sábado, septiembre 05, 2009

Bastardos desgloriados

Ayer me fui a ver Bastardos desgloriados, la última película de Quentin Tarantino. Me dejó un sabor muy raro, como todo film de Quentin. Se debe al compromiso asumido por el director de escapar a los convencionalismos de Hollywood. Trabaja ideas tipo cine Z y las convierte en profesionales escenas de cine pochoclero, sin perder en el medio el cultismo hacia su estilo. Normalmente me molestan las películas que van para adelante y para atrás, sin un orden secuencial (ej, Memento), pero aquí Quentin pega las piezas del rompecabezas ("capítulos", 5 de ellos) combinando historias de forma bastante coherente, sin faltar esos toques de humor negro y sadismo. No todos los capítulos tienen el mismo nivel, lo que contribuye a la mezcla de sabores al final. Por momentos la película atrapa como pocas, pero al capítulo siguiente da un poco de vergüenza ajena el nivel al cual se traslada.
Los personajes son bien icónicos y sus logrados diálogos hacen interactuar a la maravilla las carácteristicas de cada uno. A veces los personajes son increiblemente creíbles, y a veces un tanto estereotipados. Remarco dos casos, el del "underdog" que se roba la película, y el de la estrella que decepciona. Dentro del primero entra Christoph Waltz, un desconocido actor austríaco de reparto, quien hace de un simpático oficial de la SS, en apariencia cándido, pero en el fondo muy, muy vivo. Su libretista y su interpretación tienen un ingenio y chispa memorables, a cuyo efecto ciertamente viene a ser provechoso su manejo de cuatro lenguas, dentro de una película en la que por cierto no es el único políglota. Que quede aquí registro: no sorprenda si termina ganando un oscar, sumado a su ya obtenido premio al mejor actor en Cannes. No quiero revelarles más, así es en la proyección donde toda la profundidad de su personaje los sorprende.
Quien me decepcionó fue Brad Pitt. Le tocó componer a un reo montañés oriundo de las montañas del video mostrado hace unas semanas. Nada peor para un actor que no resultar creible, cosa que sucede cuando se caricaturiza a tal extremo un modo de ser, rasgo manifestado fundamentalmente en la manera de entonar. Brad podrá hacer de un despreocupado como Aquiles, pero no de un despreocupado montañés. Otro tanto sucede con el actor haciendo de Hitler, quien parece querer realizar una imitación fiel del Hitler de La Caída, en los últimos días del reich (la película está ambientada, en la mayor parte, en Junio de 1944). En cambio al imitador de Göbells se le dio por encarar su rol con una obsesión y frenetismo quasi propios de decorador de ambientes (recuérdese el arreglador de la fiesta del Padre de la novia I y II). Nada que ver con el apocado y sombrío Göbbels de La Caida. El papel de Göbels aquí es importante, porque durante buena parte de la película, transcurrida en un cine, se proyecta otra película, de fines propagandísticos. Esta meta-película es la excelente pieza ficticia dirigida por Eli Roth en la que un francotirador alemán se carga cientos de soldados norteamericanos en Italia. Todo el público nazi (ficticio) aplaude ante cada acierto del francotirador. Llamativo, en la proyección (real) de la película, una escena donde estos espectadores nazis aplaudidores son acribillados concitó el aplauso y festejo desaforado de algunos espectadores reales en la sala. En fin, las cosas que uno se perdería en el DVD. Bueno se las recomiendo, siempre que vayan con la mente abierta. Yo solamente hago pop.
4/5

4 comentarios:

hugo dijo...

a propósito del francotirador y los aplausos cuartel maestre general mark von und zu ktulu, mi padre me contaba que durante la segunda guerra mundial, se sintonizaban aquí trasmisiones alemanas en español que daban cuenta diariamente de los barcos enemigos hundidos por los submarinos alemanes: luego del nombre del navío sonaba un cañonazo...

Claude dijo...

Tu comentario es muy coincidente este otro, salvo, por supuesto, en las apreciaciones femeninas del post que linkeo.
Yo sigo firme en mi política de cine cero. Voy a esperar el DVD.

Claude dijo...

...muy coincidente con este otro...

MarcosKtulu dijo...

Hugostädt, lo que pasa es que eran salvas fúnebres ;). Decí que lo dejaban ahí, sino capaz hacían una ópera por cada navío hundido.
Claude, mirá vos, no debemos ser pocos entonces los que pensamos que Brad Pitt en esta película básicamente robó. Puso el nombre y pasó por caja. ¿La actuación? bien, gracias. El otro (el jew hunter) se ganó bien su cheque. En los comentarios de imdb hay minas (supongo que son minas) que incluso encuentran atractivo físicamente al jew hunter. Todo un personaje, un über sexual.