martes, febrero 27, 2007

Kelsen y los teóricos marxistas

Hace un tiempo "escanié" (le saqué fotos) a un capítulo de un libro para mandárselas a un amigo que daba sus primeros pasos en Kelsen. El post de Kelsen el otro día atrajo a algunos juristas, lo que hace ahora atractivo mostrar los escaneos. Corresponden al libro Derecho y política (2005, La Ley) compilado por Anibal D´auria y Carlos Vernier; aquel los usa en su curso de Teoría del estado.
Aquí Carlos Vernier revive el intercambio entre Kelsen y los teóricos marxistas del derecho (por ponerle un nombre a esta escuela que considera el derecho como fenómeno superestructural).
La discusión es interesante, porque se centra en ver quien La tiene mas pura (la teoría del derecho). Para los marxistas, la teoría pura de Kelsen está al servicio de los burgueses, la clase dominante montada en el monopolio estatal. Para Kelsen, la teoría marxista del derecho está al servicio de los intereses políticos del partido comunista, único color en la URSS.
En esto le doy la "derecha" a nuestro maestro de Viena. Pashukanis pasaría de ser el gran jurista y defensor de la doctrina jurídica socialista en los años 20 y 30, a enemigo del pueblo y víctima de las purgas stalinistas que le valieron la desaparición física en 1937.

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lunes, febrero 26, 2007

Protesto

Protesto contra la plutocracia de la academia cinematográfica que galardona la taquilla y no el arte. The departed (Los inflitrados) fue buena, sí, y costó 90 millones de dólares, pero no me pareció mejor en todo sentido que Letters from Iwo Jima.
La mayor diferencia no es que una ganó 4 oscars y la otra se quedó solo con las nominaciones. La mayor diferencia está en la causa, o al menos condicionante, de semejante desproporción. The Departed desde su estreno en octubre recaudó, sólo en EEUU, us$ 131.500.000. Letters from Iwo Jima con apenas unas semanas en cartel recaudó, también en EEUU, la humilde cifra de 2.4 millones.
Clint, estoy con vos. Tu incorrección política te costó unos cuantos óscares, pero tu legado a la humanidad queda impreso en DVD.
Asimismo, mis felicitaciones a Idi Amín e Isabel II por sus merecidos premios de mejores actores protagónicos. Dos potencias se encuentran en la gloria.

domingo, febrero 25, 2007

Kelsen: ¿heroe o villano?

Nada muy interesante en La Nación de domingo, por eso vuelvo a un material que me quedó pendiente de comentar.
En liberalismo.org agregaron entre la nómina de anti-liberales a Hans Kelsen, en una decisión polémica sustentada en la afinidad entre el liberalismo y el derecho natural, y la clásica rivalidad de éste con el positivismo jurídico. Después de la sanción de instrumentos internacionales que receptan, bajo el rótulo de derechos humanos, muchos de los derechos individuales -según el iusnaturalismo, de origen natural-, el debate entre positivistas y iusnaturalistas ya no es lo mismo. Los juristas se han ido apartando de las posiciones puras para avanzar (o retroceder, según cómo se vea) hacia actitudes más eclécticas.
El artículo es muy bueno, pero no concuerdo con el posicionamiento de Kelsen como antiliberal, creo que el autor, Francisco Moreno, está extrapolando una antinomia previa a la segunda guerra de iusnaturalismo-positivismo, que puesta en los términos de positivismo-liberalismo resulta falsa.
Entre nuestras filas tenemos liberales positivistas; sin querer hacer de esto un escrache, sino una clara ejemplificación de postura positivista, hace poco asistimos al debate generado por quienes creen ver en la legislación argentina la permisión del matrimonio homosexual, a cuya objeción responden que "Las leyes se ocupan sólo de relaciones jurídicas", sin que entren en consideración otro tipo de cuestiones.
Kelsen tiene un valor didáctico más que ideológico. Ofrece una versión simplificada (el llamaría pura) del derecho que ayuda a comprenderlo como sistema formal. El esfuerzo no se concretó en lo que el maestro vienés esperaba, pero valió la pena, y hoy es capítulo obligado en todos los cursos de teoría del derecho. Preferiría que quede como villano de los iusnaturalistas, que de los liberales. En cualquier caso, es un gran contrapunto para introducirse a la problemática del derecho.

viernes, febrero 23, 2007

Checks and ballances y constitucionalismo

Siempre recomiendo a los lectores que lean el blog de Mackinlay, donde se le da especial tratamiento a un tema desestimado por la mayoría, como es los Checks&ballances. Es una noción que engloba múltiples instituciones tendientes a impedir la concentración de poder. Mack como historiador nunca está falto de ejemplos tanto de concentración como de equilibrio de los poderes. Ayudado por los resultados de otros estudios, confecciona su propio índice de Checks&Ballances. Allí Argentina tampoco rankea bien.
El índice apuntado y unas notas sobre Derecho constitucional e historia constitucional me animaron a agarrar el Manual de Derecho político de Mario Justo López, probablemente el libro de derecho entre mi colección que menos he leído. La obra es un lujo: tiene la rigurosidad de un manual escrito por un prestigioso jurista (aun así, el derecho político es una de las disciplinas jurídicas menos rigurosas) y se lee con la facilidad de un ensayo.
En uno de los últimos capítulos el autor reseña el constitucionalismo, en su opinión -ciertamente de enorme consenso- basado (pp. 377-379) en dos principios; imperio de la ley y soberanía del pueblo. El último, concerniente al origen del poder, queda definido por lo negativo: "Ningún individuo o grupo particular de individuos, tiene, por derecho propio, la facultad de regir a la comunidad". El imperio de la ley (o imperio del derecho) presenta menos dificultades para su definición, siendo que "consiste en la sujeción o regulación de la actividad de los ocupantes del gobierno mediante normas jurídicas que están por encima de su voluntad psíquica."
Después de sentarlos como pilares del constitucionalismo, Mario Justo López se permite criticar la terminología.
En razón de lo expuesto y aunque no puede prescindirse de su uso, debido a su difusión, tanto la expresión "soberanía del pueblo" como la expresión "imperio de la ley" resultan objetables. La palabra "soberanía" tiene necesariamente la connotación de voluntad omnímoda -"sin restricciones legales" como se expresa en la clásica definición de Bodin- y la voluntad omnímoda es, por esencia, incompatible con el constitucionalismo. En cuanto a la palabra "imperio", con su connotación de dignidad o facultades del emperador, tiene un significado muy próximo al expresado de soberanía y resulta también, consecuentemente, incompatible con el constitucionalismo.

