jueves, abril 30, 2009

La renovación del peronismo

De todas las medidas preventivas contra la fiebre puerquina, olvidan mencionar la de evitar las moderduras de zombies y vampiros, incluidos los intendentes del conourbano. Ante los primeros síntomas, consulte su curandero, chamán u homeópata de confianza. Hasta lograr su recuperación, no muerda a otras personas.

Hablando de zombies enfermos -pleonasmo-, el otro día me vi una película muy buena del género, Dead snow o Død snø.
Un grupo de estudiantes de medicina noruegos se va de vacaciones a una cabaña en la montaña (teniendo en cuenta la geografía de Noruega, eso es a unos pasos de la costa del fiordo) en invierno. Apenas llegan cuando un loco les avisa que se las tomen, que el pueblo de Ojsford está maldito desde la época de la ww2 con la ocupación alemana que saqueó y mató a cuatro manos. No le dan bola y siguen en la suya. De pronto aparece un zombie y se agita a una mina en la letrina. Más zombies en escena, y se agitan al gordito, a quien le sacan el poco cerebro que tiene. A todo esto, el líder del grupo sale por ahí con la moto de nieve a buscar ayuda o algo así, pero no encuentra más que zombies...zombies nazis. Se agita con ellos, y pese a ser más débil, se les planta bastante. Los de la cabaña terminan saliendo (o escapando) también, aunque se ven abrumados por la cantidad de zombies nazis. En una parte, uno de los muchachos está corriendo por un bosque y se clava una rama de árbol en el vientre. Sigue corriendo un cacho más, pero enseguida se ve detenido. Desenrollada al máximo, ¡se le había acabado el largo de la tripa!. En otra escena, el motoquero y un zombie quedan colgando de un risco gracias a...¡la tripa de otro zombie!. Sean de guerra, o de terror como ésta, me encantan las películas con mucha sangre y mucha tripa. Les dejo el trailer.
9/10

¡Es la suerte!

Jesús sortea su nuevo libro de la segunda guerra mundial. Como argentinos casi no tenemos otra guisa de intentar conseguirlo que así. Prueben suerte. En una de esas se viene un ejemplar para sudamerica.

miércoles, abril 29, 2009

martes, abril 28, 2009

Como las palabras cruzadas no me salen

...hago sudokus y parecidos
Me metí a hacer sudokus. Soy malísmo, de muchos que probé sólo completé un express de La nacion y uno de yahoo. Es medio frustrante estar un buen rato llenándolo para darte cuenta como, sin haber tomado riesgos, resultó estar todo mal.
Si no comprás el Clarin o La nacion, jugalo online
http://games.yahoo.com/daily-games/sudokudaily
http://www.sudokumania.com.ar/

De la tapa de nacion deportiva de hoy
este chabon se parece a Obama, más blanco.


domingo, abril 26, 2009

El muñeco

Como terminé de leer American colonies de Alan Taylor, estaba por escribir un review en amazon, cuando me di cuenta que ya no dejan escribir a quienes no hayan hecho por lo menos una compra. Lo iba a hacer de onda, pero se joden ellos. Aparentemente se generaban abusos a partir de los reviews anónimos, así que para prevenirlos cortaron por lo grueso y dejaron afuera a quienes nunca ingresaron el número de tarjeta de crédito para comprar algo. Entiendo que a amazon sólo le interese la opinion de sus pasados clientes, pero no tienen por qué pensar igual sus futuros o potenciales clientes.

Una vez enlacé a un artículo sobre el principado de Hesse-Kassel, cuya actividad económica principal era...la exportación de mercenarios. Anduvieron bien bastante tiempo al servicio de Gran Bretaña, hasta que la sobreexplotación y la imposibilidad renovar el capital pincharon el negocio. Lawrence James (The rise and fall of the British empire, p. 112) da unas cifras contundentes al respecto.
19.000 alemanes pelearon para el ejército británico en la guerra de independencia norteamericana, 2/3 de ellos hessianos
3.000 desertaron
500 murieron en acción
4.500 murieron de enfermedades
El artículo citado además mencionaba a 1.300 heridos y entre 2.500 y 3.100 desaparecidos.
Sólo en la batalla de Trenton (la que siguió al cruce del rio Delaware congelado, inmortalizado en el cuadro de Emanuel Leutze, curiosamente un pintor alemán) 900 hessianos del cuerpo de 1.500 fueron capturados.


