viernes, septiembre 15, 2006

Zaffaroni y El enemigo en el derecho penal (14-9-06)

Ayer habló durante una hora en el colmado salón de actos de la facultad de derecho el eminente jurista que no necesita presentación. Anoté varias ideas suyas, que transmito a continuación.

Cuando se habla de Derecho penal o poder punitivo se habla de política. No hay concepto jurídico-penal que no admita una lectura en clave política. Pretender que los conceptos son neutros es ignorar un dato de la realidad. Cada concepto de jurisprudencia se elabora para ser llevado a cabo por el estado. Como proyecto del estado es político, aunque no necesariamente partidario.
Se ve con claridad en el derecho penal la asunción de una antropología. Hay una disyuntiva: Concebir al ser humano como persona o como cosa.
Como persona es un ente capaz de autodeterminación, con conciencia moral capaz de distinguir el bien del mal. Lo contrario es pensarlo como cosa, quizás más compleja que las demás, pero cosa. Se valora la utilidad o inutilidad de las cosas. Si no sirve se arregla, y si no se puede arreglar se tira. En el derecho penal esta disyuntiva termina en un ejercicio del poder mínimamente racional o en los campos de concentración y gulags. La elección es metafísica, pero también jurídica. No actuamos conforme al principio determinista. Si así fuera, cuando en un choque nos rompen el guardabarro del auto no tendríamos que molestarnos ni hacer uso de tanta riqueza de insultos, porque el episodio ya estaba determinado.
El mayor momento del derecho penal es en su fundación con el iluminismo y el derecho penal liberal a finales del siglo XVIII con autores como Beccaria y Carrara. A partir de la segunda mitad del siglo XIX se hace un considerable esfuerzo por borrar todo límite a la persecución penal, al principio para casos excepcionales. Luego se constituye en regla y se persigue a todos, salvo a los amigos, hasta que éstos compiten con quien tiene el poder y pierden la cobertura y también caen.
¿Cómo se explica la caída del discurso penal?
En la revolución industrial emerge una nueva clase social, dada en llamar burguesía, que entra en competencia con la nobleza. Es en el momento de lucha por desplazar a esta última que se acude a la corporación de filósofos y juristas para construir el discurso del derecho penal liberal.
Cuando la burguesía consigue el poder se produce un giro porque ya no quiere ser limitada. El discurso sale de la corporación jurídica-filosífico en busca de alguien que lo reescriba.
Con la revolución industrial se concentra en las ciudades la población y la riqueza, sin capacidad del capital para absorber toda la mano de obra. Se necesita una institución, la policía, para poner orden. Ésta tenía poder, pero no discurso. Años antes de la publicación de Marx y Engels, desde la academia francesa se convoca a un concurso para disertar sobre "las clases peligrosas en las grandes ciudades". El concurso lo gana un comisario con un tanto de observación empírica y de moralina.
Desde mediados del siglo XVI la corporación médica trata de hegemonizar el discurso. Aún no tenían poder. Entre médicos y juristas se disputaban la hegemonía del discurso. Es gráfico cómo los jueces y los médicos se peleaban por la cabeza de los guillotinados en plena revolución francesa.
La alianza médico-policial da nacimiento al positivismo criminológico (peligrosismo).
El racismo responde a preguntas de dominación planetaria. Justifica el colonialismo y el neocolonialismo. La colonia es un enorme campo de concentración en donde, como en el frontispicio de Auschwitz, se promete la libertad para el que trabaje.
El discurso médico es racista. Hay 2 corrientes que jerarquizan biológicamente, una optimista y otra pesimista:
O todas las razas tenían el mismo grado de desarrollo y una degeneró (pesimista), o una es inferior y todavía no llegó a la superioridad (optimista) . En esta última se encuentra la justificación del colonialismo británico con Herbert Spencer. Conforme los salvajes vayan conviviendo con los superiores, aquellos irán mejorando.