El constitucionalismo invoca ideas expresadas en un lenguaje paradójicamente contrario al sentido pretendido de la limitación del poder -proveniente del pueblo-, mediante la ley.
Sobre la discusión en el constitucionalismo de si es requisito sin equanón una constitución (instrumento único) escrita, López toma partido, no sin antes repasar las posiciones existentes respecto a la técnica escrita.

Con referencia al carácter escrito de la constitución jurídica como técnica del constitucionalismo, son muchos los autores que se pronuncian en sentido afirmativo. No cabe duda, al respecto, que el "documento escrito", codificado, articulado, constituye un instrumento útil para la instauración del "régimen de garantías" que el constitucionalismo se propone y que el texto de las normas solemnemente establecido da fijeza, claridad y respaldo a las técnicas que a su vez expresa. Ocurre, sin embargo, por una parte, que la falta de una constitución formal no ha impedido el desarrollo del constitucionalismo en Gran Bretaña y, más recientemente, en Israel, y por otra, que es peligroso y hasta nocivo confiar exclusivamente en las formas. Al respecto hay que señalar que ni los principios ni las técnicas valen por sí mismos. Hacen falta conciencia y voluntad humana que las hagan regir y funcionar. Las instituciones formales de nada sirven si no existen protagonistas dotados de un ethos especial, es decir, seres humanos con cierta mentalidad, ciertas actitudes y ciertos comportamientos. Tenía razón Rousseau, en tal sentido, cuando afirmaba que "la verdadera Constitución más que en los mármoles y en los bronces, debía estar grabada en el corazón de los ciudadanos."
Lo dicho no quita, empero, valor ni importancia a las técnicas jurídicas propugnadas por el constitucionalismo. Si bien es verdad que no bastan por sí mismas, es decir, por su mera institucionalización formal, también lo que es que son imprescindibles para que la doctrina y el movimiento del constitucionalismo se traduzca en "Estado de derecho".

Un troesma

miércoles, febrero 21, 2007

Half-orient

En lo de Ivo "uvo" un buen intercambio sobre las dificultades que tradicionalmente ha tenido la política exterior norteamericana en medio oriente.
Walter Block escribe una Carta Abierta a Mahmoud Ahmadineyad: ¿Qué le dice? Que corrija un poco sus gestos. Un precio módico para desminiuir la probabilidad de que le caigan bombas.

martes, febrero 20, 2007

Borat

Borat es una película humorística para ver con cuidado. Explota prejuicios e ignorancia para convertirlos en humor. Humor que no está repartido en dosis iguales y depende en alto grado de la escena, la comunidad en que se basa y el segmento que la mira. Sacha Barón Cohen reparte para todos lados como para que nadie pueda dejar de sentirse aludido, una estrategia que ha aportado buenos dividendos: con un costo de u$s 18 millones, la película lleva recaudados más de 230.
Ya entrada la película, un asesor le recomienda a Borat no hacer chistes sobre aquello que las personas no han elegido ser. Violando repetidamente el consejo, Borat va y viene entre el humor de un personaje simpático, cándidamente movilizado por la curiosidad, y el de un ser mordaz e hiriente sin ningún reparo frente a la diferencia.
Desde el nombre mismo de la película, los primeros en figurar son los kazakhos. En realidad la especificación del país poco interesa. La idea es escoger un país perdido al que pocos podrían encontrar en el mapa, que sirva para conformar un estereotipo definido: gente rústica, iletrada, incestuosa y misógina. Como todo prejuicio, la fidelidad a la realidad es lo de menos. Kusek (en hebreo "vagina"), la aldea kazaka de donde parte Borat es tan ficticia como el personaje.
Los que nos muestran como kazakos (y se nota que no lo son puesto que no portan sus rasgos fenotípicos) en realidad se trata de gitanos de la villa de Glod, en Rumania. Su lenguaje no es otro que el romano, y cuando lo escuchemos a Borat hablar un lenguaje incomprensible no será kazakho, sino hebreo con algunas frases eslávicas, mientras su compañero de viaje, Azamat, se dirige a él en armenio. El alfabeto cirílico-kazako que supuestamente aparece tan seguido en la película, sólo es el alfabeto cirílico-ruso. En resumen, nada aquí debe tomarse muy en serio, siendo preferible entregarse a la risa. Kazakhastán se parece más a como lo describíamos hace poco.
En su viaje a EEUU para rodar un film propagandístico, Borat contrastará la cultura del glorioso Kazakhstán con la norteamericana, de manera que veremos una especie de troglodita desayunarse con la existencia y finalidad de los baños; la igualdad legal entre el hombre y la mujer; la convivencia con judíos; la asistencia a una parada gay, a un rodeo y a una ceremonia cristiana-pentecostal, así como también a una cena formal en una casa colonial del sur. Aquí se ve una de las escenas más desopilantes de la película. Borat, muy respetuosa pero tórpemente está tratando de hacer honor a la circunstancia de participar en una cena con la alta sociedad. Allí trata de complacer los modales, las formas y la temática para los que fue preparado en una rápida introducción la tarde anterior. Borat se va soltando, y en la medida que gana protagonismo, fomenta el rico intercambio cultural con los comensales, sorprendidos por la excentricidad de las costumbres kazakhas. Llegado a un punto pide un lugar para ir a hacer sus necesidades, para lo cual se le señala el baño. En su ausencia, los comensales hablan sobre la dificultad para comprenderse explicada a partir de las diferencias culturales, distinción valiosa y necesaria. En eso, regresa Borat del baño ofreciéndole a la anfitriona una bolsa ocupada con la reciente deyección. Ella, azorada, lo conduce al baño para enseñarle las utilidades del excusado y el papel higiénico. Poco después llega una visita sorpresa en nombre de Borat: una mujer negra y gorda vestida como prostituta, lo cual deviene en el levantamiento de la reunión, el mismo corolario de tantas otras entrevistas en la película. Incluye llamado a la policía, apenas uno de los 91 que hubo en total durante toda la producción.