Caían como muñecos

El cansancio de la guerra hacían corriente ver escenas como esta:
En una reunión de gala ofrecida por el gobierno militar británico estacionado en Nueva york en Marzo de 1781 -a pronto de caer-, hubo baile hasta la una de la mañana, momento en que la cena fue servida. Las mujeres se fueron a las 3, después de lo cual 'los hombres cerraron filas y tomaron y cantaron hasta pasadas las 8 de la mañana cuando los pocos restantes se retiraron a otro cuarto a desayunar, desde donde algunos se fueron a dormir, algunos a visitar a sus parejas, y algunos al prostíbulo (bawdy house)'.
(Íbid, pp. 118-119).

Me recuerda a esas películas donde el Eje está perdiendo duro la guerra y los cortesanos no tienen mejor idea que enfiestarse. Se ve en La caída (2004), en Black book (2006) y en relación a la ocupación japonesa en China, en Lust, caution (2007). Un mecanismo de evasión, supongo.

Blooper de la edad dorada


En 1615 una expedición naval holandesa fondeó en la ría deseado para efectuar reparaciones. Aprovechando la gran amplitud de marea, encallaron el Hoorn y se dispusieron a realizar un "carenado", o limpieza del casco con fuego, sólo que, además de quemar las algas y moluscos adheridos, se les incendió todo el barco.
Debió haber sido muy graciosa la situación, porque en definitiva tenían otro barco de repuesto para continuar el viaje.
Es raro el accidente, pues los marinos holandeses eran experimentados en el manejo del fuego, como demuestra el sucesivo empleo de brulotes en combate. En una ocasión de 1585, los españoles al mando del Duque de Parma estaban asediando Amberes, por lo que construyeron un pontón de 700 metros sobre el rio Scheldt bloqueando todo el tráfico. Los holandeses lograron destruirlo parcialmente con brulotes, pero pese a las bajas, Farnesio ordenó reconstruirlo rápidamente y se alzó con la victoria. El que juega con fuego...

sábado, abril 25, 2009

La tienen de bronce

Muy buena la entrevista a Federico Andahazi (el Steve Vai argentino) en ADN hoy.

-Me sorprende lo que cuenta sobre Sarmiento en su libro.

-Hay cartas de él muy impresionantes, como ésa en la que cuenta que no podía prestarle atención a Mariquita Sánchez porque el encanto de esa mujer de sesenta años le había producido una erección que no sabía cómo disimular, y agrega que estuvo a punto de violarla. Además, hay otro dato curioso de su vida: cuando vuelve de Europa y rinde cuentas del dinero gastado, incluye el ítem "orgías".

-¿Piensa que la sexualidad ha cambiado la historia o situaciones determinadas?

-Hay puntos en la historia donde se demuestra que la sexualidad cambió el rumbo de lo que pasaba. Uno de los casos es el de Belgrano, que fue a Londres a buscar, junto a Rivadavia, un rey para que nos gobernara; de pronto, se le cruzó una mujer y se encerró con ella durante días en una alcoba. Por el encuentro con esa mujer, Belgrano se olvidó de que había ido a Inglaterra en busca de un monarca. Y como esta mujer después vino a buscarlo al Río de la Plata, Belgrano huyó a Tucumán. Otro caso emblemático es el de Roque Sáenz Peña, que protagonizó una especie de tragedia griega, la escritura de un destino. Ya adulto, se reencontró con una amiguita de la infancia y se enamoró perdidamente, pero curiosamente su padre se negó a que los dos jóvenes estuvieran juntos. Igual, ellos llevaron adelante el romance y tuvieron relaciones sexuales, hasta que el padre de Roque le confesó a éste que esa chica era su hija y, por lo tanto, los dos amantes eran hermanos. Cuando Roque Sáenz Peña se enteró, decidió morir. Entonces se fue a la guerra con Perú con una intención suicida y así se lo escribió a sus amigos. Pero no sólo no murió, sino que tuvo una actuación destacada en el frente y a partir de entonces comenzó su vida política, que culminaría en la presidencia de la Nación.

Dos incomprendidos

El post anterior fue el #1300. Este por lo tanto será el 1301.

Mauro Viale


Ariel Sharon de más joven

No me decidía qué foto era mejor, así que va esta también, en otro plano

jueves, abril 23, 2009

Así que de ahí lo sacó

Increible, pero en enero pasado se estrenó en España una película con el nombre El truco del manco, cuyo slogan reza: "a mi no me digas que no se puede". Quien iba a pensarlo, cuando decían que el manco era un testimonio de vida...


