miércoles, febrero 07, 2007

Siguiendo el enigma de Irán

Seguimos con lo de Irán. En La Nación publicaron una entrevista a Samuel Hadas, diplomático israelí. Le preguntan sobre las relaciones entre Israel y el Vaticano, tema por demás interesante, pero me centro en los últimos comentarios donde da su percepción sobre medio oriente.

-¿Por qué cree que si 2006 fue un año de violencia, desestabilización y terrorismo en Medio Oriente, 2007 puede ser peor?

-El conflicto palestino-israelí alcanzó nuevas cotas de violencia, al borde una tercera intifada; Gaza arde y los enfrentamientos palestinos pueden desembocar en una guerra civil. El triunfo de Hamas desató un tsunami. El Líbano acaba de padecer una guerra que no era la suya y cuyas consecuencias aún están en gestación. En Israel muchos piensan que la guerra en el Líbano fue un fiasco, salvo para alejar a Hezbollah de sus fronteras. Y Hezbollah quiere derrocar al gobierno de Fouad Siniora. Siria, envalentonada, sigue sirviendo de santuario a organizaciones terroristas y por su territorio afluyen a Irak los elementos terroristas que contribuyen a desestabilizarlo. La guerra de Irak ha sido costosa políticamente para Estados Unidos y profundizó el encono del mundo árabe contra su política. En Irak hay caos...

-¿Qué pasaría si Irak se fragmentara, si se separara Kurdistán?

-Afectaría mucho a Turquía, porque hay kurdos de uno y otro lado de la frontera.

-¿Qué papel juega Irán?

-El régimen teocrático de Teherán continúa con su carrera armamentista nuclear y con su proyecto de hegemonía regional, sin que la comunidad internacional logre detenerlo. Pocos dudan de que ese programa nuclear persigue objetivos militares. La ambición nuclear de Irán podría crear una reacción en cadena, con Egipto, Arabia Saudita y Turquía buscando mantener el balance mediante la adquisición de armas nucleares.

-¿Israel tiene la bomba atómica o no la tiene?

-Si lo supiera, no se lo diría.

Su análisis es perspicaz, y aunque no coincide del todo con el que yo hice, muestra cierta concordancia y sirve de complemento al enigma de Irán. Por ser una voz autorizada al tratarse de un funcionario público y además diplomático, deja entrever la estrategia israelí ayer descripta. La misma consiste en dar como seguro lo que es dudoso y afirmar como dudoso lo que es seguro. La posición -que es la oficial de Israel- se ve en la negritas de la cita: juega con las contradicciones propias de las reglas de la actual disputa con Irán. El programa nuclear iraní (secreto y de otro país) es militar, mientras que acerca del propio (que también es "secreto", pero a voces) no se sabe.

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