Cada uno de los que salieron filmados, o la comunidad a la que pertenecen, tiene motivos -principalmente creerse engañados y no haber prestado su consentimiento- para sentirse ofendido por las afrentas del siempre irreverente Borat. En el país de la industria del juicio, no paran de llegarle demandas a la producción de la película. Hasta el más simpático y paciente instructor de manejo ha hecho su reclamo. Así puede entenderse que la película sea tan corta -dura sólo 80 minutos-, cuando han tenido, según afirman, que recortar montones de escenas inapropiadas, hoy provechosas para especular con la salida de una versión extendida en DVD.

Kazhakos, judíos, gitanos, cristianos, musulmanes, gays, nortamericanos sureños y/o patriotas, feministas, todos pueden sentirse aludidos por la incorrección del protagonista.
Sacha Barón Cohen ha encontrado una forma ingeniosa, escudada en las diferencias culturales, de expresar la rebeldía y la consecuente humorada que pueden concitar las costumbres y los prejuicios. Sin embargo, que se trate de una ficción no ha impedido que entre sus consecuencias estuviera la de soliviantar el espíritu de todo quien considere -la justicia lo dirá- que se le ha tomado el pelo.

lunes, febrero 19, 2007

Surtidito

¿Hacemos un surtidito? Dale, tengo varias cosas. Los primeros links van a ser un poco autoreferenciales, para luego dejarle paso a los que saben.
En la sociedad gamer hago la preview de un juego que tiene buena pinta.
En la otra sociedad presento unas infografías muy pintorescas.
Diego dio su sincera opinión, con fundamento jurídico, sobre el matrimonio homosexual, y yo también.
BlogBis sigue con un nivel altísimo como todos estos días, lo cual me anima a postear. Allí Astur-Leonés toca un tema áspero como es el significado del velo musulmán, que merece alguna reflexión. Carlos presentó en sociedad a los neoconservadores españoles, y aunque habrán visto que los he criticado bastante, también les hago algún reconocimiento (al menos a los originales, de EEUU).
Ahora basta de yo, y hagamos un recorrido por La Nación.

Los alemanes emigran. Aquí la historia de Herr Thoma, empresario que prefirió dejar de hacerse mala sangre en las discusiones sindicales e irse con su familia a Canadá. ¿A hacer qué? No sabe. Lo que sí conoce es la idiosincrasia alemana: "Los alemanes son muy complacientes", afirma, y va más allá: "No quieren cambiar nada, todo se discute interminablemente sin nunca llegar a una solución". Clap Clap.

Cartas de Iwo Jima les tocó algún nervio a los japoneses, porque con ella no sólo se emocionaron, sino que replantearon y cuestionaron la actuación en la guerra y la misión condenada a la perdición de defender la sagrada isla. Aún con el creciente nacionalismo, la idea suicidarse en nombre del emperador no entusiasma mucho a los cómodos jóvenes japoneses. La verdad, un genio Clint Eastwood, que vino a despertar estas emociones en los aplacados y fríos orientales.

Vicente Palermo nos advierte que no tomemos muy seriamente el clásico escenario contrafáctico según el cual, de no haber invadido las Islas Malvinas, por la diplomacia ahora estarían bajo control argentino. Esta suerte de consuelo, de todas maneras no desmiente que lanzarse a la guerra fue una locura.

Será la primera vez enlace a un artículo en la sección turismo. Y valdrá la pena. El título lo dice todo. Por la ruta del whisky y la cerveza. El único lugar que recorrí del trayecto es la ex-cervecería de Heineken, muy ilustrativa. El artículo contiene links de utilidad.

Marc Augué parece haber recorrido el tour mencionado bien a fondo (blanco) y escrito antes de perder la inspiración. Tema a elección: la identidad. Si después de una releída capto algo rescatable, lo comentaré.

Otra respuesta de Fontevechia frente a la campaña sucia (gracias Ivo).

Eso es todo.

viernes, febrero 16, 2007

Famosos avistados recientemente (II)

Vi 4 famosos en 2 dias, nada mal. El último lo había visto hace casi 3 meses, bastante mal...
Los susodichos son las siguientes:
Moisés Iconicoff: haciendo jogging en plaza Francia.
Juan José Sebrelli: entrando al cúspide del Village recoleta.
Julieta Prandi*: caminando apurada por Alto palermo.
Jazmin Stewart: filmando en Riobamba y arenales.

*fue muy al pasar y podría tratarse de la hermana gemela de Julieta Prandi.

