panem et circenses
(Juvenal (Sat. X, 81)
En Roma había mucha gente desocupada: personas con un trabajo no continuo, que tenía muchas horas de tiempo libre al día, y que en muchas ocasiones se podían alquilar a quien les pagase para realizar los más diversos trabajos, tanto útiles como alborotadores. Una manera de mantener el orden y que los ociosos no promovieran revueltas, ya espontáneas, ya a sueldo, era ofrecer espectáculos, muchos, variados y a un precio muy reducido, incluso reservando plazas gratuitas. Y al mismo tiempo entregar a todo el que lo necesitase la llamada “annona”, es decir, un reparto también gratuito de trigo y algún otro artículo de primera necesidad. Panem et circenses no es otra cosa que pan y circo, alimento y diversión. Con eso, un romano podía pasar la vida agradablemente, con todas sus necesidades cubiertas, por lo menos las más elementales. Esta expresión fue inventada por Juvenal. Cfr. El porqué de los dichos, (pan y toros), pág. 238.
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