martes, junio 07, 2011

Para pensar

Como en la ww2 y en la guerra fría, en la ww1 también se trata de vender el buzón de la democracia. Es humo de volcán, con solo ver que, como en la WW2 y la guerra fría, Rusia no era precisamente democrático (salvo, a lo sumo, un breve lapso).
Dice Raymond Aron en Un siglo de guerra total:

[...]No debemos pasar por alto el papel representado por el sentimiento o la ideología. En los momentos críticos, el parentesco entre británicos y americanos disipa los malentendidos, resentimientos e irritaciones. Al inscribir en su estandarte las palabras sagradas Democracia y Libertad, la Entente consiguió la simpatía general en América. Puesto que estaba universalmente inspirado, el lenguaje de los representantes aliados era comprendido en todos los continentes. Una cruzada para dejar al mundo a "salvo por la democracia" era, así lo pareció, de icumbencia mundial. ¿Qué significado tenía la defensa de la Kultur alemana fuera de la propia Alemania?


Era una ideología que obtuvo de la opinión americana la participación en la guerra, levantando y manteniendo el entusiasmo de una nación joven. La consideración fundamental, sin embargo, era principalmente materialista. Los aliados habían buscado la ayuda americana para compartir el peso de la guerra hiperbólica. La participación económica se convirtió en alianza militar cuando los submarinos intentaron romper la unión que ya existía entre las democracias americanas y europeas, amenazando con separar a la antigua Europa del Nuevo Mundo y dejar el dominio de los oceános a una marina considerada hostil.


Ha habido incesantes pesquisas sobre el origen de la Primera Guerra Mundial, pero nadie ha preguntando nunca por qué se convirtió en hiperbólica. ¿Lucharon los pueblos de los distintos paises hasta la muerte porque se detestaban mutuamente o se detestaban mutuamente porque lucharon tan furiosamente? ¿Establecieron los mismos beligerantes desde un principio objetivos ilimitados, o fijaban dichos objetivos en proporción al crecimiento de la violencia? ¿Fue la pasión lo que produjo el exceso técnico, o el exceso técnico lo que fomentó la pasión? No sin reservas o atenuantes y aunque reconociendo completamente la interacción de los dos fenómenos, yo mantendría que la fuerza motriz de la evolución de aquel tiempo era técnica. Fue la técnica quien impuso la organización del entusiasmo, condenó al fracaso los esfuerzos de conciliación, echó por la borda la vieja sabiduría diplomática y contribuyó a la difusión del espíritu de cruzada y finalmente produjo una paz que creó la situación de la cual nació la Segunda Guerra.
p. 20

4 comentarios:

hugo dijo...

creo que keynes demostró palamariamente -y hoy está canónicamente aceptado- que la "técnica" no tuvo anda que ver con el resultado de versailles...

Anónimo dijo...

Francia e Inglaterra tampoco eran democráticos, sus colonias eran gobernadas por las minorías blancas. Tampoco EEUU era democrático, en el Sur los negros como ya sabemos ni votaban. Hablo de "democrático" bajo los estándares modernos.

Viste que Niall Ferguson dice que si ganaba Alemania el Kaiser iba a organizar una especie de Unión Europea con Alemania al mando. Me causa tanta gracia, porque salvando las obvias distancias hoy sucede lo mismo, Alemania gobierna la UE con Francia de segundo. Cuánto hubiera cambiado sin ese espíritu de cruzado de Wilson...

Los franceses se tapaban la nariz enfrente de sus aliados rusos, ellos tan republicanos y modernos con la autocracia zarista medieval. Había mucha deuda rusa financiada por Francia...

Carlos dijo...

No está de más tener en cuenta a algunos autores marxistas. Hobsbawm piensa que:

La PGM no se hizo por razones ideológicas; éstas solo fueron utilizadas como propaganda, especialmente dirigida por los gobiernos hacia sus propios pueblos: democracia de Gran Bretaña y Francia contra absolutismo alemán, cultura alemana contra barbarie rusa, etc.

Dice también que si algunos de los grandes diplomáticos del siglo anterior, como Talleyrand o Bismark, se hubieran levantado de sus tumbas se habrían preguntado por qué ningún estadista sensato detuvo la guerra antes de que esta diera por tierra con el mundo anterior a 1914. Se pregunta por qué los principales países (Alemania, Gran Bretaña y Francia) no cedieron ante las presiones de Austria Hungría y Rusia que querían soluciones de compromiso de sus aliados a medida que veían acercarse la derrota.

