Que cinismo el de esta nota de La Nación, intitulada "Las caminatas, el arma predilecta para "humanizar" a los candidatos", y a continuación pone una foto de Gabriela Michetti. Hubiera sido como decir que a Scioli se le fue la mano con la candidatura testimonial.
En 1616 se prohibió el mate. Las autoridades españolas de esa época también tenían, como las inglesas que vimos ayer, pavor a la hogazanía de los hombres comunes. Se castigaba a quien "la metiere o quisiese meter en la ciudad, sin saber cómo combatir al "vicio que favorece los enamorados". No pudieron matar al mate.
Ya que hablábamos hace poco de las relación entre las monarquías alemanes y el trono británico, es imperdible la "pequeña historia" contada por Hugh McPerringham acerca de la gestación de la antipatía anglo-alemana, y asimismo cómo podría haber cambiado la historia según una contingencia que involucró ciencia, salud y diplomacia.
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