¿Se acuerdan el año pasado, cuando McCree, relativamente nuevo en la política pero identificado con "lo viejo", se fue pum para arriba por poner a Gabriela de candidata a vicejefa? Bien, y ¿qué hacen los vicejefes? Es irrelevante su función, pero Gabriela enternecía, 'humanizaba' a McCree, a quien ya nos podíamos tomar la confianza de llamar por su nombre de pila, dejando a un segundo plano la pertenencia al clan. Así oímos a tantos que no pensaban votar a McCree, y sin embargo se decidían a hacerlo por Gabriela. Hasta la gorda hablaba bien de ella y el gobierno nacional tampoco se le pudo tirar muy en contra. Resultaba ser que Gabriela era mujer, madre, sensible, había sido golpeada por la vida y además era creyente. No era un garca plutócrata como su acompañante de fórmula.
Todo esto es historia antigua, vamos a lo actual y por ende importante. La designación de Palin ha despertado mucho entusiasmo en los republicanos. A decir verdad, hasta hace poco en esta elección se la veían negra. Palín les ha devuelto la esperanza con un mensaje lo suficientemente reaganita como para opacar al trillado change y yes we can de Obama; de ahí la férrea crítica de los demócratas a la vicecandidata de McCain.
Es cierto que McCain tomó riesgos al escoger una poco conocida mujer de 44 años con escasa experiencia, no obstante lo cual, a pocos debe sorprender su decisión de apoyarse en un vicepresidente conservador, de probada vida familiar, rural y religiosa. No es Romney y su rebaño mormón o Huckabee con sus fieles baptistas. Es una mujer (¿yo solo soy una mujer?) que sin llegar a ser fanática religiosa, se identifica con facilidad con toda la norteamérica interior olvidada, casi desde un vecinalismo rayano a la más mundana microgestión. En otras palabras, la figura elocuente del bache tan alabada por McCree, si volvemos un segundo a la realidad de aquí. Es en ese pueblo de un par de miles de personas de la norteamérica pionera en donde se ve representado la mitad del país. La tarea de poblar Idaho o Alaska, propia de colonos, asimila a los votantes republicanos en una realidad semejante a la de Palín, bien distinta, sin embargo, de la de McCain.
McCain representa al Imperio, a Washington DC. Es la vanguardia político-militar, la elite, la burocracia. Es quien decide incorporar territorios como Idaho o Alaska, incluso puede llegar a invadirlos y en caso de pertenecer él a la casta guerrera, hacer prodigios de bravura y convertirse en heroe. Es el Zachary Taylor, el William Henry Harrison, el Andrew Jackson, el Teddy Roosevelt. Alto oficial de las fuerzas armadas, gana territorio (en el siglo XIX) a través de la conquista bélica, acapara notoriedad, sube al tope del escalafón de Washington y luego manda a los Palin a poblar las nuevas tierras o, más sofisticados, a las Carly Fiorina a hacer negocios a algún rincón del mundo. Va enquistándose en el poder hasta formar una verdadera gerontocracia.
McCain es congresista desde 1981. Cada 4 años pasa un rato por Arizona a saludar y renovar el mandato, y sigue su vida en Washington, capital del imperio, donde funcionan los entramados de poder, donde están los lobbies nacionales y globales. Una simple comisión en el senado tiene más poder que la gobernación de Alaska. Por eso, cuando McCain critique a Washington, mejor guardarse de no atacar a las prácticas a las que se debe.
Para adjuntarle alguna preocupación por la realidad interior y concreta a este héroe de una de las tantas guerras peleadas quien sabe por qué oscuro motivo (más facil decir "libertad" y suspender el pensamiento), Palin no le podría venir mejor. De pasadas aspiraciones secesionistas, a Palin -y no a McCain- pueden resularle creibles las propuestas de mayor descentralización, si acaso las tiene. Así es como se vuelve a la realidad local y cotidiana, la esencia democrática americana advertida en su momento por Tocqueville.
En la renovación generacional se cifra también la esperanza de Obama. Pero nada de cortes abruptos: después de todo, su candidato a vicepresidente es otro gerontócrata.
jueves, septiembre 04, 2008
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2 comentarios:
por tocqueville marcos antiguo régimen y la revolución y por sarmiento!!!
lean la parte pertinente de viajes...
en cuanto a simbolismo del senado americano, cuando ted kennedy obtuvo su porimer mandato, le preguntaron como se sentía: como perteneciendo al club más exclusivo del mundo, fue su respuesta...
Wast, lo tengo. Que parte de viajes?
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