Para él, la respuesta es que, al contrario de otras guerras que tuvieron objetivos limitados, los de la PGM fueron ilimitados. En la era imperialista se habían fusionado la política y la economía. La rivalidad política se establecía en función del crecimiento y competividad de la economía cuyo rasgo más característico era que el campo de batalla ya no tenía límites. Las fronteras naturales de la standard Oil, el Deustche Bank o la De Beers Diemond Corporation se situaban en el confín del universo. Gran Bretaña, que ya había iniciado su declive, no quería que Alemania le arrebatara la superioridad marítima y política por eso su lucha no aceptaba compromisos. Francia quería equilibrar el declive demográfico y económico respecto de Alemania. En ambos casos el compromiso solo hubiera pospuesto el problema. Alemania, que hubiera podido esperar, no lo hizo y trató de imponer aquello de que “el espíritu alemán regenerará al mundo”.

Por esas razones, el único objetivo aceptable era la victoria total que en la SGM se llamó rendición incondicional. De ahí la extrema dureza del mal llamado tratado de Versalles en el que los vencedores no tuvieron en cuenta la opinión de Keynes en el sentido de que si Alemania no se reintegraba a la economía europea, si no se reconocía y aceptaba el peso de ese país en esa economía sería imposible recuperar la estabilidad.

Todos perdieron: los derrotados tuvieron la revolución; los vencedores la declinación de su poder.

MarcosKtulu dijo...

Hugo, en casos de temas complejos como el origen y el curso de la ww1 (más que el de la ww2), parece avanzar poco uno fijando a la técnica como variable independiente. Normalmente le asignamos un valor instrumental a la técnica, como medio para alcanzar un objetivo, y no como el objetivo mismo. Pero cuidado, la evolución de la técnica permite a los tomadores de decisiones ampliar el horizonte de objetivos. Y, además, si la técnica les da tal poder, la obtención de la técnica de por sí puede convertirse en un objetivo, lo mismo que para otros intentar impedir o contrarrestar ese objetivo, típico caso de las carreras armamentísticas.
Y aunque la aplicación de la técnica en la guerra total aumenta el daño inflingido (y en teoría tal decisividad debería acortar el conflicto), la técnica permite organizar el esfuerzo de adaptación a las nuevas condiciones. Del emparejamiento puede resultar una guerra de desgaste.
Iván, la democracia todavía era algo muy refinado como para que Francia y Gran bretaña dejaran de lado la idea de democracy at home, empire abroad. Al principio no parece haberles importado demasiado la forma de gobierno (aunque sí receleban el poder de Guillermo II). Desde luego, cuando EEUU los empezó a proveer hasta finalmente unirse, no iban a desaprovechar el recurso propagandístico de las democracias unidas por la paz.
Da gracia y da grecia. Terminaron haciendo algo peor que aplicar los principios idealistas o hacer un arreglo entre todas las potencias. Hicieron un engendro que reunió selectivamente la peor aplicación posible de uno y de otros, donde ya sabemos qué se hizo del principio de autodeterminación, igualdad soberana de los estados, que ni como arreglo entre potencias funcionó, porque varias fueron excluidas. La humillación de Versalles solo pudo salir de esa combinación de idealismo bastardo y realismo oxidado.

Carlos, es bienvenida la apreciación de Eric. Una mirada superficial sobre la teoría del imperialismo a veces puede juzgarla de pecar de determinista, pero lo importante es tener presente la incertidumbre del resultado final de la competencia desenfrenada entre imperios. Si se lo puede explicar, en todo caso es a posteriori. La ambición y la dinámica interregional y global de la expansión hace que todos se encuentran potencialmente en conflicto entre sí. No fue sino hasta 1907 que Gran bretaña llegó a un acuerdo con Rusia, después de décadas de malas relaciones e intereses encontrados (de ahí el apoyo inglés a Japón, que señalabas el otro dia). La Entente de Francia y Gran Bretaña, que para algunos, a los ojos de hoy les puede sonar natural, se cerró recién en 1904, después de medio siglo de feroces correrías en África que casi desembocan en una guerra en el incidente de Fashoda de 1898. Las crisis en Marruecos y los balcanes terminaron de apurar los alineamientos, incompletos hasta a último momento, como en el caso de potencias secundarias como Italia y el Imperio otomano.
Por lo visto se había llegado a un período de crisis del imperialismo, en el que no quedaba mas tierra para repartir, no al menos sin invadir esferas de influencia del imperio rival, a su vez contenido en una alianza. Los mecanismos disuasorios para prevenir que alguien asumiera el desproporcionado riesgo de acometer con una ganancia menor, fueron los que desataron todo su poder destructivo una vez que los errores de cálculo crearon la situación de todo o nada.