La tengo muerta

Ranking con las muertes (supuestamente) más insólitas de la historia. Cuidado cuando patean cajas fuertes o usan escarbadientes.

jueves, febrero 15, 2007

miércoles, febrero 14, 2007

En búsqueda de la felicidad

We hold these truths to be self-evident, that all men are created equal, that they are endowed, by their Creator, with certain unalienable Rights, that among these are Life, Liberty, and the pursuit of Happiness.
-Declaración de la independencia de Estados Unidos


Si creen que sólo veo películas de mayas espetados o marines desintegrados por bombas de mortero, se equivocaron, por muy poco. Cada tanto veo algún drama. Concretamente fui a ver En búsqueda de la felicidad, coproducida y protagonizada por Will Smith, con actuación de su hijo Jaden Smith. Está basada en la historia de Chris Gardner, algo así como un luchador de la vida quien luego de pasar penurias económicas que lo dejaron en la calle -literalmente- se vería realizado al lograr acceder a un gran empleo y fundar posteriormente su propia compañía de corretaje de bolsa. La película, ambientada en el San Francisco de principios de los '80, revive la etapa más crítica del pasado de Gardner: Negro, desempleado, sin título universitario, con un hijo pequeño -retenido por el padre a toda costa- y una mujer que lo abandona, pero con un impulso y tesonería que, aún después de quedar en la calle, le siguen abriendo puertas.
No es que Gardner haya sido siempre homeless. En realidad tenía bastante seguridad con su familia constituída y un negocio andando, o creía que los tenía, pues fruto de un error consistente en utilizar todos los ahorros en caros aparatos médicos luego difíciles de vender, su economía se desplomó y allí de veras se las tuvo que ingeniar.
La obra, como retrato de la sociedad norteamericana, ayuda rescatar un mensaje de esperanza pese al malestar económico: nadie le regalará nada, y si hace algo realmente bien (en este caso que sirva para ganar plata), sin importar el color, la vestimenta o la situación económica, le será reconocido. Seguirá habiendo largas filas de homeless para pasar la noche en un refugio, pero nadie les garantizó la felicidad, sino sólo su búsqueda.
Chris Gardner trata de transmitirle estas lecciones a su hijo, como por ejemplo que nunca nadie le diga que no sirve para algo, buscando una manera alternativa de que comprenda la mala época por la que pasan, llegando por momentos a un estilo parecido al de la Vida es bella, cuando Roberto Benigni le enseña al hijo los avatares en que se encuentran inmersos como si un juego se tratase.
Quizás esta no sea más que otra típica pelicula sobre el sueño americano (con mucho de pesadilla, no obstante), pero si que es emotiva y muestra un versátil Will Smith lo suficientemente hábil para salir del rol de negro cool y meterse en el de una persona corriente.

martes, febrero 13, 2007

Sabiduría kazakha

Ayer veía en el canal infinito un programa que grabó un reportero británico viajando por Kazakhastán. Mostraba la vastedad de su enorme territorio de 2,7 millones de km2 -de superficie equivalente a la argentina-; el abandono de las bases de misiles y cárceles de disidentes soviéticas; el boom petrolero (favorecido por los precios, Kazakhstán viene creciendo al 9% desde 2000); la retirada del mar Aral que deja antiguos pueblos pesqueros a la deriva; y hasta algunas perlas como granjas para producir caviar (se sentaba a comer con una familia y untaban a sus panes con gruesas lonjas de caviar) y un criadero de huevos de avestruz, cada uno de los cuales puede dar a comer, segun dicen, a 15 personas. Rostros achinados, caballos y jinetes de otro planeta, 80% de musulmanes con tolerancia hacia otras religiones...en fin, como se suele llamar, una tierra de contrastes.
En un momento van por la ruta, paran a un costado, y el reportero inglés se sorprende porque la maleza que cubre la banquina en gran parte del trayecto es marihuana. Entonces el reportero sorprendido se vuelve hacia la guía y traductora local, comentándole que los europeos se fumarían todo si gozaran de la misma abundancia. Allí la guía, señalando a los yuyos le contesta: si los europeos tuvieran que viajar y trabajar como nosotros, no tendrían tiempo para pensar en esta "cosa".

domingo, febrero 11, 2007

Enfoques

A no apresurarse en desestimar la eficiencia del desorden, o como lo llamaría Hayek, el (des)orden espontáneo. El desorden permite ver las cosas de otra manera y ahorrar tiempo. Esa es la tesis, algo obvia, con la que Eric Abrahmson dejó boquiabiertos a los lectores de La Nación hoy domingo.

La nota que sigue ya no es nada obvia y en realidad es bastante informativa, pero...¿Cómo presentarla bien? No lo se, no quiero decir alguna burrada, y no quiero privar a los que no leen La Nación y tienen algún grado de curiosidad de leerla. Como una imagen habla por más de 1000 palabras, dejemos que la incluida el diario haga de link a la nota (que tiene 2400 palabras).
Una lástima que por ser la pieza de The Economist y después de hacer un recorrido por las comunidades de EEUU, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Israel y Rusia, no hubiera un apartado para latinoamerica.

viernes, febrero 09, 2007

El que juega con radiación...

Si piensan que estos días sólo estoy posteando artículos de La Nación, otra vez les voy a dar La Razón.
Hoy hizo su primer envío el famoso politólogo Anthony Giddens, o Lord, como dice su firma, al que no le voy a rendir pleitesía (el único lord con vida que admiro es Lord Khyron). En este artículo me descepcionó Giddens: repasando la situación mundial y EEUU, el autor de la tercera vía apenas pudo apestillar a Bush por la creciente desigualdad y alarmar sobre el cambio climático.
Para Giddens, el "debilitamiento de EEUU" lo obligará a abandonar el unilateralismo para empezar a cooperar con los demás países. En fin, no hay ningún párrafo de su artículo que merezca ser citado.

