lunes, enero 08, 2007

Reflexiones sobre Occidente

Este muchacho, Al-Jaím llena la boca hablando de "nosotros, Occidente" y vive en...Panamá, que lo único que debe tener de "occidental" es el canal. Y que la naturaleza hiciera ese lugar propicio para su construcción es más accidental que occidental.
Occidente, por si no se enteró, para los que "occidentalistas" termina en el Rio Grande (en la General Paz que circunvala Buenos Aires, dirían otros). Al sur de Texas hay selva, salvajes y demás yerbas con comportamientos diferentes a los del norteamericano.
Si desde un país menor no te querés caer de la civilización, en tu mente y escritos podés extender caprichosamente los límites de esta super-entidad, o podés, sencillamente, evitar acudir repetidamente a una palabra que lo es todo y no dice nada. Entiendo a un neoconservador norteamericano cuando dice "nosotros, Occidente". Está diciendo "nosotros, EEUU". ¿Pero a qué se refiere un panameño cuando dice "nosotros, Occidente"? ¿"Nosotros, Panamá"?. Aparte del sitio donde se construyó un canal navegable, Panamá no ha aportado nada a las ideas y valores que supuestamente edifican el orgullo Occidental. No se puede pensar en una libreta del almacén de Occidente en donde Panamá figure como acreedor (proveedor). La identificación con Occidente desde un país insignificante muestra en quien la realiza una aspiración de ser EEUU, pero este proceso sólo es mental, pues en la realidad ninguna comparación los puede mostrar como iguales, como partes de una misma cultura. La utilización del concepto de occidente apunta a borrar las diferencias entre los países que integran imaginariamente el orbe occidental y a resaltar las diferencias con los que quedan excluidos de él. Así, cuando uno desde Panamá dice "nosotros, Occidente", en el plano interno está equiparando todo lo que hay adentro, como si fuera lo mismo vivir en EEUU que en Panamá o como si ambos hubieran aportado lo mismo a una cultura única con la que se identifican. En el plano externo se jerarquizan las civilizaciones. "Mi civilización es mejor", dice, siempre desde Panamá, un narcisista que se jacta de lo que no es o no tiene como si verdaderamente lo fuera o lo tuviera. No se puede convivir con el salvaje perteneciente a otra civilización; somos incompatibles.
Un narcisista que ama tanto a su...¿patria? occidentental, ¿Qué puede ver en los demás, tanto dentro como afuera, que no muestran el mismo sentimiento? Odio. La respuesta a un sentimiento exacerbado, es otro sentimiento exacerbado. Desde otras civilizaciones "nos" odian. ¿Por algo que les hicimos, por algo que dejamos de hacer? No, nos odian por lo que "somos" y lo que representamos [insertar aquí moralina occidentalista]. ¿Y dentro de Occidente, cómo se ve a los que no aman a Occidente tanto como los occidentalistas? Se los ve, al igual que los de afuera, como a los que odian a Occidente. El post a donde se dirige el link destacado se titula "¿Por qué los europeos odian a Occidente?.", una letanía con 14 veces impresa la palabra occidente, que incorpora la poco conocida hesperofobia, inventada por el historiador Robert Conquest (que apellidos que tiene esta gente) para describir el miedo u odio a occidente.
Como para toda fobia suele existir una filia, me pregunto si no será igualmente grave la Hesperofilia, es decir, el amor obsesionado por Occidente. ¿Por qué no sospechar, tambien, la existencia de una Hesperomanía, u obsesión descontrolada por occidente?
Con este lenguaje definido, podríamos afirmar que el atentado del 11 de septiembre es una expresión de Hesperofobia, mientras que Iraq lo es de Hesperomania. Los panegíricos de occidente como los que analizamos no serían, entonces, otra cosa que una muestra de Hesperofilia, a menudo peligrosamente próxima a la Islamofobia. Islamofobia contrapuesta por una Islamofilia, que consistiría esencialmente en una Hesperofobia y Judeofobia. (ver más filias y fobias). Todas juntas terminan conformando un absurdo entramado de pasiones nada inocuas.

Amar algo no implica odiar su contrario, pero hacerlo hasta el extremo de la obsesión fertiliza el terreno como para dar vida al maniqueísmo hoy imperante tanto en "occidente" como en oriente. Cuando mucho se habla de islamofascismo, no huelga apuntar sobre el hesperofascismo.
Aparentemente el relativismo moral y cultural es contrario a occidente, por lo tanto cualquier concesión ante la sensibilidad de la otra cultura es antioccidental. Guardar por miedo la bandera inglesa con su la cruz (reminiscente de "cruz-ada") o protestar porque en la Iglesia no se permite ordenar sacerdotes mujeres es antioccidental y una derrota frente a la otra cultura. Ahora, crear leyes que castiguen con prisión a los que niegan el holocausto o prohibir la simbología nazi sí es occidental. "Occidente" por más absoluto y monolítico que se muestre, también es muy relativo y tiene sus propias sensibilidades, lo cual también puede cultivar la tierra para el surgimiento de filias y fobias, o incluso resurgimiento (como los fenómenos del neonazismo y el nuevo antisemitismo).