SINOPSIS:Cuajo es el sobrenombre de Enrique Heredia, un rapero con una parálisis cerebral que le dificulta la movilidad y con un sueño: construir un estudio de grabación propio donde poder producir su música. Para esto contará con la ayuda de su amigo Adolfo, un mulato de 30 años que malvive con su padre alcohólico. “A mí no me digas que no se puede” es el principio que guía la vida de Cuajo, pero esta misión va a resultar muy complicada. Él y Adolfo deberán superar dificultades de todo tipo para conseguir su objetivo en un entorno hostil y difícil, donde la violencia aparece por todas partes. Una lucha entre el fatalismo y el optimismo en pos de un sueño.

Reparto: Juan Manuel Montilla “Langui” (Cuajo), Ovono Candela (Adolfo), Javier Iglesias “Gordo” (Chacho), Elio Toffana (Galleta)

martes, abril 21, 2009

Extra extra


Las trece colonias no eran trece, eran 14. Las que se independizaron (que dejaron ipso facto de ser colonia) fueron 13, pero habían más en el mainland o litoral norteamerico, si esa característica geográfica la declaramos distintiva del núcleo colonial del futuro EEUU. Estamos hablando de Nueva Escocia, provincia entonces vecina a la provincia de Massachusetts.
No me convence la propuesta, pues no era la única candidata del subcontinente a ser catorceava colonia. En tierra firme, de cara al atlántico y bajo dominio británico también estaban Florida del este, del oeste y Quebec, dando a pie a hablar de '17 colonias' . Las nombradas y otras (como la isla príncipe Eduardo) recibieron invitaciones al primer congreso continental, pero no acudieron. Según este artículo, en el caso de Nueva escocia no es porque los representantes de su asamblea no quisieran, sino porque no pudieron salir de Halifax debido a la fuerte ocupación británica. Posteriormente, con más refuerzos británicos la zona se militarizó cada vez más y se llenó de exiliados norteamericanos leales a la corona.

En la guerra de independencia y la de 1812 los norteamericanos invadieron partes de Canada pero el éxito les fue esquivo y no pudieron quedarse con nada del dominio que tanto habían ayudado a Gran Bretaña a quitar a los franceses en la guerra de los siete años.
En las víspera de aquélla guerra las colonias británicas de norteamérica (para evitar equívocos obviemos lo de 13, 14 o 17) tenían 1,5 millones de personas y Nueva Francia tenía 70.000. En el pico de la guerra los británicos llegaron a desplegar 20.000 tropas regulares y 20.000 milicianos coloniales, mientras los franceses, más interesados en los teatros de operaciones de Europa e India, apenas superaban los 10.000 entre regulares, milicias e indios. La victoria, tan ansiada por William Pitt -electo a tal efecto-, exprimió al máximo el aparato financiero de Gran Bretaña, costándole 4 millones de libras, esto es, 10 veces que lo gastado por Francia para defender su colonia. Como almuerzo gratis no existe, alguien debía pagar la cuenta y cubrir los gastos subsiguientes. Así pues, en dicha empresa -aunque excluyéndolos de los beneficios, pequeño detalle- se los hizo participar a los colonos imponiéndoles una serie de regulaciones altamente impopulares y conducentes a la crisis que terminaría por llevar a la independencia.

La ironía es esta: Si Gran bretaña no hubiera ganado la guerra y Francia retenía su colonia, los norteamericanos más adelante podrían haber aprovechado la fortaleza demográfica y económica y la debilidad/necesidad del contrario para comprarla (como hicieron con Louisiana) o arrebatarla, como hicieron con México y antes con la Florida cuando volvió a manos españolas luego de una pasajera administración británica. Teniendo en frente a Gran bretaña, no pudieron y finalmente no se animaron a conquistar Canada. Allí quedó la colonia 14 y el estado 51 o sombrero de EEUU.

