En una parte Edmund Morgan describe el tejido social de Inglaterra a finales del siglo XVI. Vean de dónde se nutrieron los primeros colonos de Norteamérica.
El subdesarrollo y la explosión demográfica traían las secuelas de bajos salarios y alto desempleo. La solución dada fue obligar a los empleadores a tomar más personal o hacer permanentes a los temporarios, tanto que llegó a verse el espectáculo de un empleador fugitivo: huía de sus sirvientes para evadir la responsabilidad de emplearlos y alimentarlos.
Así como las tareas para realizar eran pocas, la predisposición de los labradores no era mayor. Como dejó asentado Loder, un yeoman de la época, los hombres trabajan cuando tienen ganas, y cuando no holgazanean. Prefieren holgazanear y hacer prestidigitacion ante sus empleadores y sacar provecho. No solo haraganeaban y dormían en horas de trabajo, sino que tenían fama de gastar sus magros salarios en bebidas alcohólicas y no presentarse a trabajar al día siguiente. Como la reforma había eliminado los días santos tradicionales, solían "tomarse un San Lunes para recuperarse de la resaca. Algunos se negaban a reconocer el calendario protestante y se tomaban más de un mes de descanso por año en consideración de todos los feriados pasados, más "días irregulares que se tomaban cuando su espíritu así lo requería".
Para dar una salida a esta gente se creó la Compañía de Virginia, que iba a entrar en contacto con los indios -ya vistos como vagos por los ingleses- de la bahía de Cheasapeake en la primera colonia, Jamestown. Como concluye Morgan, la "compañía de Virginia había enviado a los ociosos a dar clase a los ociosos. Y como se comprobó más tarde, había llevando una pendenciera banda de criados y caballeros a llevar la libertad a los libres. Era la fórmula ideal para el desastre."
-Op. cit. Edmund Morgan, pp 71-80.
martes, mayo 19, 2009
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
2 comentarios:
lo del "san lunes para recuperarse de la resaca" todavía existía hasta hace poco tiempo atrás, nos e como será ahora por la crisis...
cuando hace treinta años pregunté porque no había casi ingleses en ciertos trabajos -especialmente los vinculados con los servicios públicos- la respuesta fue que porque ellos querían trabajar solo de 9 a 5 y medio día el sábado, para emborracharse con comodidad durante el fin de senana...
en el bloomsbury, el barrio de my lord, cerca del museo británico y muy venido a menos ahora, las casas -todas iguales detrás de sus verjas de hierro- tenían sus puertas de entrada pintadas de colores chillones y diversos. el motivo: que sus habitantes encontraran la suya entre tantas iguales, cuando volvían del pub...
Esta fue la moral de la reforma "a la inglesa" Hugo. A las 9 entrar al trabajo, a las 6 al pub, puntual y rutinario, como el te de las 5.
Publicar un comentario