En la cumbre de ayer estaban sentados los presidentes Alan Garcia (1985-1990 y 2006-) por Perú, Daniel Ortega (1985-1990 y 2007-) por Nicaragua y Lionel Fernández Reyna (1996-2000 y 2004-), de anfitrión dominicano. Faltaba nomás otro reincidente en el cargo como Oscar Arias Sánchez de Costa Rica (1986-1990 y 2006-), pero el espíritu retrospectivo se sentía. Y se sentía tanto como para poder afirmar la presencia de De La Rua. Estaba no sólo en la dispersión de la jurista feminista-humorista botóxica multilateral bipolar antiadjetivante; también estaba en la campera de gamuza de Daniel Ortega. Con razón era tan aburrido el lento discurso fuera de tema del sandinista, próximamente pelado. Como el capítulo de los simpsons en que Homero se implanta el pelo de Snake, el asesino, y se convierte en asesino.
Al finalizar la reunión, se registró el siguiente diálogo:
Correa: qué campera aburrida
Ortega: ¿más que mi discurso?
Correa: ¡qué buena campera!
Ortega: mejor que tu camisa seguro, pebete.
Correa: bueno pero algo en común tenemos
Ortega: ¿que nos estamos quedando pelados?
Correa: Sí, y que no usamos corbata
Ortega: qué corbata querés que te haga juego con esa camisa de payaso
Correa: habló el señor campera de gamuza..."dicen que soy aburrido"
Ortega: vos debés usar medias con rombos
Correa: al menos uso medias.
Ortega: ¡Se acabó! rompamos relaciones diplomáticas.
Correa: Rompamos entonces. Voy a militarizar la frontera que no tengo con Nicaragua.
Ortega: y yo voy a mandar el ejército que no tengo.
Correa: te espera mi flota del lado pacífico del canal de panamá, si te animás.
Ortega: vení vos del lado atlántico si te animás, con tu flota de barquitos de papel ¿Que me vas a tirar, con bananas?
Correa: muy bien. Ahí te voy a dar banana. Pero antes hagamos una cumbre, te parece?
Ortega: excelente. Prepará la satisfacción a mi campera de gamuza.
Correa: será por sobre mi colorida camisa...
Ortega: muy bien
Correa: bueno
Ortega: listo entonces
Correa: sí...
Ortega: bueno chau
Correa: chau
Al rato de un silencio
Ortega: Chávez es más amigo mio
Correa: no, ¡mio! ¿de dónde creés que viene mi apellido?
Ortega: ¡es mío! me quiere más a mí!
Correa: no, a mí. Vino a mí cumbre!
Ortega: sí, pero no te defendió, y se abrazó con tu enemigo Uribe.
Correa: ah mirá quien habla, Roberto Carlos y su millón de amigos.
Ortega: no subestimes el poder persuasivo de una campera de gamuza. Evitó la guerra que estaba tratando de inventar. Vos te fuiste llorando.
Correa: yo quería mi guerra, estar del lado de Chávez.
Ortega: eso es porque es más amigo mío
Correa: ¡que es mi amigo te digo!
y así siguieron...
domingo, marzo 09, 2008
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3 comentarios:
en casos como estos (ortega, correa,evo) creo que el hábito SI hace al monje nomás...
aunque pensándolo bien, no siempre. chavez estaba de saco y corbata -roja-
semiótico marcos eco: esperamos su análisis
Qué aburrido el artículo de Página K. Esa Sandra Russo también le debe dar a la gamuza.
Muy bueno el diálogo Marcos. El problema de estos dos muchachos, al igual que el del inefable Evo, es pensar que la rebeldía pasa por andar por la vida hecho un ridículo. Típico de adolescente, que es el estado en que estamos como sociedades al elegir estos gobernantes y apoyar sus ideas estúpidas y comprobadamente falsas.
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