El positivismo pasa a las leyes penales. Las razas inferiores son peligrosas. El peligroso es tal por ser inferior. El criminal nato estaba determinado al crimen, por ende debía removérselo para salvar al organismo social. Son células malignas de las que los leucocitos nos defienden.
Francis Gall estudiaba los cráneos y los clasificaba de acuerdo a las protuberancias, dando nacimiento a la frenología. Creía inconveniente la cruza de salvajes con europeos por ser dos filos genéticos muy lejanos.
En la periferia se organizan regímenes oligárquicos. Bajo constituciones liberales, una minoría ilustrada gobernaba. La marginación generada por regímenes casi feudales se legitimaba con el discurso spenceriano. Hay que enseñar a los salvajes a tener menos sexo y usar más la cabeza, ya que ambas actividades se nutren de la misma materia y realizar una es en detrimento de la otra.
En la doctrina nacional en un comienzo hubo un derecho penal liberal con el código de Carlos Tejedor, quien afortunadamente copió el código de Baviera de Feuerbach. Subsiguientes reformas le fueron recortando lo mejor mientras dejaban intacto lo peor. Al mismo tiempo se verifica un vuelco hacia el positivismo entrado el siglo XX de la mano de Lombroso.
En el país el primer momento de racismo es anti-gaucho/anti-mestizo. El gaucho era la clase peligrosa que no quería trabajar. Sarmiento ha dicho que no podía ser buena la mezcla de alguien que no superó el paleolítico con alguien que no superó la edad media.
El segundo momento de racismo es contra el inmigrante. Había que controlar al extranjero. Para ello se promulgan leyes de educación y el servicio militar (por si quedaba algún adoctrinamiento por realizar). Los indeseables y molestos que habían realizado un par de delitos menores son enviados al nuevo penal de Ushuaia (1903). Con la ley de residencia se podía expulsar a extranjeros por sóla disposición del ejecutivo. Así se relega a la mala vida.
Aquí el positivismo fue más declamatorio que de fondo. El código de 1921 no es positivista. Conserva la pena de relegación a Ushuaia (art 52) copiada de la ley de relegación de Francia a la isla del diablo abierta por Napoleón III, pre-positivista. En Argentina, en el discurso sí quedó vivo en el positivismo.
Siempre, bajo cualquier régimen legal, fue inconstitucional la condena del ser humano a cosa por evaluarlo como peligroso.
El discurso se preguntaba para qué mantener encerrados a los peligrosos si puede darse otro destino a los fondos, como construir caminos, y si no defenderán al país cuando entre en guerra ni trabajarán por él. Esto termina en los campos de concentración y los gulags como corolario lógico. Desde esta perspectiva hay que eliminar a las células malignas. Se mide el grado de defecto y se arregla o se tira. Es el punto más bajo del discurso penal.
En la posguerra hay un renacer del concepto de persona. Es un corsi y ricorsi.
Ya no se acude al concepto de raza, sino a las culturas. El culturalismo (nacido con Franz Boas) hoy se usa para disimular el racismo. Hay conceptos de cultura con los que se jerarquiza a los seres humanos. Cada día se inventan nuevos enemigos, es el mismo paradigma llevado a sus últimas consecuencias. Hoy vienen encubiertos, y algunas cosas no se dicen, por lo que debe leérselos entre lineas o atendiendo a lo que no dicen o a quiénes citan.
Los alemanes nunca tuvieron que inventar ninguna teoría racista, ya que las copiaron de franceses, ingleses y norteamericanos. Fueron, sí, quienes las llevaron hasta sus últimas consecuencias.
Si hay degenerados y se reproducen hay que esterilizarlos (las primeras leyes de esterilización fueron en EEUU). En 1923 un autor alemán escribía que el único país con una política migratoria seria es EEUU. Era desde la cárcel, Adolfo Hitler en su Mein Kampf.