A lo largo de estas lineas debo preguntarme si me tildarán de hesperofóbico, de hesperonihilista o hesperoescéptico. Lo último me cierra mejor.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Una cosa nomás, las leyes fascistas de meter en cana a negacionistas es en Europa no en EEUU, algo que se debería aclarar.

Y definitivamente sos un hesperoescéptico.

MarcosKtulu dijo...

Así es, son leyes vigentes en Francia, Polonia, Bélgica, Alemania, Austria, Suiza y Rumania. Castigan decir lo que en estos espacios llamaríamos políticamente incorrecto, y es por esto que lo castigan, no tanto porque sea una sandez negar el holocausto. Pero algunos creen sólo son políticamente incorrectos aquellos gestos que ofenden al Islam.

Marta Salazar dijo...

Si tú le preguntas a un alemán, si un panameno es occidental, sin duda , te dirá que no. Que es "latinoamericano".

Para Europa, occidente es sólo Europa occidental y los EEUU, but no more.

En los '70, a los ninos alemanes, en el colegio, les ensenaban que Europa terminaba en los Pirineos y, por tanto, Espana era parte de África.

A veces, a nosotros, a quienes venimos del Sur de Sudamérica (una amiga piensa que somos lejos, los mejores del mundo, en calidad humana, je je), nos dicen en Alemania:

"es que Uds. son tan europeos"...

Incluso Erich von Kuenheld-Lehdin (se acuerda alguien de este pensador liberal austriaco?) decía que Chile podría ser, por su cultura "europea" parte de la Unión Europea (esto, lo decía a fines de los 80).

Yo, después de vivir tantos years en Europa... como están las cosas, no creo que ninguna alabanza que digan esto.

El Occidente de la Edad Media desapareció hace siglos.

El Occidente de la Edad Moderna (de la Ilustración, como dicen algunos) desapareció, en el mejor de los casos, después de la I Guerra.

A lo que se refieren los gringos cuando hablan de Occidente, je je. Eso ya es como un cuento chino.

Creo que estamos a las puertas de algo nuevo.

I hope so!

Dieguistico! dijo...

Igualmente hay toda una tradición de pensamiento greco-judeo-cristiana que delimita lo que podemos llamar "Occidente". Y creo que los "sudacas" todavía caemos ahí dentro (a excepción de algunas partes de centroamérica y los andes sudamericanos, donde todavía prevalecen culturas precolombinas).

Lo de "occidente" lo defino como ciertas categorías a partir de las cuales partimos, ya sea para apoyarlas o negarlas. "Individuo", "democracia", "derecho", etc. son nociones de la tradición occidental. Eso no quiere decir que no sea también occidental decir "el individuo es una gran porquería, viva la Nación" (como lo haría un nazi) o "me cago en los derechos, puros prejuicios burgueses" (como diría un comunista). Simplemente que a un oriental, un aborigen australiano o un colla, ni siquiera se le ocurre pensar en esas categorías. Creo que eso es lo que define la deleterea idea de "occidente", que puede incluir a los que aman la libertad, los que la odian, los relativistas, los islamofóbicos, los nazis, etc., porque lo que los caracteriza no es la similitud de sus ideas, sino que las mismas se basan en ciertos conceptos comunes de los que extraen distintas derivaciones.

Marta Salazar dijo...

El Occidente de Diego, ese sí me gusta! A ese sí lo "defendería".

Pocas veces he estado tan de acuerdo con alguien como con estas palabras de Diego.

Marcos: no te había dicho, pero cada día ganas en versatilidad y elegancia al escribir.

Wolvh Lórien dijo...

Algo que en mi opinión caracteriza occidente es la influencia liberal. A pesar de todo lo que los críticos al occidentalismo puedan decir, lo cierto es que semejante actitud autocrítica no es posible en otras culturas.

En la "cultura" occidental podemos encontrar una gran diversidad cultural, de tradiciones, de opiniones, etc. Mientras que el resto de las culturas ha recibido más influencia de filosofías más colectivistas y menos liberales. Es más difícil pensar diferente.

Ojo, eso no quiere decir que occidente es la utopía liberal. Por algo lo de la persecución política en europa a los que niegan el holocausto.

La influencia del liberalismo en occidente se ha dado por dos vías. Una la directa, es decir, la propia filosofía liberal como filosofía de la tolerancia y de las libertades individuales.

Pero la otra son las corrientes inmigratorias hacia occidente (Europa y EEUU principalmente) que han alimentado aún más la diversidad, y que sólo ha sido posible gracias a la influencia de un liberalismo económico que ha atraído la inmigración hacia los polos de desarrollo.

En ese sentido, podemos decir que occidente por excelencia son eeuu y europa.

América Latina es más difícil incluirlo en Occidente. Pero también recibe una buena influencia occidental.