En su última "Clase" Mariano Grondona dijo tres cosas a las que me gustaría responder. Cito sus argumentos más o menos de memoria.
1. Mariano se queja de la frase coreada por las muchedumbres peronistas en las plazas: "si este no es el pueblo, ¿el pueblo donde está?, porque él se dice igualmente perteneciente al pueblo, pese a no presenciar el acto de declamación. Hasta ahí no habría objeción, si no fuera porque después trazó la distinción entre "clase media" y "clase popular". Pueblo y su derivado, popular, son términos ambiguos que pueden abarcar tanto al conjunto de personas de un lugar como también y en forma excluyente a los sectores menos favorecidos.
Mariano interpreta que los populistas con su canto lo excluyen de una categoría -pueblo en sentido totalizador- de la que él también participa o quiere participar. Sin embargo, cuando Mariano habla de clase popular en sentido excluyente, pretende evadir el significado también totalizador del término, es decir de lo relativo al pueblo.
En el sentido holístico (pueblo como totalidad) postular una clase o sector popular es un contrasentido, dado que el pueblo es todo y no su parte. Redondeando, parece que sólo Mariano está autorizado a hablar de pueblo o popular en el sentido restringido, alusivo a los sectores humildes. En cambio, cuando lo hacen los populistas, se están arrogando, desde su sector, la representación íntegra por el todo.
2. No es la única de las frases clásicas criticada por Mariano. En el bloque de las preguntas se la agarró con el famoso cierre del manifiesto comunista, "proletarios del mundo, uníos", criticándolo por haberse comprobado que en las guerras entre potencias industriales primaba la nación y no la clase, de manera que en la primera guerra, los obreros ingleses pelearon junto a los burgueses ingleses contra los burguesas y obreros alemanes, y no los obreros unidos contra los burgueses.
El problema radica en que la frase de Marx no describía un estado de situación; ni si quiera configuraba una predicción en el mediano plazo. Era una frase de contenido normativo que exhortaba a los obreros a cambiar la realidad bien conocida por Mariano, a saber, que a los soldados obreros los mandaban a luchar contra sus cóngeneres enemigos.
Los hechos desprendidos del argumento de Mariano no son el mentís sino el presupuesto fáctico que llevó a Marx al convencimiento de cuán necesario se hacía modificar las asociaciones entre las fuerzas productivas a fin de adunar a los proletarios en la verdadera persecución de sus intereses de clase.
3. La realidad recién descripta vendría a demostrar -continúa Mariano- la disposición de las personas para sacrificarse por la patria y no por la clase ni los organismos internacionales, entelequias, a juicio de Mariano. "Un francés no muere por Bruselas".
a. No estoy seguro que hoy todos estén tan dispuestos a sacrificarse por la patria como en 1914. La patria (el "todo") va perdiendo fuerza y vigencia en favor del individuo y el bienestar personal, sobre todo cuando uno se detiene a pensar lo costosas e inútiles que han resultado muchas de las guerras del siglo XX.
b. Aun cuando es posible que en 1914 muchos combatieran por su patria, lo cierto y lo concreto fue la puesta en marcha por parte del estado de un enorme poder de movilización de recursos humanos y materiales basado en gran pero no única medida en la coacción. Los motines en el desmoralizado ejército francés en la primera guerra y la pálida actuación en la segunda guerra sirven quizás de ejemplo de una voluntad no completamente encaminada a satisfacer los requerimientos de la guerra existencial.
c. No es del todo cierto que la gente no muere por Bruselas. De hecho, los tratados defensivos como la OTAN o el Pacto de Varsovia funcionan de suerte tal que si uno de los miembros fuera agredido, los demás deban responder en su auxilio. El mismo inicio de la gran guerra se desencadenó vertiginosamente como consecuencia del entramado de alianzas que obligaban a un francés a velar -y eventualmente morir- por la seguridad de Serbia y Rusia. Gran Bretaña entró en guerra justamente cuando Bruselas fue vulnerado y lo mismo ocurrió en la segunda guerra mundial con Polonia, aunque en este caso el compromiso británico sólo resguardaba contra una agresión alemana, y así Polonia -por quien los anglobritánicos estuvieron dispuestos a arriesgar todo- terminó entregado a los soviéticos en Yalta.
d. Los organismos internacionales pueden ser vistos como entelequias elucubradas por distantes burócratas como Keynes y Harry Dexter White, y sin por ello dejar de ser asimismo productos históricos resultantes de conflictos y luchas como lo son los estados. Los norteamericanos pelearon en Corea bajo la bandera de la ONU, una organización fruto del arreglo entre potencias vencedoras en la segunda guerra. Si bien hoy es difícil pensar en alguien muriendo por la ONU, en aquélla oportunidad representó el ideal de la defensa de la paz, la democracia y capitalismo, además de los intereses comerciales de EEUU en Asia.
e. Hay países o patrias que, sin desmerecer el trasfondo histórico de la lucha por su creación -a menudo entre terceros-, llegaron a existir como resultado de acuerdos entre potencias. Léase, comenzaron siendo entelequias. Tal es el caso de Uruguay, Bélgica y los países de medio oriente, entre otros.
sábado, mayo 02, 2009
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4 comentarios:
El problema con Grondona es que se piensa que es un Dios que en historia y política las sabe todas, siempre y cuando no se tope con alguien de enfrente que sepa más que él. (Y que son muchos).
por eso invita casi siempre a las mismas personas, todas opositoras y algunos impresentables, como por ejemplo la sra de duhalde o los rodríguez saa, estos últimos pagan además anuncios de san luis en el programa...
Y sí Dari, Grondona no es ningún historiador. Yo tampoco, pero no hace falta serlo para darse cuenta de los errores, muchos groseros, de Mariano. Y cuando no son errores groseros, al menos son simplificaciones, generalizaciones o exageraciones que no resisten mucho análisis. Otro clásico de Mariano son las obviedades, como cuando dice que los chinos y los indios quieren comer. No hace falta ser nutricionista para saber que, tan cierto como es eso, no dice nada, y que no es menos cierto para todas las demás personas del mundo con excepción de los anoréxicos.
Hugo, lo mas interesante es cuando invita a alguien que no piensa como él, ahí sí lo obliga a pensar y tomarse en serio a sí mismo. El otro dia llevó al oficialista de Petri, pero fue una pena, porque no le contestaba nada de lo que le decía o preguntaba Mariano y Novaresio.
de petri es patético: al lugar que lo invitan pone el disco -dice siempre lo mismo, una sarta de generalidades- y nadie lo saca de ahí...
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