martes, enero 18, 2011

Contate otra Umberto

Adso dice sentirse un inútil porque no puede diferenciar entre sí a las sectas de los "valdenses, los cátaros, los pobres de Lyon, los humillados, los begardos, los terciarios, los lombardos, los joaquinistas, los patarinos, los apostólicos, los pobres de Lombardía, los arnaldistas, los guillermitas, los seguidores del espíritu libre y los luciferinos."
Guillermo le contesta bien platónico, con una alegoría:

"Piensa mejor en un río, caudaloso e imponente, que recorre millas y millas entre firmes terraplenes, de modo que se ve muy bien dónde está el río, dónde el terraplén y dónde la tierra firme. En cierto momento, el río, por cansancio, porque ha corrido demasiado tiempo y recorrido demasiada distancia, porque ya está cerca del mar, que anula en sí a todos los ríos, ya no sabe qué es. Se convierte en su propio delta. Quizá subsiste un brazo principal pero de él surgen muchos otros, en todas direcciones, y algunos se comunican entre sí, y ya no se sabe dónde acaba uno y dónde empieza otro, y a veces es imposible saber si algo sigue siendo río o ya es mar...

[...] el cuerpo de la iglesia, que durante siglos también ha sido el cuerpo de la sociedad, el pueblo de Dios, se ha vuelto demasiado rico, y caudaloso, y arrastra las escorias de todos los sitios por los que ha pasado, y ha perdido su pureza. Los brazos del delta son, por decirlo así, otros tantos intentos del río por llegar lo más rápidamente posible al mar, o sea al momento de la purificación. Pero mi alegoría era imperfecta, sólo servía para explicarte que, cuando el río ya no se contiene, los brazos de la herejía y de los movimientos de renovación son numerosísimos y se confunden entre sí. Si lo deseas, puedes añadir a mi pésima alegoría la imagen de alguien empeñado en reconstruir los terraplenes del río, pero infructuosamente. De modo que algunos brazos del delta quedan cubiertos de tierra, otros son desviados hacia el río a través de canales artificiales, mientras que los restantes quedan en libertad, porque es imposible conservar todo el caudal y conviene que el río pierda una parte de sus aguas si quiere seguir discurriendo por su cauce, si quiere que su cauce sea reconocible.
—Cada vez entiendo menos.
—Y yo igual. No soy muy bueno para las parábolas."

7 comentarios:

hugo dijo...

a propósito, parece interesante según la crítica bibliográfica de la última adn cultura la nación, su última novela "el cementerio de praga", al menso para mi, que disfruto de narraciones tipo "fresco histórico"...

MarcosKtulu dijo...

Si, algunos creyeron que es antisemita.
Aunque se sale un poco de su especialidad medieval, me sigue gustando ese mundo decimonónico, así que va ser para tener en cuenta.
Podes creer que en inglés recién sale en noviembre?
A veces pareciera que las editoriales compran los derechos no para publicar, sino para no publicar.

Carlos dijo...

“Il cimitero di Praga” me gustó; lo encargué a Italia, porque la traducción al castellano, que se vende acá, es increíblemente mala. Incluso tiene “desprolijodades“ como diferentes papeles se un cuadernillo a otro y diferente tipografía de un capítulo a otro.

La crítica de ADN cultura es correcta. Hay el despliegue de erudición al que Eco nos tiene acostumbrados. Hubo judíos y gente del Vaticano que se enojaron; yo creo que Eco disfruta mucho con esos ataques.

Al repecto, es excelente el libro de Eco y Jean-Claude Carrière, ”Nadie acabará con los libros“, son dos bibliófilos impenitentes que, además, poseen una vasta cultura y un buen sentido del humor.

MarcosKtulu dijo...

Carlos, vos te permitis leer las cosas en el idioma original. Es una gran ventaja eso. Y para mí es una gran desventaja entonces que el paso al castellano del Cementerio lo haya deteriorado tanto. Tendré que esperar una segunda edición corregida (soy escéptico de que vaya a salir, pronto al menos), conformarme con lo que hay, o bien seguir con otra parte de la obra literaria de Eco. Tengo en mente Baudolino o el péndulo de Foucault.
Por lo que vi del adelanto en ADN en su momento, Los libros no morirán es un ensayo pero transcurre como un diálogo que tranquilamente podrían protagonizar personajes de una de sus novelas, solo que aquí entre personas distintas.

Carlos dijo...

En mis andanzas por el mundo viví cuatro años en Roma y me las rebusco con el italiano que no es un idioma fácil; la gramática es tan compleja como la francesa.

De las novelas de Eco, sólo leí El nombre de la Rosa, El péndulo de Foucalut y El cementerio de Praga.

Ahora que no pertenezco más al elenco estable de mi ex blog, pienso abrir uno para hablar con calma, entre otras cosas, de libros. Luego de cuatro años miles de posts, me he dado cuenta de que “trabajar” en un blog compartido es muy complicado y, muchas veces, insalubre. Como un niño aplicado, estoy estudiando cómo se crea un blog y buscando un título, tarea ardua, porque todos los más o menos fáciles ya tienen dueño.

MarcosKtulu dijo...

Carlos, con tu consideración de seguir con la actividad bloguera me has dado una muy buena noticia. A veces para que de ella siga resultando algún disfrute personal hay que acomodar la forma, ritmo, temas y hasta lugar de posteos.
Como soy de la idea de que en un blog individual uno está menos condicionado y como se pueden hacer post tranquilo sin que una catarata de post de los cobloggers los deposite en el fondo, celebraré la apertura de tu propio espacio.
El título y la dirección pueden parecer importantes, sobre todo cuando se podían elegir, pero veo que termina siendo una elección arbitraria o por lo menos una rápidamente superada por el tiempo. Algunas cosas a tener en cuenta podrían ser:
-El título y la dirección no necesitan coincidir (ej opinador y articulos interesantes)
-Existiendo feeds y links, tampoco se impone que la dirección deba ser fácil de recordar. Cuando uno la quiere transmitir oralmente, a lo mejor puede proporcionar pautas para llegar mediante una búsqueda sencilla, que remitiría a parte de la dirección, subtítulo, descripción del perfil o algún post.
-Como cuando uno saca una casilla de correo, termina agregando números a las letras, lo mismo puede hacer en la dirección del blog. O combinaciones de nombres y conceptos. Por ejemplo carlosbis, charlybis, carlosreview y blockdecarlos están vacantes.
Si no se te ocurre nada fijate algo así.

Carlos dijo...

Marcos, agradezco el buen recibimiento a mi idea de seguir en la brecha; veremos qué sale de todo esto.

Me resulta muy valioso lo que me explicás acerca de la dirección y el título del blog. Espero estar listo para empezar antes del lunes. El diseño y demás preciosismos no me interesan por lo que elegiré uno de los que vienen “de fábrica” y a otra cosa mariposa, como decía Raquel.