11 comentarios:

MagnusGodmunsson dijo...

Spencer nunca estuvo a favor de la eugenesia ni nada parecido, lo único que decía era que al dejar a las personas valerse por sí mismas, êstas lograrían alcanzar el progreso adecuado a sus capacidades.

Anónimo dijo...

Esas no son ideas.
Es su visión personal de la historia reciente.
Hay otras opiniones, por supuesto.
Lo importante sería, ya que es un empleado del estado, a quien el pueblo le paga el sueldo (con los impuestos, obvio, de los que cumplen, obvio), es que respete la ley y cumpla con sus obligaciones.
Si quiere opinar, que lo haga, pero que cumpla con sus deberes reales, concetos e inmediatos como ciudadano y como ministro.
Todo muy lindo, todo muy light, muy progre, pero los jueces solo deben hablar por sus sentencias.
¿Cuándo va a dejar de opinar y se va a poner a trabajar?

MarcosKtulu dijo...

Quizás cuando al poder que le corresponde complete la integración de la corte. Igual por lo que vi que son los fallos de la corte en los últimos tiempos (como en materia laboral) no estoy seguro si quiero que "trabajen".
Por "algunas ideas" quería decir que no es una cita textual de lo que dijo ayer. Creo igualmente que algunas ideas hay, aunque coincido en que es mas que nada un recuento histórico ya que él mismo lo definió así al presentar la disertación.

Anónimo dijo...

El "archivo de las actuaciones" de la OA en el caso Zaffaroni puede tener varias lecturas.
Lo habrás leído en: http://www.anticorrupcion.jus.gov.ar/zaffaroni1.pdf#search=%22zaffaroni%20deudas%20impositivas%22
Hay un comentario interesante también en: http://www.aersys.com.ar/infored/pol/federal/hoja/hf070.htm

Todo es bastante turbio. Hay lugar para las sospechas, hay elementos. No es simplemente no haber hecho algunos aportes jubilatorios. Hay declaraciones juradas inconsistentes, omisiones, datos o situaciones confusas o contradictorias, en fin, para mí: turbio.
Desde ya, echarle la culpa "al contador" es inadmisible y casi infantil.
Por una cuestión de decoro, debería haber declinado la postulación.
El Senador Ricardo Gómez Diez del Partido Renovador de Salta opinó en su momento que "no basta con echarle la culpa al contador, y que el Dr. Eugenio Zaffaroni no cumplió con sus aportes previsionales, omitió cuentas y bienes en el exterior y consignó cifras inexactas en sus declaraciones juradas impositivas, las que rectificó recién cuando fue propuesto como candidato a Juez del Supremo Tribunal".
Ha quedado clara la existencia de serias irregularidades en sus declaraciones juradas, en las cuales omitió cuentas bancarias en el extranjero, inmuebles, y fondos necesarios para adquisiciones de departamentos y casas que luego engrosaron su patrimonio. Esto evidencia, cuanto menos que subestimó la importancia de la Ley de Etica Pública para la transparencia de los actos de gobierno y la lucha contra la corrupción.
Si sumamos que:
debió “rectificar” sus presentaciones ante la AFIP-DGI,
que mantuvo un enorme deuda previsional (más de $65.000), con manifiesta falta de solidaridad para con los actuales jubilados,
y que sus declaraciones públicas, calificando a sus impugnadores como “lo peor de la Argentina”, demuestraron su falta de tolerancia, mesura y prudencia, requisitos ineludibles para un juez.
En fin, cada uno podrá sacar sus propias conclusiones sobre este asunto.

Anónimo dijo...

Agrego otro link:

http://www2.jus.gov.ar/img/gestion/informe_afip2.gif

Hay "rectificaciones" en el 2003, obvio, y la deuda previsional es escandalosa. Si todos los autónomos tuvieran su conducta, el estado no podría pagar las jubilaciones y se produciría un caos social. No es un lindo ejemplo para un ministro de la corte suprema, máxime teniendo en cuenta que disponía de fondos en el exterior, y que tenía un muy buen pasar.
Deber 94 períodos mensuales completos no es poca cosa, Marcos, no se puede minimizar eso.