lunes, abril 20, 2009

Del dicho al hecho


Bueno me decidí y compré el libro de Edmund Morgan, Esclavitud y Libertad en EEUU, de la colonia a la independencia (en ingles, American Slavery, american freedom, escrito en 1975).
No acostumbro comprar libros tan caros (al menos en Argentina), pero siendo el tema muy de mi agrado y teniendo poco tratamiento en la industria editorial nacional, hice la excepción. El libro básicamente cubre el área de la historia colonial de Virginia.
Sin llegar a tener una importancia equivalente a la de Buenos aires en el Virrenato del Rio de la plata, dentro del variopinto esquema colonial inglés Virginia era no obstante la colonia más relevante según diversos índices. Morgan no tarda en recordar (p. 19) que Virginia tenía la mayor población, territorio, riqueza (¡40% de los esclavos!) e influencia, al punto de contar EEUU, en sus primeros 36 años, 32 años de presidentes virginianos.
A lo largo de la narrativa, el autor tratará de resolver la paradoja subyacente de ser la tierra de la libertad al mismo tiempo el lugar donde reina la esclavitud, para ello pasando revista a acontecimientos como los viajes de los Sea dogs isabelinos (increible, pero casi todos eran del este de Inglaterra); el fracaso de Roanoke; el fiasco de Jamestown; la rebelión de Bacon (que nada tenía que ver con Pancho Tocino, como lo llama Armando Ribas, ni con el gran Oscar Mayer); el rey tabaco (monocultivesco antepasado del rey algodón, tal vez remotamente emparentado con la reina/diosa soja). Cobra protagonismo, entonces, la relación de los colonos con los indios y esclavos.
Con 500 páginas -exactas- en total, el libro termina en la página 373. Siguen 40 páginas de anexos con censos, registros demográficos y otras estadísticas ricas por donde se las mire. Termina con 90 páginas de notas, imagino poco divertidas. Al principio hay un mapa de la bahía de Cheasapeake en el siglo XVII, medio pedorro, pero neeesario.
El primer renglón del primer capítulo arranca con un error: "Corría el año 1576 y el pueblo de Virginia era presa del miedo. Un año atrás, el general Edward Braddock había marchado contra los indios y franceses [...]". ¡Y la nota al pie refiere a una cita publicada en el año 1756! Más o menos como decir que las invasiones inglesas fueron en 1608, con el anal de 1806 en mano... No siendo esta mi primera aproximación a la historia anglosajona, no me agarrarán tan desprevenido los errores del copista/traductor.

domingo, abril 19, 2009

Eppur si muove



Interesante el artículo de Fernando Purcell sobre la cambiante interpretación de la revolución norteamericana en los últimos tiempos, evento que ha sido asaltado por algunas de las siguientes dudas: ¿hay una única causa común a todas las colonias?.
O incluso dentro de una misma colonia, ¿albergaba la mayoría de la población un sentimiento republicano e independentista? Por ejemplo, no es la misma la realidad en Carolina del sur -donde se registraron revueltas anti-independentistas por parte de esclavos y la población blanca se aunó en contra de los incitadores británicos-, que en Concorde, MA, sede del primer enfrentamiento de la guerra causado por la sensación local de alienación de la costumbres.
Como se ve, los enfoques son a distinta a escala: uno a nivel de pueblo y otro a nivel de estado-provincial.
Si acaso existía, la idea de nación no era poderosa durante la revolución, por lo que resultaría poco explicativo un encuadramiento nacional, como lo demuestra el hecho de que la primera historia de la revolución norteamericana se escribiera recién en 1789.
Asimismo, la revolución norteamericana permite ser estudiada como el primero de una serie de sucesos independentistas y anti-imperialistas, esto es, un enfoque con acento en el carácter internacional del proceso. Inserta dentro una conflagración global, ¿la independencia de la mayor parte de America no será la culminación de la llamada segunda guerra de los cien años (1689-1815) entre Gran Bretaña y Francia? Las ideas iluministas de entonces propiciaban una dirección universal de las manifestaciones, como por ejemplo la declaración de la independencia cuando proclama que todos los hombres son creados iguales.

sábado, abril 18, 2009

A ver este

Dentro de la colección Historia y cultura dirigida por Luis Alberto Romero, Siglo XXI acaba de editar otro libro de Edmund Morgan, Esclavitud y libertad en EEUU. El tema me interesa mucho, voy a pegarle una hojeada en la librería, a ver si me termina de convencer. Un poco carito para lo que es Argentina, 21 dólares, pero no mucho mas caro que en EEUU, donde sale 18. Eso sí, me pregunto cuando lo terminaré leyendo.

jueves, abril 16, 2009

La Gloriosa


Cuando la Unión Soviética se disolvió a principios de la década pasada, cambiaron algunos símbolos del régimen anterior, como el himno. A instancias de Putin, en 2000 volvió el himno soviético con la letra modificada y en 2002 las banderas comunistas en los desfiles militares.
Los marines y los paracaidistas siguen usando boinas con la estrella roja, un símbolo que asimismo siguió vigente como escarapela aeronáutica de la Fuerza Aérea rusa, hasta que una ley sancionada en diciembre pasado ordenó su sustitución por una estrella tricolor.
La ilusión de desprenderse de este vestigio totalitario duró poco. Según un cable de AP, hace una semana la Duma rehabilitó la estrella roja incorporándole unas tiras del color de la bandera rusa.
¿Son sadomasoquistas los rusos, o se han vuelto todos bolches? Tendrá que ver con el sentimiento de patriotismo generado por el recuerdo de la Gran Guerra patriótica. Lo que es el poder de los símbolos, los mitos nacionales y la nostalgia de la Gloriosa Unión Soviética...
Estampada en la cola de un avión, para muchos rusos la estrella roja no representa hambre y genocidio, sino sacrificio y heroísmo ante la invasión.

