No crean que no me siento tentado a hablar del partido de Argentina, y de tantas otras cosas relativas al mundial. Mañana tengo el parcial de penal, y recién el sabado podría escribir sobre el partido del miercoles, momento en el cual (como dicen en el derecho procesal) la cuestión devendría abstracta, por el enfrentamiento con México.
Algo voy a decir, no de argentina, pero si de algunos equipos. Es más fuerte que yo... Como el hombre, además de falible (lo antedije el otro dia), es clasificador (homo-taxis), no resisto hacer una somera clasificación de los equipos hasta ahora agrupándolos según corresponda.
Brasil e Italia volvieron a su juego tradicional. Italia, aparentemente sin un equipo memorable como el del 82, se olvidó de intentar un futbol de estrellas atacantes. Volvió a su escuela tradicional, el catenaccio, que tan buenos resultados le dio. No importa tener varias estrellas prestas para ocupar la delantera (Totti y Del Piero no juegan juntos). Importa mantener una férrea defensa y herir de muerte en el contraataque y las pelotas paradas. Hoy Italia tramitó su pase a octavos de final con un corner en el primer tiempo y un contraatque cuando la república checa estaba totalmente jugada. En la primera ronda hizo 5 goles y le hicieron 1 (convertido por un defensor suyo, para quien lo quiera computar como gol italiano). No está mal, para un equipo que ha mostrado nulo fútbol, nulo show, y debió sortear el (o un) grupo de la muerte. Su pálido encuentro con EEUU habrá preocupado, pero Italia es de temer si logra mantener su valla en 0. Su juego es contundente.
Brasil también volvió a su futbol. Inciando su mundial con 2 actuaciones muy opacas, en ésta despejó todas las dudas y recuperó su chapa de indiscutible candidato, con Ronaldo haciendo 2 goles, Ronaldinho generando asistencias de precisión matemática, Robinho desbaratando la agerrida defensa japonesa. Los yerros de Kawaguchi, el arquero, ayudaron a un Brasil que probaba por todos lados. El juego tradicional brasilero es el jogo bonito. Sería excesivo calificar de jogo bonito a la actuación brasilera de hoy, al menos en el sentido de 1970, pero muestra que puede ganar, gustar y golear (ggg), algo que en este mundial sólo había sido logrado por Argentina y España. Su juego es contundente.
Algunos dicen que los africanos son el gran fracaso del mundial. La verdad nunca esperé mucho de Togo (disculpen que lo sepulte anticipadamente, cuando todavía tiene chances), Túnez (ídem anterior) y Angola. Costa de Marfil hizo una actuación más que digna en un grupo mortífero, y Ghana pasó su grupo con nada menos que 2 victorias. Ahora le toca con Brasil, así que dispénsese mi pesimismo al preanunciar su regreso, vale decir digno también. El gran fracaso no lo dieron los africanos, sino los eslavos. 4 de los 5 equipos eslavos han quedado eliminados, 2 de ellos perdiendo sus 2 primeros partidos. Polonia era un misterio; ya no lo es. Serbia era de temer; ya no. Checa nos asombró en su primer partido; fue el último que jugó con destreza y alma. Croacia cohonestaba como equipo balcánico que es, un fútbol táctico y aguerrido; al menos luchó hasta al final. Sólo queda Ucrania, que de clasificarse jugaría con Suiza, Francia o Corea, nada desalentador, para encontrarse en cuartos de final con Italia, y luego con Alemania o Argentina. La última luz eslava queda prendida, cuando viene a la memoria aquel tercer puesto de Bulgaria en el 94 o los cuartos de final de Rumania en el mismo mundial, o el tercer puesto croata en el 98, o los cuartos de final de Yugoeslavia en Italia 90, o en el mismo certamen el cuarto de final de Checoslovaquia, o en tiempos más socialistas el tercer lugar de Polonia en el 82.
Si el comunismo y la dictadura les quitó futbolísticamente algo a los eslavos, hoy la democracia y el capitalismo no se los está devolviendo.
La última mención va para dos países que todavía no vuelcan todo el interés que podrían en su fútbol: me refiero a Japón y EEUU, que regresan a casa cabizbajos, aunque con la memoria impresa de unos minutos de gloria. 10 minutos ganándole a Brasil es algo que los japoneses no olvidarán, por más Beisball y juguetes porno que vean. EEUU después de la debacle con Checa, recordó que se iba a plantar contra Italia (algo que ya se había propuesto antes del mundial), y lo logró. Perder al final con un país que no pueden ubicar en el mapa les ha de dejar una amarga sensación. Otros países en donde el futbol está creciendo son Australia y México, ambos clasificados. México está con la soga al cuello, pero hace rato ya eligieron al técnico como chivo expiatorio, así que de fracasar (realmente eso espero), tienen un nombre, argentino, pero de su propio plantel, para bastardear durante los próximos 4 años. Australia es admirable lo que ha mejorado, pasando de ser un equipo trámite para el 5to de la clasificación sudamericana que va al repechaje, a ser un contendiente durísimo para Italia la semana que viene. Los azurri se enfrentarán a un equipo físicamente atlético, tácticamente disciplinado y con mucha garra. La experiencia de los jugadores australianos en la liga inglesa se deja ver claramente.
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