El otro artículo vinculado a temas internacionales y específicamente a Irán, es mucho mejor y provienie de un ignoto profesor de San Andrés que nos servirá para ampliar lo hablado en los últimos días sobre el el tan -ya es una muletilla- enigmático enigma de Irán.
Según acreditan los científicos que lo mantienen, en el doomsday clock, que mide el peligro de una guerra nuclear, estamos pasando por una mala hora. A la shakespeariana pregunta sobre si Irán o no Irán (a bombardear, esa es la cuestión), Tokatlian arrima una pronóstico por el lado afirmativo:
En lo inmediato, el tema que puede conducir al escenario catastrófico es Irán. Las señales, los movimientos, las provocaciones, las filtraciones y los dispositivos insinúan un eventual ataque contra ese país por parte de Estados Unidos y/o de Israel, en algún momento del primer cuatrimestre de este año. Los neoconservadores más tozudos y reaccionarios, dentro y fuera de la administración del presidente Bush, no se sienten derrotados –a pesar del fiasco político-militar en Irak y del descalabro legislativo-electoral interno– y aspiran a castigar con severidad a Teherán, como parte de la “guerra contra el terrorismo”. La derecha en Tel Aviv considera que Irán representa una “amenaza existencial” para Israel y que es imprescindible una acción preventiva contra las instalaciones donde se desarrolla la capacidad nuclear iraní. Las temibles e injustificables posturas, pronunciamientos y políticas del presidente Mahmud Ahmadinejad contra la existencia del Estado de Israel alimentan, sin duda, un ambiente belicoso en la zona.

Nuestro analista no parece ser capaz de diferenciar las señales propias de esta tan peculiar comunicación que tienen EEUU e Israel con Irán, de la guerra misma, a la cual da, (y es tentador hacerlo) por descontada. Las señales son todas de guerra, es indudable desde el punto de vista militar (ver este excelente artículo de Eric Margoris). Sin embargo, vuelvo a recordar que no es la militar no es la única perspectiva. No se le escapa al articulista la naturaleza conflictiva que implica en la región la "irrupción de un nuevo poder regional" como Irán, y las dos alternativas de EEUU para lidiar con ella. Puede usar a Irán como un elemento que equilibre el poder en medio oriente (no sería la primera vez que Irán sirve al propósito), región en la que Israel dejaría de ser la única potencia nuclear, o puede atacar al programa iraní, para dejar intactas las relaciones de poder vigentes hasta hace unos años.
Cualquiera de las opciones conlleva un riesgo para ambos. Al término de esta puja, Irán puede quedar con el poder para disuadir el ataque de cualquier enemigo, o puede quedar...borrado del mapa. Como dicen los norteamericanos, careful what you wish for -you might regret it-. O, retrucándola, vale crear una frase a partir de otra más sabia y antigua: "el que juega con radiación, se contamina."

Basta de manipular el lenguaje

Salieron dos artículos en La nación el otro día sobre distintas deformaciones del lenguaje. Disculpen el floreo de los autores; es una forma alambicada de mostrar sus credenciales. Uno versa sobre la novedosa costumbre, políticamente correcta al extremo, de remarcar el género masculino y femenino cuando en el castellano tradicional bastaba el sujeto genérico.
Como decir "queridos amigos" es machista, se suplanta por "queridos/as amigos y amigas". En fin, una estupidez que no tiene género; no será ni la primera, ni la única, ni la última.
La palabra todos no es precisamente discriminatoria. Lo dice el diccionario, todos quiere decir todos, pero además lo refrendan Perogrullo y el sentido común. Sin embargo, lo políticamente correcto es dirigirse "a todos y a todas" (si hubiera niños, ¿habrá que agregar "toditos y toditas"?).

Pero aclarar algo que para la mayoría de los mortales estaba claro supone crear un equívoco. Es una imposición binaria. Quienes insisten en hablar como siempre, con sujeto genérico (inevitablemente masculino), corren el riesgo de quedar bajo sospecha de ser machistas irreductibles, personas que se oponen a que las mujeres ganen igual salario que los hombres, a que ellas vayan a la cancha, conduzcan cosechadoras o presidan una fábrica de bujías. Hasta podrá inferirse que si un ingeniero dice que calculó las horas hombre que demanda la construcción de un puente es evidente que el tipo es de los que no quieren que las mujeres voten.


El otro es sobre el también mal hábito de inventar palabras, o el de usarlas en un contexto manifiestamente erróneo. En lugar de aceptarlas como vienen, las retrucan, fuerzan. El lenguaje así ya no es una convención avalada por la costumbre, sino una creación individual exponente de insumisión.

Pero el escuchador se pregunta, entonces, cómo será la manera en que las palabras viven, cuáles quedan y cuáles mueren, por qué razones, por ejemplo, de malo se deriva maldad y no maleza, si en cambio de bello la belleza se cae de madura (porque beldad ya se va por las ramas del cumplido o de la descripción entusiasmada), o por qué no "bellesitud", haciéndose eco de la misma final desinencia donde cae la juventud, que por algo no es "jovencia", "joveneza" o "jovenza", así como es mortandad y no muertismo. Por qué alegría y no alegritud o alegranza o incluso alegridad.

Cuáles son los caminos que llevan a la destrucción y evitan, en cambio, un posible "destruimiento", pero convierten la compañía, en el mejor de los casos, en compañerismo, y en el peor en el aburrimiento y la obligación de soportarse, cuando no en un acompañamiento neutro.

miércoles, febrero 07, 2007

Siguiendo el enigma de Irán

Seguimos con lo de Irán. En La Nación publicaron una entrevista a Samuel Hadas, diplomático israelí. Le preguntan sobre las relaciones entre Israel y el Vaticano, tema por demás interesante, pero me centro en los últimos comentarios donde da su percepción sobre medio oriente.

