lunes, marzo 24, 2008

El campo tiene la razón y las de ganar

El campo tiene la razón porque la retención sobre la exportación (un tributo de naturaleza aduanera) se percibe como si fuera un ingreso bruto (el ejercicio habitual de toda actividad onersa) con una alicuota conocida sólo en las escalas más altas del impuesto a la ganancia; un 44% sobre lo operado en bruto es confiscatorio.
Lo más interesante es que tiene las de ganar, por la capacidad de presión y de resistencia, si se organiza y adapta a las nuevas dificultades. Con la suficiente determinación el campo puede ejercer una presión similar o mayor aún a la de los camineros.
El gobierno sin quererlo ha agrupado a los distintos entidades del campo, de donde resultó el paro y estas medidas de fuerza de cortar el tráfico de mercaderías. Los camineros ven afectados sus intereses, entonces el gobierno los manda/autoriza a romper los cortes, para los viajantes acaso el aspecto más ruidoso y molesto en este fin de semana super largo.
Suponiendo que Moyano consiga liberar las rutas, con o sin violencia, los sectores productivos del campo tendrán a su disposición la medida del paro, con la cual en un principio la protesta será menos ruidosa, pero a la larga más dolorosa para todos. Medida contra la cual los camioneros, gendarmería ni nadie ninguna fuerza podrá hacer valer. Los camioneros podrán circular libremente, pero sin producción, sus camiones no transportarán cosechas. De esta manera sus intereses también se verán afectados frente al hecho de alguien tan tercero como el quien corta la ruta. Reclamos por despidos y demás deberán dirigirse a los patrones y dueños de los fletes, no a los ganaderos, tamberos y chacareros.
Con un paro extendido por mucho tiempo también se verá afectado el gobierno. Sin producción para exportar no hay retenciones para el tesoro nacional. Es de prever que sea el primero en aflojar la manija y bajar las retenciones con el fin de recaudar al menos algo. Con un superavit que no existe, contradice esta salida, la fácil, el que el gasto público venga en aumento de suerte tal que sin una buena fuente de recaudación, se vea obligado a reducirlo. Así como a los productores no les gusta pagar más impuestos, al estado no le gusta reducir gastos.
Por poco que le guste, los aranceles deberá reducirlos en orden a preservar la paz social. De mantenerse intransigente el campo y cortar toda la producción, el desabastecimiento causará malestar en la ciudad, con mayores precios en los principales productos alimenticios -de demanda naturalmente inelástica- y quizás hambre. La gran interrogante es a quién le echarán la culpa de la escasez los habitantes de la ciudad. ¿A los avaros productores o al avaro gobierno? Viendo que los resultados electorales de las ciudades con amplios sectores medios y altos han favorecido opciones opositoras, puede que allí la mirada acusatoria apunte al gobierno.
¿Qué sucederá en los sectores más pobres y sensibles, como los del conourbano, donde paralelamente el gobierno no tendrá tantos fondos para subsidiar ni importar los alimentos?. Sin ir más lejos, hoy el pan sólo está a $2,40 en el INDEC, mientras en un supermercado como Disco está a $5,40. El gobierno va a intentar desligar su responsabilidad y hacer recaer todo aumento en la concuspiscencia de la oligarquía 4x4. ¿Lo más pobres lo creerán? ¿Y si lo creen, qué pueden hacer? Cada uno juega aquí con una estrategia comunicacional. Con los semipiquetes, los productores obtienen aire y cobertura, dan a conocer su razón, aunque por otra parte también desgastan la imagen al exponerse demasiado. Sin semipiquetes su actuación y razón pasa desapercibida, mas no los nocivos efectos de un paro prolongado.
A la larga los efectos del paro pueden ser funcionales a la causa, sin dejar de perder nocividad para los habitantes de ciudades, para el gobierno, y para el campo mismo.
En el caso de los productores de soja, cuya exportación del cultivo vedette y hasta diosa oleagionsa no ha sido del todo prohibidos para quienes trabajan mayores escalas, (como sí ocurre con la carne, de exportación virtualmente prohibida), no sería económico frenar la producción en momentos de precios internacionales tan favorables. El capital tierra, no obstante, se conservará, y hasta el reposo puede llegar a ser útil. Los tamberos y ganderos soportarán mayores pérdidas, ya no como mero lucro cesante, sino con deterioros directos al capital (las vacas y los tambos). Con todas las dificultades propias de reducir la escala y producción, las comunidades agrícolo-ganaderas no pasarán grandes penurias si pueden adaptar el esquema productivo a una economía de subsistencia orientada a la demanda rural. El desafió radicará en lograr que los productores con mayores extensiones dejen de lado la soja con alta carga fiscal para pasar, básicamente, a plantar papas. En la unión y organización estará la fuerza. Aún para quien sienta tentador dejarse robar por el estado, pues al menos alguna ganancia deja, no debe extrañarle que cuando el robo se hace excesivo y generalizado, la producción se paraliza. Los koljoz de la URSS eran cooperativas agrarias obligadas a vender su producción al estado al precio fijado por éste. Tan antieconómico e injusto era el sistema que a las comunidades campesinas directamente les eran expropiados las cosechas y los animales sin nada en retorno. Pronto se dejó de trabajar la tierra y sobrevino la hambruna con millones de muertos. Hicieran lo que hiceran, estaban condenados. Ante en un escenario actual no tan catastrófico, el campo puede dedicarse a sí mismo -para no caer en hambruna- hasta darle el brazo a torcer al gobierno. No se llegará a tanto: el gobierno va a arrugar frente a la tenacidad de los contribuyentes y productores, pero el campo tiene que saber de su ínsita capacidad de resistencia y de la necesidad de organizarse desde este conflicto hacia nuevos tiempos.

