Alejandro plantea algunas objeciones al comentario de ERZ del otro día sobre el presidencialismo. Y claro, ¡como res-publicano está atento cuando le tocan el sistema político! De todos modos la objeción recae sobre la opinión respecto al sistema electoral. Mack & Sine apuntan la sorpresiva (para bien) mención de ERZ sobre los Checks and balances. En esto estamos todos de acuerdo. Pero cuidado que la reforma constitucional del 94 instituyó una multiplicidad de sistemas y órganos de cheques & balances y no han funcionado. También hay que decir que algunos de los nuevos implementos son típicamente parlamentarios/mixtos, como es el caso del jefe de gabinete y el ombusdman.
Mi postura: no tomemos posición antes de analizar bien el tema. Escrutemos cómo funcionaría el parlamentarismo en Argentina, con sus pro y contras. En dos observaciones previas debe dejarse constancia como, por un lado, un presidencialismo tan bien ideado para limitar el poder, mal aplicado sirve de poco; y por el otro, como el sistema ha sido la respuesta natural -aunque desmedida- a nuestros regulares vacíos de gobernabilidad.
Una carta de lectores de Enrique Aftalión -coautor de Introducción al derecho, el libraco para el que más materias he consultado- otorga su respaldo a ERZ.
Señor Director:
"Estoy de acuerdo con la opinión del doctor Eugenio Zaffaroni acerca de la conveniencia de modificar nuestra Constitución con objeto de reemplazar el modelo presidencialista, que ésta adopta, para sustituirlo por un modelo parlamentario.
"Nuestro modelo presidencialista, así como el de muchos otros países latinoamericanos, se encuentra agotado. Es necesario iniciar el proceso tendiente a modificar nuestra Constitución para implementar un modelo parlamentario capaz de procesar las políticas que mejor se adecuen a nuestra realidad, buscando los consensos necesarios. El Parlamento debe, además, poder actuar como contralor del Poder Ejecutivo.
"Australia, un país con el cual tenemos muchos puntos en común, implementó un modelo parlamentario a fines del siglo XIX, que le ha permitido tener estabilidad y continuidad de políticas hasta el presente. Además, ha sido instrumental para el logro de su envidiable progreso."
Enrique José Aftalión
Abogado
DNI 4.283.529
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4 comentarios:
Mientras haya radicales y peronistas no se puede pensar ningún sistema de gobierno serio...
La manera en que se implementaron algunas reformas en el 94 (el Jefe de Gabinete es el mejor ejemplo) es ridícula desde el articulado de la CN. No es que "funcionaron mal": son instituciones mal diseñadas.
Como bien decís, mi mayor objeción es hacia el sistema electoral. Con el actual, las mayorías (y la gobernabilidad) no están amenazadas. Si la oposición está dividida, es porque por suerte no estamos con una mentalidad Kirchner/Antikirchner. Dentro de la oposición tenemos opciones socialdemócratas, liberales y nacionalistas, y está bien que así sea, y que entre esos grupos no haya demasiada confluencia. No soy kirchnerista ni mucho menos, pero no votaría a un rejuntado de gente que piensa demasiado distinto.
Lo que nos lleva al centro del problema: la cuestión no es tanto el sistema, sino que el pueblo vota mal. Y contra la democracia no hay remedio que valga.
No creo que haya que pensar en nuevos sistemas ni instituciones. Creo todo lo contrario: estamos desbordados por las instuticiones. En gran problema no es que funcionen mal, sino que funcionan.
Solo hay que leer los diarios. Vivimos inmersos (casi ahogados) en una realidad institucional: poder ejecutivo, poder judicial, poder legislativo, cámaras, sindicatos, colegios profesionales y un gran etcétera.
Se necesita simplificación, no un sistema más complejo.
Mitos, hay que simplificar lo simplificable. No todo.
No entendi si quisiste decir que el problema es que funcionen o que no funcionen.
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