Rusia no es el único caso de país que conserva símbolos fachos del pasado. Japón, pese a haber sido derrotado, ocupado y haber tenido que sobrellevar una severa reorganización de las fuerzas armadas y su rol en la sociedad, aún ostenta la bandera del sol naciente. La versión de la armada se ha conservado sin alteraciones desde 1889. La del ejército fue modificada desde el final de la segunda guerra.

martes, abril 14, 2009

En Dijon como en Merlo



Más veces que menos la comida tiene el sabor del condimento o aderezo puesto en ella. De un plato o una cocina en particular podemos recordar pocos sabores, pero difícilmente olvidaremos el del condimento. Éste define típicamente a la región culinaria de que se trate, al punto de evocarnos su imagen al momento de probarlo. Quien pruebe tabasco muy posiblemente le vendrá a la mente México y quien pruebe Curry recordará la India. La misma sensación me da la salsa barbacoa cuando pienso en resumir a EEUU en un gusto.
Si me preguntaran cuál es el gusto europeo por antonomasia, contestaría la mostaza. No hace falta haber viajado para darse cuenta cómo la mostaza impregna las preparaciones de Europa occidental.
La planta de la mostaza -llamada sinapis, como el proceso químico- ya era conocida por los pueblos mediterráneos de la antigüedad. Los griegos, romanos e israelitas podían verla crecer como yuyo silvestre al lado de los cereales. Hasta Jesus habla de la mostaza en una parábola.
En la edad media llegó nombre y nuevo método para la receta: las semillas de la planta eran molidas para mezclarse con el mosto de la uva y miel, dando por resultado una combinación agridulce. Posteriormente se reemplazó la miel por azucar y el mosto por vinagre. De allí viene el picor, la acidez y el dulzor tan carácterísticos de la mostaza, con diferente intensidad según la variedad, y con la constante de ser un atractivo complemento a productos cárnicos.
Por eso, cuando quiero probar el gusto de Europa occidental, pongo mostaza.

Ahora bien, me encuentro en un aprieto al pretender encontrar el típico gusto argentino. Me vería tentado a nombrar el chimichurri, pero tengo mis serias dudas de que sea la primera elección de los argentinos. Al contrario, si la carne argentina se destaca por algo es por esa frecuente facilidad para prescindir de ungüentos a la hora de ingerirla. Es así que el chimichurri -en sí una vinagreta- existe para acompañar a los cortes vacunos más duros o grasosos, en tanto los más sabrosos únicamente demandan la compañía de una guarnición.

lunes, abril 13, 2009

La otra caza de brujas

Uno de los aspectos de la europa modernista abordados por Tim Blanning es la feroz persecución de los homosexuales. Fue toda una revelación conocer que uno de los países mas tolerantes de la época era a su vez el que más enconadamente ejecutaba homosexuales. Estamos hablando de las Provincias unidas de los países bajos.
A quienes se agarraba in fraganti tras merodear por los parques, iglesias, baños y edificios públicos de Amsterdam y La Haya en búsqueda de compañia, tenían la desdicha de ser arrestados bajo cargos de sodomía.

De prácticamente no existir con anterioridad, las acusaciones escalaron esporádicamente a partir de 1676, hasta que en 1731 la Corte de Holanda se propuso 'exterminar el vicio hasta el fondo', posiblemente como expiación por graves inundaciones ocurridas. En poco más de dos años 75 hombres fueron ejecutados y cientos más escaparon al garrote huyendo.
Hubo rebrotes de homofobia en 1764, 1776, 1797 y casi todos los años en Amstedam desde 1791 hasta 1810.
Entre 1730 y 1811, cuando se introdujo el código napoleónico y se descriminalizaron las actividades homosexuales, cerca de 200 hombres habían sido ejecutados y la misma cantidad recluída en soledad.

El pensamiento corriente trazaba el origen de la sodomía en las provincias unidas a los enviados españoles y franceses que la habrían "introducido" durante las negociaciones de la paz de Utrecht en 1713. El 'vicio católico', como se lo conoció, se lo creía parte de una conspiración papista.
En Inglaterra la persecucion fue menor, aunque intensa. Entre 1730 y 1830 fueron juzgados 70 casos de sodomía en la corte criminal de Londres. Buena parte era condenada a la picota y expuesta públicamente para que los transeúntes les arrojaran 'barro, gatos muertos, huevos podridos, papas y baldes llenos de sangre, menudos y estiércol traídos por los carniceros de St. James market. Al igual que en Holanda, la existencia de la sodomía era atribuída a los extranjeros.

