Estaba inmerso en la lectura de El imperio otomano 1300-1650 de Colin Imber, cuando me topé con algún párrafo de mucha actualidad, ahora que tenemos un nuevo y efebo jefe de gabinete.
En efecto, en lo que aquí interesa, los sultanes solían tener siempre cerca a un paje. Cuenta Imber:
"Un paje que se licenciaba de la despensa [anotación mía: un cargo inferior] para pasar a la cámara privada tenía ante sí la posibilidad de una carrera en los cargos más altos del imperio, por cuanto la cámara privada en sí simbolizaba en ciertos aspectos los ideales del gobierno del sultán. Un paje sólo podía servir allí si el soberano había reparado en él, y la promoción en aquellos aposentos dependía por completo de la discreción real. Los pajes en sí eran esclavos, que realizaba las tareas más serviles para su patrón, tanto de natualeza práctica como ceremonial. Al mismo tiempo, detentaban una posición de enorme privilegio, puesto que la proximidad al sultán implicaba proximidad a la máxima fuente de poder y patrocinio. Asimismo, los pajes que asistían más directamente podían conversar con él y, hasta cierto punto, controlar la información que recibía. De este modo, podían comenzar a ejercer un poder político. La cámara privada era, de hecho, un microcosmos de cómo gobernaban los sultanes. Un paje podía licenciarse de palacio para convertirse en gobernador o visir y utilizar sus vínculos con la corte en su beneficio político. Pero jamás debía olvidar que era también un esclavo que dependía del patrocinio del sultán para ascender, y podía además verse condenado, a petición del soberano, a degradación o ejecución." (pp. 165-166)
Como decía la propaganda de canal 13, estar cerca es muy bueno.
"Parece ser que no existió jamás un mecanismo oficial para la planificación de la política a seguir. En teoría todas las decesiones correspondían al sultán. Lo que contaba, por tanto, era el carácter del soberano y los individuos o facciones que tenían influencia sobre él. (p. 168)"
Cabe recordar que los pajes, a diferencia de otros auxiliares del palacio, no eran eunucos ;)
jueves, julio 24, 2008
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
5 comentarios:
si bien no eran esclavos margrave markus, sino nobles de las mejores familias, en las cortes occidentales, especialmente en la francesa, también los admitidos a la intimidad real eran casos especiales, se destacaban por encima del resto de oos cortesanos y nobles y tenían cada uno (hombres y mujeres) roles personales que cumplir basados en su jerarquía nobiliaria, que eran por ese motivo intransferibles.
fue muy gracioso ver en la maría antonieta de coppola hija como al despertarse una mañana la reina no podía cambiarse porque la dama de honor encrgada de ello se había retrasado, y como esa funcióin implicaba el rango más alto -veía semidesnuda a la reina-, ninguna otra dama podía hacerlo, so pena de ocupar un lugar que no le correspondía, algo impensado para esa gente.
toda esa parafernalia de ritos y códigos que alcanza con luis xiv su plenitud, comienza a ser abandonada paulatinamente por sus suscesores
en tal sentido es posible ver la metamorfosis edilicia borbónica que pasa del gran versailles, al grand trianon durante luis xv y al petit trianon durante luis xvi, siendo este último -casi solo una casa de campo- ocupado mayormente por su esposa maría antonieta y sus amigos, que no necesarimanete eran los que tenían los rangos mas altos en versailles según el rígido protocolo, el que igual se mantenía, ya que los beneficiarios de tales designaciones eran los primeros interesados en que se mantuvieran vigentes...
la corte inglesa, adaptandose a las épocas igual mantiene ciertas designaciones: diana le gustaba al principio a la queen mummie -luego su abuela política- porque su abuela carnal había sido su dama de honor por muchos años...
Las "Mémoires du duc de Saint Simon" son una maravilla para conocer la corte de Luis XIV.
Carlos el Temerario y Hugo Capeto, hijo de Hugo el grande, conocen de una corte que alguna vez haya tenido mayor fastuosidad que la de Luis XIV?
la vienesa de maría teresa y la rusa de de catalina eran tambien fastuosas condestable cattaneo
schonbrunn y el hermitage son buenos ejemplos, aunque versailles seguirá siendo, probablemente por siempre, el modelo a imitar...
Coincido con Hugo.Creo que no ha habido nada equiparable a la corte de Luis XIV en Versailles.
Publicar un comentario