domingo, agosto 28, 2005

jaja me meo x2

El padre Moisés, llama a su hijo Samuel, que emigró a Nueva York y le dice:
"Lamento arruinarte el día, pero tengo que informarte que tu madre y yo nos estamos divorciando, cuarenta y cinco años de sufrimiento es suficiente"
"Papi, de que estás hablando?" grita el hijo.
"No podemos soportar seguir viéndonos" le contesta el padre: "Estamos hartos el uno del otro, y estoy cansado de hablar del tema, así que mejor que tú llames a tu hermana Anna en Chicago para contarle". y corta el teléfono.
Desesperado el hijo llama a su hermana, quien explota en el teléfono:
"Cómo que se están divorciando? Yo me voy a hacer cargo del asunto".
Inmediatamente la hija llama al padre y le dice: "Ustedes NO se divorcian!
No hagan nada hasta que yo llegue. Ahora mismo vuelvo a llamar a mi hermano y mañana estaremos los dos con ustedes. Hasta entonces no hagan nada.
ESCUCHASTE BIEN?" Y corta.
El anciano deja el teléfono, mira a su esposa y le dice: "Muy bien Rebeca, todo salió perfecto... Los dos vienen para acá y se pagan sus pasajes"

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Moishe y Sara tenían una tienda de artículos religiosos desde hace 20 años. En los últimos años, las ventas han bajado drásticamente dado que la población judía del barrio se ha ido mudando.
- Moishe, no estamos vendiendo bien...¿qué vamos a hacer?
- No sé, Sara, no se...
- Quizás deberíamos vender artículos cristianos.
- ¡Artículos cristianos! ¿te has vuelto loca? no podemos vender artículos cristianos, somos judíos. De ninguna manera.
Paso un mes, y sólo se vendió un talit, dos tefilin y una mezuzá.
- Moishe, no podemos vivir así. Tenemos que empezar a vender artículos cristianos.
- Creo que tienes razón Sarita. Voy a hablar con el distribuidor.
Moishe marcó entonces al distribuidor de artículos cristianos - Aló, podría mandarme porfavor 100 cruces, unos 50 de esos botecitos de agua bendita, y de esas pulseritas... rosarios que les llaman, mándeme 100.
- Claro que sí señor, 100 rosarios, 50 aguas benditas, y 100 cruces. Las cruces las quiere con el Jesús o sin él.
- 50 y 50.
- Perfecto. ¿Para cuándo los quiere?
- Para mañana.
- Lo siento mucho señor, pero en shabat no trabajamos.

1 comentario:

Louis Cyphre dijo...

el segundo es buenísimo...