En Paris, para 1725 la policía poseía una lista (Grand memoire) con los nombres de 113 de los más notorios infâmes, entre ellos miembros de la nobleza y sus sirvientes. Las ejecuciones en Francia eran poco frecuentes pero espectaculares. En 1661, a Jacques Chausson y su ex compañero Jacques Paulmier (Fabri) se los quemó vivos por acosar a un adolescente. Durante el interrogatorio bajo tortura, confesaron haber solicitado afectos en nombre del marqués de Bellay y el barón de Bellefore. Allí concluyó el interrogotario. Como rezaba una canción popular posterior (La queja de Chausson y Fabri):

Si quemáramos a todos
Los que hicieron lo que hicieron
Entonces, desgraciadamente, en muy poco tiempo
Varios nobles de Francia
E importantes prelados
Conocerían a su creador.


En 1725 el jefe de policía Lenoir estimaba en 20.000 la cantidad de infâmes en la capital. Todo el siglo XVIII de París reportó 7 ejecuciones, 5 de las cuales además eran por robo y asesinato.
Una redada de 1749 concluyó con 234 sospechosos encarcelados, quienes en su mayoría cumplieron condenas cortas y humillantes, desde donde continuó, una vez concluídas, el ostracismo social.

En las notas sobre bibliografía complementaria el autor sugiere la lectura de Rictor Norton, un historiador de la homosexualidad. La sección de su página con valiosos documentos dan testimonio de los procedimientos abiertos contra homosexuales y su repercusión en la prensa.

-Tim Blanning, The Persuit of glory, pp. 80-85.

sábado, abril 11, 2009

En el corazón y en el culo de Asia

¿Tiene Westmoreland la culpa de la derrota de Vietnam? Alguna vez se pensó que su culpa estaba en la elección de las tácticas: emplear grandes unidades en búsqueda de un combate decisivo contra una guerrilla naturalmente dispersa. Dale Andrade desmiente la creencia de que el Vietcong siempre usó tácticas de insurgencia. Cuando el Vietkong las usó, Westmoreland (y su sucesor Abrams) montó operaciones de contrainsurgencia. Cuando el enemigo concentró fuerzas para combatir frontalmente -como al principio de la guerra-, el comando militar norteamericano lo enfrentó con operaciones aerotransportadas de Seek & destroy.
¿Qué falló en esta guerra de condiciones variables? Ni la táctica ni la estrategia. La política. Habiendo ganado la ofensiva del Tet, los norteamericanos se vieron condicionados a negociar como perdedores, mientras al mismo tiempo no lograban cortar la ayuda de China a Vietnam del norte ni bloquear efectivamente la ruta de Ho chi minn.

En otro artículo de Historynet sobre aún otro aspecto desconocido de la historia, Stuart Goldman narra el enfrentamiento ocurrido entre la URSS y Japón en 1939. Se lo llama batalla de Khalkhin gol o incidente de Nomonhan. En la frontera Mongol-manchur, el ejército japonés de Kwantung quiso asegurarse el control del rio Khalkhin contra las incursiones de la guerrilla mongola pro-soviética. Confiados, los japoneses avanzaron sin hacer mucho reconocimiento, hasta que encontraron apostado del otro lado un contingente soviético. Entonces, refuerzos mediante, comenzó una campaña de maniobras finalmente favorable al más móvil y blindado ejército rojo, dotado de mayor poder de fuego y mejor liderazgo, teniendo en cuenta el nombramiento de Zhukov.
La derrota japonesa fue determinante de que posteriormente se escogiera el escenario de expansión en el sur del pacífico contra los intereses de EEUU y Gran Bretaña, en vez de la proyección hacia la Siberia soviética.
Se dice que la ineficacia para doblegar a Finlandia en la guerra de invierno llenó de confianza a Hitler y sus generales en poder vencer a la URSS. Debieron prestar más atención a la lección de este mal llamado incidente fronterizo en la lejanía asíatica. Un verdadero vaticinio del porvenir de la URSS en la guerra a gran escala.

jueves, abril 09, 2009

Para b0b0s

Partiendo de la base socrática de que solo sabemos que no sabemos nada, es indudable el éxito alcanzado en EEUU por las series ...for dummies y Complete idiot guide. En el mismo sentido, Don't know much about... (una vez hablamos del primero de la dinastía) y Handy answer book. Aunque siempre son mejor que nada, pueden llegar a ser muy superficiales. En el Handy history answer book, a decir verdad un salpicado con cualquier tema, Rebecca Ferguson repite el error del caballo de troya, por lo visto más común de lo que creía.
What is a Trojan horse?
Thanks to the Greek poet Homer (c. 850–? B.C.), a Trojan horse has come to symbolize anything that looks good but is actually subversive. According to his Trojan war epic the Iliad, after nearly 10 years of fighting the Trojans for control of their city, the Greek Mycenaean army built a huge wooden horse on wheels and offered it as a gift to their enemy.

p. 105

Ver cómo caracteriza la participación del Che guevara en Congo y Bolivia.