-¿Por qué cree que si 2006 fue un año de violencia, desestabilización y terrorismo en Medio Oriente, 2007 puede ser peor?

-El conflicto palestino-israelí alcanzó nuevas cotas de violencia, al borde una tercera intifada; Gaza arde y los enfrentamientos palestinos pueden desembocar en una guerra civil. El triunfo de Hamas desató un tsunami. El Líbano acaba de padecer una guerra que no era la suya y cuyas consecuencias aún están en gestación. En Israel muchos piensan que la guerra en el Líbano fue un fiasco, salvo para alejar a Hezbollah de sus fronteras. Y Hezbollah quiere derrocar al gobierno de Fouad Siniora. Siria, envalentonada, sigue sirviendo de santuario a organizaciones terroristas y por su territorio afluyen a Irak los elementos terroristas que contribuyen a desestabilizarlo. La guerra de Irak ha sido costosa políticamente para Estados Unidos y profundizó el encono del mundo árabe contra su política. En Irak hay caos...

-¿Qué pasaría si Irak se fragmentara, si se separara Kurdistán?

-Afectaría mucho a Turquía, porque hay kurdos de uno y otro lado de la frontera.

-¿Qué papel juega Irán?

-El régimen teocrático de Teherán continúa con su carrera armamentista nuclear y con su proyecto de hegemonía regional, sin que la comunidad internacional logre detenerlo. Pocos dudan de que ese programa nuclear persigue objetivos militares. La ambición nuclear de Irán podría crear una reacción en cadena, con Egipto, Arabia Saudita y Turquía buscando mantener el balance mediante la adquisición de armas nucleares.

-¿Israel tiene la bomba atómica o no la tiene?

-Si lo supiera, no se lo diría.

Su análisis es perspicaz, y aunque no coincide del todo con el que yo hice, muestra cierta concordancia y sirve de complemento al enigma de Irán. Por ser una voz autorizada al tratarse de un funcionario público y además diplomático, deja entrever la estrategia israelí ayer descripta. La misma consiste en dar como seguro lo que es dudoso y afirmar como dudoso lo que es seguro. La posición -que es la oficial de Israel- se ve en la negritas de la cita: juega con las contradicciones propias de las reglas de la actual disputa con Irán. El programa nuclear iraní (secreto y de otro país) es militar, mientras que acerca del propio (que también es "secreto", pero a voces) no se sabe.

martes, febrero 06, 2007

El enigma de Irán

Ni la guerra preventiva ni el holocausto nuclear son inevitables si Irán, Estados Unidos e Israel comprenden la lógica del tira y afloje.

Para entender el enigma de Irán hay que apartarse de la mirada tradicional, portadora de tal simplicidad que pierde valor analítico. No se llegará a mucho planteando la contienda como una serie de amenazas en que la desobediencia de aquella dirigida a Irán acarreará por parte de EEUU y/o Israel un ataque preventivo. La ausencia o retraso de dicho ataque, y la continuación de los planes iraníes vendría a significar el inexorable holocausto nuclear. Semejante esquema da por presupuestas, como si ya estuviesen predeterminadas, acciones que al momento de analizarse revelan la complejidad del asunto, condicionado por la multiplicidad de variables en el orden militar, diplomático y político. Si los términos fueran los barajados, sólo quedaría por responder una pregunta: ¿Cuándo?. Es decir, ¿Cuándo desactivará Irán su programa nuclear? O en su defecto, ¿Cuándo se dará el ataque de EEUU y/o Israel?. Adentrarse en cómo será el ataque (si quirúrgico o si por tierra, mar y aire, etc.) sirve poco si todavía consideramos vigentes, como parecen estarlo -y el retraso en el ataque configuraría prueba de ello-, otros elementos de persuasión.

Cuesta pensar que sean las maniobras diplomáticas las que puedan evitar la guerra, cuando no existe diálogo directo entre los norteamericanos e israelíes y los iraníes, sin relaciones oficiales (e Israel ni si quiera es reconocido como estado). La ausencia de diplomáticos no invalida del todo la comunicación, puesto que las señales siguen llegando, principalmente en forma de provocaciones, desafíos y amenazas mutuas.

Con un tenso ejercicio de tira y afloje, los involucrados se prueban para corroborar la incidencia de su propia provocación en la conducta del otro. El manejo es muy similar al que había entre superpotencias durante la Guerra fría, con una salvedad: era inviable otra aproximación, pues una guerra directa podía derivar en holocausto nuclear.

Aquí la puja es para que Irán no alcance esa capacidad, y una acción militar a tiempo suena como viable si no trae consigo las mismas consecuencias que hubieran correspondido a un enfrentamiento directo con la URSS. Sin embargo, si Irán ya goza de un arsenal nuclear, el costo de atacarlo sería enorme, y mucho mayor si otra potencia nuclear (China o Rusia) lo protege, aunque hoy parece dudoso que la causa de la soberanía iraní merezca semejante sacrificio, más allá de la estrecha cooperación técnico-militar y lazos comerciales que unen a los gigantes asiáticos con la república islámica.

Las declaraciones altisonantes de Ahmadineyad sobre nuevas demarcaciones de mapas causaron preocupación en la comunidad internacional, y la consternación provocada es justificada de suponerse que los temerarias insinuaciones sean sinceras y denuncien su verdadera intención respecto a Israel.

El temor hace que no todos los dichos del presidente iraní puedan tomarse con la misma seriedad. Cuando proclama la intención pacífica de su programa nuclear, en concordancia con la pertenencia de Irán al tratado de no proliferación nuclear, es visto cuando menos con sospecha. Cuando alardea en una muestra de retórica antinorteamericana, de pronto es creíble. Hay que tomar ambas manifestaciones como lo que son, ardides, y no como confesiones sinceras o mentiras descaradas.

