Resulta que a Pío lo tiene a mal traer la ocupación francesa en las guerras napoleónicas, pues
El ejército de Napoleón, claro está, no defendía nada parecido a la libertad. Así lo entendieron pronto Inglaterra y la mayoría de las naciones europeas que sufrieron sus depredaciones. Representaba una corriente totalitaria e imperialista salida de la Revolución francesa: el nacionalismo francés exacerbado y mezclado con la "libertad" al estilo rusoniano de la "voluntad general", es decir, la tendencia totalitaria opuesta al liberalismo de estilo anglosajón y al español de las Cortes de Cádiz. Además, los invasores significaban la expansión de Francia hasta el Ebro y la conversión del resto del país en una semicolonia. En rigor, las aventuras de Napoleón recuerdan en muchos aspectos a las de Hitler.
En la misma línea de crítica -siempre en aras de la defensa contra el imperialismo francés-, postula como negativo lo que en América no podemos ver sino con buenos ojos. Resalto en negrita el lapsus.
La invasión francesa supuso para España una triple desgracia, porque interrumpió traumáticamente una evolución pacífica hacia mayores libertades, facilitó la liquidación del imperio español y dejó la herencia del golpismo militar, los "pronunciamientos" urdidos por lo común en las logias masónicas del ejército. Además, la demagogia de los invasores y los "afrancesados", combinada con sus atrocidades, empujó a una gran parte del pueblo a identificar el liberalismo con la imposición y el despotismo extranjero, y a rechazarlo todo junto, por una reacción lamentable, pero explicable, depositando una fe milagrera en un personaje tan repulsivo como Fernando VII.
Si lo de Pío no es un equiívoco, pareciera que el imperialismo sólo es reprensible cuando es ajeno. Desde aquí podemos ver las cosas de otra manera. Las ideas que formaron el caldo de cultivo de la revolución francesa y la posterior invasión y ocupación de España, con todos sus errores, excesos y lo condenable del caso aun en contexto de guerra, ayudaron en mucho a la rotura del yugo español en América. Despojar a España de si imperio y dejarlo a los gobiernos locales haya sido, tal vez, uno de los primeros pasos para acomodar a América y a la metrópoli a la nueva realidad histórica. Aunque, claro, a nadie le gusta perder su imperio.
3 comentarios:
admiral mark von ktulu, creo que el "facilitó la liquidación del imperio español" es descriptivo, no valorativo, en el sentido de lamentar una pérdida
a propósito de fernando VII, el deseado, cuya divisa de gobierno era: yo a todos digo si, y después hago lo que me conviene a mi... lo que salvó la naciente independencia de las ex colonias americanas fue la sublevación contra el monarca de las tropas acantonadas en cádiz, para ser enviadas a américa a recuperar las colonias emancipadas, por parte del general liberal rafael de riego.
ahí si veo una contradicción del parece liberal moa, en el sentido que los justamente criticados "pronunciaminetos" se hicieron desde todos lo bandos, incluídos los liberales.-
Lord Perini, si Pío sólo fuera descriptivo, podría haber mencionado el servicio que la revolución francesa hizo a la caída del despotismo, querido o no y por más tardía y paradojal que fuera. Parte de esta caída se efectivizó en la pérdida de las colonias.
Esas quisquillosidades de rivalidades históricas me parecen una reliquia áulica, una pieza de museo académico, cuando no una muestra de estancamiento de la personalidad.
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