Between 1965 and 1967 Guevara became active in leftists movements in Congo and in Latin America. He was a leading a force against Bolivian government when he was killed in 1967.
p. 182.

miércoles, abril 08, 2009

El mito sionista

Hace unos años leí La invención del pueblo de Edmund Morgan, una elaboración algo desordenada sobre los mitos y ficciones creadores lel moderno concepto de soberanía popular en Gran Bretaña y EEUU. De titulo parecido aunque por lo visto de contenido bien distinto es el libro comentado en La nacion por Enrique Thomas Bianchi. Esta herida al narciso sionista es tan amarga porque no ataca la actualidad sino sus bases, sus fundamentos, sus presupuestos, los que identifican a todo miembro del judaismo como descendiente de los israelitas y con el mismo derecho a ocupar su hábitat en los términos de la Biblia. Si lo sumamos al trabajo de Ilan Pappé sobre el triste sino de los palestinos en la fundación del Estado de Israel, podemos decir que la ola de historiadores israelies revisionistas está dando frutos en restarle credibilidad a la construcción mitológica sionista.

lunes, abril 06, 2009

El de los pies ligeros

Lucila humilló a una persona que intentando pasar por culta, terminó hablando de un libro como si lo hubiera leído cuando en realidad no lo hizo. Pasaría desapercibido el pifie si ese libro fuera desconocido, pero cuando es la Ilíada, la metedura de pata es difícil de disimular.
Desconocía la ausencia de mención al caballo de troya en la Ilíada, pues nunca la leí. Me hubiera parecido muy raro terminarla y no encontrar semejante trama. Con esto en mente no me voy a decepcionar por la aparente omisión cuando lea la edición de Gredos comprada hace unas semanas en el kiosko (por cierto, la recomiendo, es muy buena, española).
En la épica homérica es increible la cantidad de referencias culturales hoy comunes, hasta en la jerga informática: caballo de troya, troyano, talón de Aquiles, arde troya, presentes griegos, tirios y troyanos...

(foto choreada)

sábado, abril 04, 2009

La historia vista desde distintos lados



Conseguí algunos libritos, unos no tan "itos". De todos leí por lo menos un capítulo. Breve comentario para cada uno.

Europe: A history de Norman Davies.
No habiendo funcionado, según el autor de No simple victory, los anteriores intentos ajenos de formular una eurohistoria concentrada en un único volumen, manos a la obra, aquí va el suyo. Davies es crítico de la idea de subsumir la historia general de Europa dentro de las chovinistas historias nacionales de los países de europa occidental, muy a la ligera llamados "occidente", ese microcosmos excluyente del este de Europa.
Lo ambicioso de la propuesta de abarcar tanto tiempo y espacio no le impide tocar de todo ni perforar con cierta profundidad; incluso le queda lugar para la reflexión más bien personal donde, esquivando los juicios absolutos, trata de poner las cosas en perspectiva. Y es que son casi 1400 páginas, de las cuales las 120 finales incluyen un apéndice repleto de mapas, infografías, estadísticas, cuadros, tablas, listados, cronologías, etc.
Intercalados a lo largo de todo el texto hay "cápsulas" (300 en total), o mini-entradas de exposición de una o dos carillas sobre algún asunto desprendido de la narrativa principal, casi como si cliqueáramos un link auxiliar. Así, a modo de ejemplo, en el capítulo sobre la prehistoria vemos una cápsula de una carilla y media sobre la Venus de Laussel, posible vestigio de las sociedades matriarcales. Muy a mi gusto, Davies no tiene drama en meterse a elucidar sobre lenguaje, geografía, clima, arte, religión ni escatima en enseñar y confrontar hipótesis instaladas. La tarea está puesta en dar con las grandes líneas generales de la historia, sin prescindir de los hechos y sin dejar en el camino a regiones enteras.


The Pursuit of Glory: The Five Revolutions that Made Modern Europe: 1648-1815 de Tim Blanning
Detallada radiografía de la vida en Europa durante la segunda mitad de la modernidad, desde la paz de Westfalia hasta el congreso de Viena. En el primer capítulo abundan datos sobre las (dificultosas) comunicaciones en la época, las enfermedades, hambre, guerras y demás azotes sensibles a la demografía, muchas veces narrados por testigos, sobre todo viajeros. El trabajo documental de haber recopilado y seleccionado los testimonios es monumental.