6 comentarios:

Alex dijo...

Pensando me di cuenta que la solución el gobierno la tiene al alcance de la mano. El año pasado medite largamente como iba a hacer Cristina para devaluar sin que se la comieran viva. Y no había forma de sacarle rédito, si modifica el tipo de cambio, se le vuelve la gente en contra. Pero ahora, mágicamente... la culpa es del campo! no quieren entregar parte de sus fabulosas ganancias? entonces me obligan a devaluar... 70% de inflación en el 2008? la nafa a $4? la culpa será del campo. Ya está, apagó los motores del helicóptero y se fué a dormir con la satisfacción del deber cumplido. Ya tiene su demonio.

Jorge S. King dijo...

¿Hay alguien que lo dude aún?
"El campo tiene la razón y las de ganar".
Saludos Santiagueños

Figarillo dijo...

Sumada a la protesta / paro del campo, ahora empezaron a parar las estaciones de servicios. Sin mercaderías que transportar ni combustible para hacer andar los camiones, de qué se disfraza Moyano? Avivaron a los giles...

MarcosKtulu dijo...

Alex, hoy en la invectiva contra el campo, CFK volvió a defender el tipo de cambio "competitivo". Se ve que está madurando la idea de profundizar el cambio.
Jorge, CFK no se eneró. O se enteró, y redobla la apuesta. Como está la cosa allá por Santiago?
Figa, ahora los camioneros hacen piquete también. Para eso no van a necesitar gasoil. No van a tener, pero están al gas.

Jorge S. King dijo...

Después de un día que se marcó con numerosos cortes en varias rutas importantes en la Provincia, el discurso de la Sra. Presidente a generado sorpresa, desazón y mucho enojo.
Aún no se aprecian, a esta hora (20:52), manifestaciones públicas en las ciudades. Aquí en la capital provincial hay una tensa calma en estos momentos.

MarcosKtulu dijo...

Gracias por el reporte Jorge. Acá no está llegando información de provincias que no sean Córdoba (poco), Santa fe (poco) y Entre rios (mucho).