lunes, enero 24, 2011

Clarividencia y/o celos



En las Apostillas a el nombre de la rosa (1985), para mi Eco predice la aparición de Dan Brawn:

La diferencia, en todo caso, está entre el texto que quiere producir un lector nuevo y el que trata de anticiparse a los deseos del lector que puede encontrarse por la calle. En el segundo caso, tenemos el libro escrito, construido según un formulario adecuado para la producción en serie: el autor realiza una especie de análisis de mercado, y se ajusta a las expectativas. Con la distancia puede verse quién trabaja mediante fórmulas: basta analizar las diferentes novelas que ha escrito, para descubrir que, salvo los cambios de nombres, lugares y fisonomías, en todas se cuenta la misma historia. La que el público pedía.

Hace un tiempo se despachó en una entrevista:
-I am wondering if you read Dan Brown’s “Da Vinci Code,” which some critics see as the pop version of your “Name of the Rose.”
-I was obliged to read it because everybody was asking me about it. My answer is that Dan Brown is one of the characters in my novel, “Foucault’s Pendulum,” which is about people who start believing in occult stuff.

y en otra:

INTERVIEWER: Have you read The Da Vinci Code?

ECO: Yes, I am guilty of that too.

INTERVIEWER: That novel seems like a bizarre little offshoot of Foucault’s Pendulum.

ECO: The author, Dan Brown, is a character from Foucault’s Pendulum! I invented him. He shares my characters’ fascinations—the world conspiracy of Rosicrucians, Masons, and Jesuits. The role of the Knights Templar. The hermetic secret. The principle that everything is connected. I suspect Dan Brown might not even exist.

8 comentarios:

hugo dijo...

pero gracias a brown el louvre parisino y santa maría delle gracie en milán aumentaron el número de visitantes, al punto que el museo parisino con esa excusa solo abre sus diferentes salas un día por semana para cada una, por lo que si uno quiere ver más de una todo, debe pagar entrada varios días.

creo que dije, no se si aquí, que hace treinta años la gioconda era visitada por unos pocos, estando ubicada virtualmente en un pasillo, alejada de la gran galería donde por supuesto estaban ubicadas la grandes obras de la pintura francesa -algunas, en mi modesta opinión, solo "grandes" por su tamaño-

y con "la última cena" en milán pasó algo casi similar.

recuerdo haber llegado un domingo inclemente de otoño con llovizna a las puertas de la iglesia, tocar el timbre y ser atendido por un prete, quien impuesto del motivo de nuestra visita -el fresco leonardiano obviamente- nos franqueó la entrada y pudimos estar casi solos con mi ex todo el tiempo que quisimos, contemplando la ya deteriorada obra.

hoy hay que reservar turno no se con cuanto años de anticipación, y el número de visitantes diarios está limitado.-

Anónimo dijo...

Estos que entrevistaron a Eco (no escribo Humberto porque nunca sé si va con H o no) tuvieron suerte de encontarlo locuaz. En la Nación hicieron un artículo que se llama "¿Por qué escribimos?" con la respuesta de varios escritores, entre ellas la de Eco, que respondió: "Porque me gusta".

MarcosKtulu dijo...

Muchos lo visitan por snobismo Hugo de Newcastle. Por eso yo directamente no fui.
A propósito del tema de Borges y Jorge de Burgos, acá hay un artículito sobre ambos. Hay buenas razones para que Eco se sienta más cerca de Borges que de Dan Brawn.
Ferdinando, jaja se mató, mala onda ese dia. Es una respuesta corta hasta para estos tiempos de twitter. Pasa que le preguntaron mal. No tenían que preguntarle "por qué", sino "qué significa". Ahi te contesta un tratado.

Carlos dijo...

Respecto de lo que dice Hugo, yo viajo todos los años a París y cada día es más difícil entrar a determinados lugares. Un ejemplo clásico es Notre Dame de Paris en la que que siempre hay colas interminables de turistas. Como me alojo en el barrio del Marais, que está muy cerca de la catedral, en mi viaje de junio pasado pasé muchas veces y aunque hubiera querido, me habría resultado imposible entrar. En el Louvre y las grandes salas de exposiciones, por supuesto, la historia es la misma.

Hace un rato leí que la retrospectiva dedicada a Monet en el Grand Palais, fue visitada por 911.000 personas en cuatro meses, de los cuales, seguramente, la mayoría son franceses. Se ubica en segundo lugar luego de la de Toutankhamon de 1967 que llegó a 1.200.000 entradas, pero en seis meses. La de Monet tuvo más personas por mes.

hugo dijo...

"los museos apuestan al arte de recaudar", en primera plana de la nación de hoy

(al tratar de enlazar el artículo me salía la página en blanco)

hugo dijo...

ahora parece que si
http://www.lanacion.com.ar/1344622-los-museos-apuestan-al-arte-de-recaudar

¡éramos tan pobres!...

MarcosKtulu dijo...

Mirá lo que generó tu amigo Dan Brawn, jaja. Se ve que no hablamos en el vacío, y que se le están planteando nuevos desafíos a la ciencia museológica.
El título del artículo al decir "recaudar" toma posición. En cambio, según dice más adelante, en teoría los fondos van para el propio mantenimiento. Para ver la gravedad de la injerencia de los sponsors se debe analizar en cada caso, no puedo formular una regla.
Hacer un hotel en el medio de Versalles, preocupante como suena, no es tan grave como sería hacer un mcdonals.
La mayor concurrencia de público implica mayor venta de entradas (más allá de los cupos), pero también mayor mantenimiento. Evidentemente hay cierta tensión.

hugo dijo...

es que el problema con esos grandes edificios es que fueron pensados para una escala humana que no tiene nada que ver con los números de hoy en día, de ahí que el tema del mantenimiento este al tope de la lista, dándose esa relación causa-efecto que mencionás.

pero ojo: también pasa con los modernos. cuando decidieron hacerle una "lavada de cara" al pompidou cayeron en la cuenta de que les iba a costar una fortuna, debido a lo complejo de su exterior, que es precisamente la nota distintiva de la construcción. algo que los arquitectos deberían tener en cuenta al proyectar las próximas megaobras para la cultura, de modo que el mantenimiento de los mismos no agote los recursos. todo un tema...

la diferencia entre los museos americanos y europeos en la forma en que se financian, radica en que en los primeros los aporte privados son casi excluyentes, mientras que en los segundos lo es el estatal.

los problemas económicos actuales golpean a ambos grupos, pero más a los estados, de ahí lo que hablamos en su momento acerca de los problemas de pompeya, y creo que esto, va a empeorar en el futuro.-