Al pretender darle uso civil a la energía nuclear, no necesariamente hay que tomarlo como una mentira, ya que en un futuro con cada vez más crisis energéticas fruto de una mayor población y consumo, diversificar la producción energética y desarrollar otras fuentes, incluyendo la atómica, descontando el costo político –enorme- no luce disparatado. Tampoco ha de creerse que la relativa autosuficiencia iraní de petróleo y gas es óbice para exportar o almacenar sus excedentes, a no ser que sufra un embargo o un ataque militar de gran magnitud y quede comercialmente aislado. La preocupación radica en que se vuelque al desarrollo de armas atómicas e ingrese al club nuclear. Y aunque ha manifestado que no enriquecerá el uranio con ese fin, no puede descartarse que lo haga de todos modos si siente que su país será atacado. La situación es tan delicada que ambas partes están persiguiendo sus intereses sin cruzar la delgada línea pasada la cual se daría a entender que las decisiones ya están tomadas y la única salida será la guerra. Si Irán cree que será atacado sin más, el acorralamiento lo llevará a contrarrestar desesperadamente acelerando o iniciando la investigación, desarrollo y fabricación de armamento nuclear.

Las provocaciones de Ahmadineyad contra Israel forman parte de un discurso antiamericano que ataca verbal y sentimentalmente al principal aliado en la región, y lo probable es que sólo se trate de retórica para ganarse la simpatía de los árabes musulmanes, de una manera que aprovecha y ahonda la tradicional rivalidad semítica. Este recurso de fraccionamiento ha sido ampliamente explotado durante la historia, lo que motiva la sospecha de ser iraní la cizaña detrás de Hezbolah y Hamas y sus ataques contra Israel.

La demagogia de la política iraní, semejante en sonoridad a la de Chávez, encuentra frutos a recoger en la atención captada por la opinión pública internacional y el resentimiento y postergación que sienten los musulmanes, que ha llevado a decir, por ejemplo, al Sheik Moceen Alí que Irán es el orgullo de Islam.

El discurso no es muy elaborado: consiste en romper el cerrojo del club nuclear para ingresar sin invitación y en lo que resta, reeditar la vieja concepción de que el sionismo es el causante de todos los males en la región. La proximidad entre los postulados antisionistas y el antisemitismo clásico hace suponer que Ahmadineyad querrá continuar la solución final de Hitler, pero la variada composición demográfica iraní reconoce matices. Irán cuenta con una comunidad judía de 30.000 personas, la más grande en medio oriente luego de Israel. La mayoría se concentra en Teherán (donde Ahmadineyad fue alcalde) y en general, fuera de cierta discriminación legal –condenable-, no han sido molestados en demasía, mucho menos aniquilados. Ni Israel ni la comunidad internacional toleraría un nuevo Holocausto, pero quizás tampoco los mismos iraníes ni lo los clérigos más duros, sabiendo que no figura en su ideario y en la inteligencia de que no lo han tratado de acometer ni solapadamente. Los casos en que los judíos persas sufren persecución se relacionan con aquellos acusados de colaborar con el sionismo, lo cual retorna a la lógica del estado en pie de guerra y se retro-alimenta en un discurso combativo.

A pesar del orgullo que le puede reputar a los fieles musulmanes la provocativa política iraní y su recurrente diatriba antiimperialista y antisionista, no deja de ser un dato de la realidad el que Irán sufriría un daño peor al que tuvo en la guerra sostenida contra Iraq si fuera a enfrentarse con Israel y Estados Unidos, y la implementación de arsenal nuclear en la contienda podría llevar a su propia desaparición.

Además, en el frente interno la oposición crece y la abierta política de provocación y confrontación apoyada en la carta nuclear pierde partidarios, con cada vez más disidentes, incluso en el clero gobernante, en un régimen político por cuya naturaleza se puede remover fácilmente al presidente.

De existir la convicción de que será atacado por Irán, a Israel no le queda otra opción de hacer lo propio de manera preventiva. Sin embargo, a dicho nivel de convicción todavía no se ha arribado, dado que Israel, en combinación con EEUU, está participando del mismo juego (en cuanto a las reglas, no por que esto tenga nada de divertido) de tira y afloje. La estrategia consiste en dejar en claro que no se tolerará bajo ninguna circunstancia que Irán posea armamento nuclear (interés comprensible), pero sin llegar a hacer obvio, evidente ni inevitable un ataque preventivo más allá de la decisión que tomen en Irán respecto al programa nuclear. Pasar, por insinuación, un mensaje así de ambivalente es difícil y que se entienda lo es más aún, pero es lo más próximo a lo que puede llegar para permitir una coexistencia de ambos intereses, por lo que el intento no es vano. Los caricaturistas neoconservadores Cox&Forkum, quizás sin saberlo, han ilustrado la lógica de este tipo de disputa de manera ejemplar. El mensaje es algo así como: “desistan con su plan, porque tarde o temprano atacaremos, pero no es seguro”. El último elemento de la amenaza en principio firme (no es seguro), es la válvula de escape por la cual Irán no queda del todo acorralado contra las cuerdas en la situación dada cuando sólo puede optar entre desistir su programa o ser atacado, y la primera no lo resguarda de ocurrir lo segundo. A veces una solución que no conforma a nadie es lo más parecido a una solución que conforme a todos. Un programa nuclear con fines pacíficos que permita la inspección internacional no da mucha seguridad, pero sale, como válvula de escape que es, del actual estado de precariedad donde se ven más amenazas que intenciones. La displicencia iraní en las inspecciones en el marco de la IAEA evidencia que Irán tiene fuertes intereses en mantener en secreto su desarrollo nuclear; la intransigencia en este punto no es algo que ayude al acercamiento.

