Me entusiasmó mucho enterarme hace unas semanas de la salida del nuevo libro de John Keegan sobre la guerra de secesión. Pese a que es un poco corto y caro, el autor y el tema justifican cualquier apartamiento de lo standard. Pero el entusiasmo va dejando paso a las dudas, cuando uno ve los primeros reviews en Amazon (en el de amazon de uk son menos y más favorables) y sobre todo al leer la crítica demoledora de un verdadero entendido en la materia como es James McPherson. Digo demoledora por la clase de errores que le marca, apuntando a la geografía, fechas, opiniones infundadas. El review un tanto desencontrado es lo que sale del cruce entre potencias en áreas tocantes pero con sus propios ámbitos de especificidad: un experto historiador militar general (el más grande con vida, se dice) y un experto historiador de la guerra civil que si no es el más grande vivo, al menos no le ha faltado dedicación y reconocimiento.
Si ha de primar el principio de especialidad, ¿qué es lo especial aquí? ¿Los choques de armas vistos desde Europa, donde han tenido tradicionalmente su epicentro tanto antes como después de la guerra de secesión? ¿O las circunstancias político-histórico-geográficas del punto de quiebre de los Estados unidos del siglo XIX, colofón del EEUU semicolonial y antesala del EEUU industrial y superpotencia? Dependerá de lo que busque cada uno. En lo personal prefiero no quedarme en el estudio de un sólo proceso, por más complejo e inagotable que sea éste.
domingo, noviembre 01, 2009
A intersección en B
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