilizó más las ansias de libertad económica que la libertad política o civil.

A intersección en B

Me entusiasmó mucho enterarme hace unas semanas de la salida del nuevo libro de John Keegan sobre la guerra de secesión. Pese a que es un poco corto y caro, el autor y el tema justifican cualquier apartamiento de lo standard. Pero el entusiasmo va dejando paso a las dudas, cuando uno ve los primeros reviews en Amazon (en el de amazon de uk son menos y más favorables) y sobre todo al leer la crítica demoledora de un verdadero entendido en la materia como es James McPherson. Digo demoledora por la clase de errores que le marca, apuntando a la geografía, fechas, opiniones infundadas. El review un tanto desencontrado es lo que sale del cruce entre potencias en áreas tocantes pero con sus propios ámbitos de especificidad: un experto historiador militar general (el más grande con vida, se dice) y un experto historiador de la guerra civil que si no es el más grande vivo, al menos no le ha faltado dedicación y reconocimiento.
Si ha de primar el principio de especialidad, ¿qué es lo especial aquí? ¿Los choques de armas vistos desde Europa, donde han tenido tradicionalmente su epicentro tanto antes como después de la guerra de secesión? ¿O las circunstancias político-histórico-geográficas del punto de quiebre de los Estados unidos del siglo XIX, colofón del EEUU semicolonial y antesala del EEUU industrial y superpotencia? Dependerá de lo que busque cada uno. En lo personal prefiero no quedarme en el estudio de un sólo proceso, por más complejo e inagotable que sea éste.