jueves, abril 05, 2007

Sir (o Ser) Criminal

En la plaza San Martin hay una muestra fotográfica sobre la guerra de las Malvinas. Dura hasta el domingo 8, si pasan por el centro échenle un vistazo. Las capturas, todas en blanco y negro, muestran a los soldados como humanos. En algo que a veces en el calor de la guerra se olvida. Hay otra muestra al otro lado de la plaza, organizada por Clarin. Tiene fotos actuales de los campos de batallas, que dejan ver las trincheras argentinas con restos de pertrechos muy oxidados.

Relacionado con las Malvinas, me quedó pendiente postear las entrevistas a Sir Sandy Woodward, quien con la misión de retomar las islas estuviera al mando de la task force en 1982.
Si no fuera porque ganó la guerra, el contraalimirante Woodward debería responder penalmente por el hundimiento del Belgrano, decisión militar que él asume abiertamente y está próxima a un crimen de guerra. En ambas entrevistas (La Nación 1/4/07 y Clarín 2/4/07) el tema central termina siendo el incidente del Belgrano, tanto que en la de Clarín lo hacen engranar.
Pone de relieve el peligro que significaba para la task force tener tan cerca, aun fuera de la zona de exclusión, al ARA Belgrano. Me han explicado en alguna ocasión la razón, y es bastante sencilla.
Nuestro crucero liviano clase Brooklyn se empezó a construir en astilleros de New Jersey a pedido de la armada norteamericana en 1935. En esa época todavía los barcos se construían principalmente de acero. El entonces USS Phoenix sirvió durante toda la guerra en el Pacífico, para ser vendido en 1946, con entrega en 1951 y renombramiento a 17 de octubre. Con la revolución libertadora cambió de nombre a General Belgrano. En 1982 la mayor parte de los barcos de la Royal Navy se originaba en el programa que en los 60´s reduce y moderniza el inventario preparándolo para afrontar la guerra antisubmarina y nuclear contra la URSS (Woodward lo dice: "nuestras armas no estaban diseñadas para atacar buques sino submarinos... y submarinos rusos, no argentinos."). Después de la WW2 cambiaron bastante los materiales utilizados para la construcción de buques de guerra, dando comienzo al uso masivo del aluminio con el que se construyó la flota que fue al Atlántico sur. La preocupación, bastante razonable, era que un crucero anterior a la WW2 con coraza de acero se abriera paso con sus cañones de 152mm entre medio de una flota de (prácticamente) hojalata. Por eso Woodward modificó el protocolo y ordenó al submarino Conqueror, inicialmente ajeno a sus ordenes, el hundimiento del Belgrano. Según él, la zona de exclusión era un capricho de los políticos, que no entienden nada de asuntos militares, y como tales no pudieron comprender suficientemente rápido el peligro de la proximidad del Belgrano. Es una forma cool de abstraer a Tatcher de la responsabilidad por el incidente, cuando el mismo revistió (aparte del enfoque humanitario), un mensaje fundamentalmente de significación política. Dicho de esa manera, el mensaje sirvió de disuasión hasta a la insensata Junta, e incluso a la comandancia inglesa misma. Seguido al hundimiento no hubo, por fortuna, un mayor escalamiento, aún cuando, como dice Woodward, los submarinos británicos estaban navegando a 12 millas de la costa argentina pero sin autorización para atacar dentro de ese período.

2 comentarios:

Marta Salazar dijo...

aparte de todo lo terrible y doloroso de esta guerra...

se podría hacer una película con esta historia,

1 abrazo!

Lic. Scolaro dijo...

TRIO PORTEÑO MORTAL
Sr. Director:

Cuántas contradicciones nos está deparando la pléyade de candidatos para las próximas elecciones de nuestra Capital. Ninguno se pone colorado y se prenden a los dramas para sacar supuestas ventajas.

Coaliciones, frentes o alianzas que cuestan entender.

Una breve muestra:
Carrió- Telerman ayer en las antípodas; Macri escapando de Sobisch en "desgracia" por obra del Gobierno, a quien sostuvo a pesar de su amigo y socio López Murphy; Filmus sin asumir plenamente la candidatura que le impusieron, dejando la educación al garete; oposición pendular de otros que no se animan a soportar la irritación atrilera del Presidente, proponiendo cambios institucionales de fondo; los discursos de siempre en algunos casos para que nada cambie, etc.

Pero, sin dudas, lo que más impacta es el terceto del oficialismo signado por una causa: LA MUERTE.

Daniel Filmus, quien no puede soslayar su responsabilidad (aumento de salarios, sin consultar a provincias, con correlato de manifestaciones, etc.) en el lamentable asesinato del maestro neuquino.

Aníbal Ibarra, candidato a diputado y sindicado como uno de los responsables de las 194 muertes de Cromagnon (el pueblo no tiene amnesia), buscando alguna cobertura social.

Miguel Bonasso (autor de Recuerdos de la Muerte) "uno de los errores más terribles de Montoneros, organización de la que formó parte, fue haber matado a José Ignacio Rucci, líder de la CGT y mimado de Perón, quien lloró por ello". Hoy con una CGT, pseudo peronista, que se olvida de este candidato sin partido y que se sube a cualquier colectivo para perdurar con "fueros".

Cualquier discrepancia podría aceptarse, pero nadie se olvida de las tristes "mochilas" que llevan los bendecidos por El Presidente.

Saludos
Lic. Francisco Scolaro