domingo, abril 06, 2008

Derecho al macaneo

—¿Entre esos libros de juventud estaba Heidegger?

—Heidegger no es filosofía, es macaneo puro, pero a diferencia del macaneo psicoanalítico, ni siquiera es divertido.

—Ah, encima es aburrido.

—(Se ríe) Y sí, es aburrido porque nadie entiende nada. Por ejemplo, decir que el tiempo es la maduración de la temporalidad o que el ser es ello mismo... Si se dice en castellano uno se muere de risa, pero dicho en alemán parece muy profundo. Claro que no todo lo que dice Heidegger es macaneo, sino que mucho de lo que dice es simplemente falso. Sus frases pueden dividirse en dos clases: las que tienen sentido y son falsas, y las que no tienen sentido, por lo tanto no son falsas ni verdaderas, que son las características del existencialismo, tanto de Heidegger como de Sartre. Es macaneo puro, y todo el mundo tiene derecho al macaneo, tendría que permitirse el existencialismo para todo consumo, pero sin obligar a nadie. Al masoquista, si le interesa lastimarse, que se lastime, pero después que no vaya al hospital pidiendo que lo curen.

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3 comentarios:

hugo dijo...

me parce marcos que para bunge todo es o negro o blanco, no hay grises, salvo con su opinión sobre chávez curiosamente

lo del nombre del escritor francés...en fin, todos vamos a llegar a viejos, no se si a esa edad...

Marta Salazar dijo...

te pondré un link en el blog de pensamientos...

MarcosKtulu dijo...

Hugo es asi esta gente especial. Todo en los extremos, dandole con un palo al que ubique circunstancialmente y a piaccere en el otro. Es la bilis de Bunge con el sicoanalisis, o de Sebrelli con la "irracionalidad" (básicamente el posmodernismo), o de Popper con el historicismo. Nosotros los mortales podemos atemperar un poco más los juicios.
Martuli, en un capitulo de "En busca de un mundo mejor" Popper se propone escribir en facil lo que Habermas (influenciado por el existencialismo) escribe en dificil. Elabora así una tabla de doble entrada, donde va colocando las oraciones originales y al lado la traducción...al mismo idioma.
Muchos filósofos, con su lenguaje poco claro buscan florearse antes que comunicar.