PD: la información que sustenta mis comentarios es pública. La valoración subjetiva de las mismas, es de mi exclusiva responsabilidad. Mi Ip queda registrada en el servidor, así que no hay problema.

MarcosKtulu dijo...

En efecto, la conclusión que saco es que hay poca claridad ahí.
No llego a indignarme porque asumo la evasión como algo normal en la Argentina. Quizás Zaffaroni no se preparó para ser examinado con tanto detenimiento y lo sorprendieron con el ofrecimiento. En sus propios términos, pasó las impugnaciones porque tiene cobertura.

Anónimo dijo...

Imprudente, y falta total de decoro:

Según Zaffaroni, juez de la Corte Suprema, la gente se suma a los pedidos de Blumberg por "moda" y no por "convicciones profundas". A su vez, Hebe de Bonafini aseguró que el padre de Axel "viene del nazismo".
El juez de la Corte Suprema de Justicia Eugenio Zaffaroni criticó al "autoritarismo cool" (sic) por reclamar el endurecimiento de penas propiciado por casos como el de Axel Blumberg, y sostuvo que constituye "una moda" antes que una "convicción profunda" por parte de quienes lo impulsan.
En una entrevista publicada por Página 12, Zaffaroni, quien ingresó a la Corte a propuesta del Gobierno, también afirmó que no existe "un monitoreo serio respecto de la situación criminal en la Argentina" y que por ello "toda afirmación que se haga surge de una sensación térmica".
En ese sentido, dijo que el aumento de la sensación de inseguridad "normalmente responde al tiempo que se dedica en televisión a la noticia roja, de sangre, y en menor medida a los metros cuadrados de la prensa gráfica".
"A mí se me ocurre caracterizar este autoritarismo con la palabra que usan los jóvenes para señalar lo superficial, lo que está de moda, lo que se usa distraídamente: cool", expresó.
"Nació un autoritarismo cool, fashion. Y no me gusta. A veces ni se lo asume por una convicción profunda. Es una moda a la que es necesario plegarse sólo para no pasar por anticuado o desubicado", añadió el juez de la Corte.

Por su parte,la presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, afirmó que Juan Carlos Blumberg "viene del nazismo" y que es un "tipo tremendamente de cuidar" porque el "único delincuente es él".
"Blumberg se atrevió a decir que nuestros hijos son unos delincuentes, porque dijo que los derechos humanos son para los delincuentes y eso no se lo vamos a permitir las Madres a nadie", dijo Bonafini en declaraciones a ese mismo diario.

Dieguistico! dijo...

No estaba demasiado al tanto de la situación impositiva de Zaffaroni... con esos datos es raro que la AFIP no lo haya fiscalizado de oficio... con las cuentas en el exterior y los bienes no declarados los muchachos se hacían un festival... Evidentemente en la Argentina algunos son más iguales que otros...

Respecto de las cualidades jurídicas de Zaffaroni, no discuto su erudición, y reconozco que tiene algunas ideas interesantes con las que coincido. Sin embargo, me parece que la adopción de ciertas teorías del derecho alemán llevan a una complejización innecesaria de la teoría penal, que la aleja del conocimiento de los ciudadanos. Y en lo personal creo que los destinatarios de las leyes son los ciudadanos y no los eruditos.

Sine Metu dijo...

Me traicionó el subconsciente. Pensé leer que el título de la conferencia era:

"Zaffaroni: El enemigo del derecho penal"

Anónimo dijo...

Gracias por tu visita a mi blog!
Saludos.
F.

Marta Salazar dijo...

interesantísimo! gracias!

le pondré un link en cuanto pueda!

para que haya algún debate.

sls !