American Colonies: The Settling of North America de Alan Taylor
Lo de este historiador norteamericano (todos los demás son ingleses) me ha atrapado por lo crudo y humano del relato. A diferencia de la historiografía/mitología tradicional que ubica el comienzo de norteamerica en las fundaciones de Jamestown con John Smith (1607) y Plymouth (1620) con los Pilgrim, Taylor arranca con el periplo de algunas decenas de familias asíaticas hacia el nuevo continente en la glaciación. Nos enteramos de cómo la presencia humana modificó el medio en una relación no-tan-armoniosa con la naturaleza. Por ejemplo, América poseía caballos y camellos, pero las cacería los extinguió antes conseguir domesticarlos.
Antes de poner un pie los ingleses en Roanoke, se explica largamente el desequilibrio provocado por la traumática llegada de los españoles, con poblaciones desplazadas por el saqueo y diezmadas por las enfermedades; hay especial atención a la sicología y modo de vida indígina, como de los españoles, franceses, holandeses, en fin, si algo extraemos de las primeras 120 páginas, es que los vecinos tambien existieron.
Aparte de los recién nombrados, posteriormente el colono inglés desconfiaría de los esclavos negros por el temor a una revuelta. Sin olvidar el ingrediente de la complementariedad económica, se generó una solidaridad más o menos natural entre los colonos norteamericanos hombres, blancos, libres y anglosajones, a pesar de tener entre ellos marcadas diferencias de estatus y riqueza, en especial en los latifundios de la bahía de Chesapeake. Como se suele decir, a estos colonos no los unió tanto el amor sino el espanto. La oligarquía local -aún en la teocrática Nueva Inglaterra- supo ganarse la legitimidad mejor que el distante gobierno real, cada vez mirado mayor con recelo, y desde allí el camino queda abierto hacia la independencia. Por cuestiones de espacio no incluyo otras ideas fuerza, como por ejemplo que las canarias fueron el laboratorio donde España ensayó previamente la colonización, tal como lo hizo Inglaterra con Irlanda.

The Rise and Fall of the British Empire
de Lawrence James
A una escala más global, Lawrence James rastrea los avatares de la pujante expansión colonial y comercial británica más en función de la metrópoli. Como en los demás libros, las enfermedades están siempre al acecho. Pero no importa, porque las colonias y sus colonos -en su mayoría siervos y esclavos- se pueden rellenar y sustituir sin que la renta sufra demasiado, máxime con superpoblación y creciente urbanismo en Inglaterra. Básicamente, las colonias proporcionaron una válvula de escape a los problemas domésticos; fueron canal de ingreso a mercaderías redituables, y, con suerte, incrementaron la recaudación y el poder global.

The Federalist Papers, de Hamilton, Madison y Jay. ¿Qué se puede decir de este clásico? Por ahora nada.

jueves, abril 02, 2009

El chapulin colorado

El logo de la UCR siempre me pareció comunista


Marche la segunda

En las largas horas de transmisión del funeral de estado de Alfonsin, los canales de televisión (tipo C5N) a menudo echan mano al recurso de poner música sentimental. Me pregunto, ¿qué temas encajarían? Tal vez el requiem de Mozart o la marcha fúnebre de Chopin, pero más ajustado aún es volver a la premisa del post anterior.
Si Alfonsín es el padre de la democracia, ¿no se lo debería despedir con Adios nonino?

PD: No solo perdió Argentina ayer. Israel perdió de visitante con Grecia y quedó cuarto en el grupo.
Si Grecia le gana a Moldavia, Luxemburgo y Letonia y empata con Suiza, quedaría con 23 puntos, pasando los 21 al alcance de Israel si ganara sus 4 partidos restantes. Para quedar Israel segundo y acceder al repechaje, debería ganarle a Suiza y esperar su derrota con Grecia o cualquier otro menos Letonia, quien de ganar la mayoría de sus partidos también quedaría delante de Israel.
Israel está cada vez más complicado. Se le hizo difícil un grupo a primera vista fácil.

miércoles, abril 01, 2009

Criatura de dios

Si Alfonsín es el padre de la democracia, ¿quién es la madre? ¿Tatcher?
¿No les salió un hijo bobo? Como la democracia no se bancaba a su padre, lo derrocó en 1989. Nunca quieto, el padre se desquitó derrocando al hijo en 2001. Ahora el padre se fue, la madre pronto se irá también, y la democracia sigue maltrecha.