La dificultad para encontrar una salida es en parte producto de los reiterados desencuentros que en los últimos tiempos ha vivido la región. Irán se encuentra entre Iraq y Afganistán, dos países que han sido invadidos como parte de la guerra contra el terrorismo. Otros países colindantes, Turquía y Pakistán, -este último con poderío nuclear- son aliados de moderado compromiso con EEUU. Si a las potenciales bases se agrega el precedente del derrocamiento de Saddam Hussein con la invasión a Iraq motivada por su presunto programa de armas de destrucción masiva (armas de destrucción masiva –gas- que Hussein sí utilizó contra Irán con la complacencia del gobierno de Reagan), el temor que sienten los iraníes por la creciente influencia norteamericana en la región es fundado.

El desatino de Iraq también ha desprestigiado a la Mossad, que apostaba a la existencia y utilización de armas de destrucción de Hussein contra Israel, en un ataque que nunca llegaría, quedando la opinión pública israelí absorta por la falla del servicio de inteligencia más profesional del mundo. Más recientemente, la espinosa campaña contra Hezbollah caracterizada por la falta de resultados, ha logrado mermar la confianza en la IDF (y en particular la IAF), la dirigencia política y la comandancia militar. Una incursión aérea israelí, tan solicitada en círculos neoconservadores, dirigida a destruir el programa nuclear iraní, no estaría libre de riesgos ni costos. Los objetivos están lejos, dispersos, enterrados y bien protegidos y podrían costar numerosos aviones y pilotos, siempre necesarios en una contienda mayor nacida de las tantas hipótesis de conflicto de Israel, aumentada además la probabilidad de que afluyan como represalia por parte de Siria y Hezbolah. Si el ataque lo protagoniza EEUU, la acción israelí puede resultar superflua y atraer el conflicto hacia su territorio, pero también le aportaría legitimidad de modo que EEUU no quedaría solo en la empresa.

Es dable la perspectiva en que, como en la guerra del golfo Pérsico, los aliados musulmanes de EEUU se nieguen a participar en una contienda que circunstancialmente los coligue con Israel. Será tarea de los norteamericanos lidiar con este celo, porque en una guerra extendida la participación de los países limítrofes puede resultar muy útil.

Irán se dirige hacia una posición de cada vez mayor aislamiento, con el programa nuclear como causa y pretendida salida a la vez. Hasta ahora sólo ha cosechado la solidaridad de los 118 países no alineados expresada en la reciente declaración de La Habana en apoyo a la soberanía iraní en el uso pacífico de energía. La diplomacia de Teherán no ha logrado hasta ahora el mismo convencimiento en los países de Europa.

La crisis está resultando de gran costo político tanto para EEUU e Israel como Irán. Los ayatolahs han agotado casi todo su capital político (capacidad de tomar decisiones soberanas, con un costo) en demagogia islamista y han llegado demasiado tarde como para desarrollar un programa nuclear suficientemente discreto e inspirador de confianza sobre sus fines, en un contexto de Guerra contra el terrorismo en que las naciones desarrolladas se encuentran notoriamente sensibilizadas frente a los arrebatos islámicos.

Israel desde su creación ha estado ocupado con el problema árabe, una historia y presente con altibajos, ya que se ha pacificado con Egipto y Jordania, pero queda irresuelto el asunto palestino, y la inestabilidad de sus vecinos al norte es materia de permanente preocupación. Ha tenido que asumir recientemente el peligro representado por el liderazgo de un Irán que envalentona al fraccionado mundo islámico en torno a Israel. El formidable pero pequeño ejército israelí no está para ser arriesgado en cualquier jugada como no sea una en que esté realmente en juego la seguridad de su estado. Arribar a ese diagnóstico será tarea conjunta de las hábiles diplomacia e inteligencia israelíes, quedando la acción militar –con o sin EEUU- como medida de última ratio.

Estados Unidos se ha enfrascado en una guerra que ya no le reporta beneficios, con resta de credibilidad y aliados. La ausencia de resultados, creciente número de bajas y la flaqueza discursiva ha generado oposición en el plano nacional e internacional, de resultas a lo cual quedó minada la base de poder de Bush, quien sólo con suma dificultad puede mantener el esfuerzo de guerra en Iraq y Afganistán, a verse perjudicados por la apertura de un frente más. Con el poco capital restante puede intentar este ataque militar a Irán –nadie lo ha descartado-, o puede tratar de maniobrar en los términos que aquí se han descripto.

Los tres países, temerosos y a la vez desafiantes, y aislados en el caso de Irán, o golpeados en el de EEUU, o dubitativos en el caso de Israel, deberán, en una combinación que maximice sus restos de influencia política, diplomática y militar, seguir maniobrando hasta arribar a una salida compatible con los respectivos intereses.

domingo, febrero 04, 2007

Queridos lectores

Hoy es uno de esos días donde se conmemora ya no el aniversario del nacimiento del blog, sino el de su autor, hace 24 órbitas al sol. Esto de cumplir en febrero nunca me hizo mucha gracia, pero tampoco elegí que día salir. La fecha es compartida con Ludwig Erhard (1897-1977), Charles Lindbergh (1902-1974), Isabel Martínez de Perón (1931), George Romero (1940), Alice Cooper (1948), Oscar de la Hoya (1973) y Natalie Imbruglia (1975). Además se dieron numerosos hechos de trascendencia institucional.

viernes, febrero 02, 2007

Firecagada

Había terminado de escribir un largo comentario sobre Apocalypto de Mel Gibson, cuando el Firefox crasheó y perdí todo. La última vez que me fijé, esto era un browser, no un casino, pero se trastocaron los papeles. Y pensar que abandoné el internet explorer por inestable...
Volvamos a Iwo. Dejo un buen artículo de Historynet.