domingo, septiembre 30, 2007
A ver qué garroneo
Tengo un conocido que en unos días se hace un viaje al Imperio. Cuando me decida cuál, le voy a garronear para que me traiga un libro. Acepto sugerencias de libros que preferiblemente no se editen o consigan aquí. Por el momento se me ocurre Carnage and Culture: Landmark battles in the rise of western power, de Victor Davis Hanson, gordito y tobara. O sino War in human civilization de Azar Gat, más gordito y menos tobara. Leí un artículo suyo en la foreign affairs y puedo decir que el tipo la mueve.
jueves, septiembre 27, 2007
La carta en la manga
Estos muchachos están bastante iluminados. Para los que disfrutamos leer de historia bien contada y no disponemos de mucho tiempo para ir a los libros clásicos, no puede ser mejor el que Mack y Hugo se vengan despachando con posts como este de la carta magna, o este otro del capitalismo y la música. De verdad que encienden la curiosidad y estimulan el intercambio. Y hablar de cartas magnas o del desarrollo de la economía urbana no es abstracto, cuando en el matutino del dia, noticias como ésta ocupan la tapa. No sería tan fácil que suceda si hubiera una constitución operando hace 1500 años; ése sería el gen argentino, y no el programa de Pergolini. La versión online de la noticia tiene la ventaja de recibir el feedback de los lectores, a quienes no les cae muy simpática tamaña injusticia. Hace unos días ustedes habrán visto mi post (el estado ladrón) indignado por la imposición de una doble multa. Carta en la manga.
Ahora dejo una cita de como no debe contarse la historia. Pertenece a la pequeña enciclopedia temática Larousse en color impresa en 1978. Si bien sus mil páginas son de gran valor, suele verse obligada a estrujar la información muy sintéticamente, como la siguiente sobre la sucesión de reyes de la dinastía merovingia. El cuervo que hizo la sucesión y partición debe haberse llevado buenos honorarios.
¿Sigo un poco más? Prometo no llegar a Carlomagno, momento donde se pone interesante la historia.
Y acá corto.
*También conocido como el facha.
Ahora dejo una cita de como no debe contarse la historia. Pertenece a la pequeña enciclopedia temática Larousse en color impresa en 1978. Si bien sus mil páginas son de gran valor, suele verse obligada a estrujar la información muy sintéticamente, como la siguiente sobre la sucesión de reyes de la dinastía merovingia. El cuervo que hizo la sucesión y partición debe haberse llevado buenos honorarios.
Sucesores de Clodoveo.- Clodoveo dejó cuatro hijos, cuya historia no había de ser sino una sucesión de rivalidades sangrientas; Thierry I fue monarca de Reims (511-534), Clodomiro lo fue de Orleáns (511-524), Childeberto I de París (511-558) y Clotario I de Soissons (511-561). Éste quedó finalmente como rey único.
Teodeberto o Tiberto I (534-548), hijo de Thierry, se apoderó de la Galia Cisalpina, habitada por godos y romanos. Al desaparecer en 548, su hijo Teodebaldo (548-555) no pudo conservar los territorios de allende los Alpes y le sucedió Clotario I. Éste dejó también cuatro hijos. A Cariberto correspondió París (561-592), a Chilperico I, Soissons y Nuestria (561-584) y a Sigiberto I, Metz y Austrasia (561-575). Este periódo se vio turbado por violentas luchas intestinas a causa de la rivalidad entre Brunequilda, mujer de Sigiberto, y Fredegunda, esposa de Chilperico.
En el trono de Austrasia se sucedieron Childeberto II (575-596), Teodeberto II (596-613) y Sigisberto II (613), bajo la regencia de Brunequilda. Ésta, enemistada con la nobleza, fue entregada a Clotario II de Nuestria, quien la hizo perecer atada a la cola de un caballo salvaje, y este monarca extendió su poder a todos los reinos francos de 613 a 629.
¿Sigo un poco más? Prometo no llegar a Carlomagno, momento donde se pone interesante la historia.
Dagoberto I y los reyes holgazanes.- El único merovingio, después de Clodoveo I, que gozó de popularidad fue Dagoberto I, hijo de Clotario II. Aunque cruel y libertino como los anteriores, este monarca gobernó prudentemente desde 629 y sostuvo varias guerras victoriosas contra los eslavones, los búlgaros y los armoricanos (638). Murió en 639 y fue enterrado en la abadía de Saint-Denis, cerca de París., desde entonces panteón de los reyes de Francia.
Los sucesores de Dagoberto fueron dejando el Poder a los mayordomos de Palacio. Uno de éstos, Grimoaldo, de la Corte de Austrasia, hijo de Pipino de Landen, osó reemplazar al heredero legítimo con su propio hijo Childeberto. Clodoveo II expulsó al intruso y rehizo en su propio provecho la unidad franca (635-657). Éste dejó tres hijos de corta edad y otra vez reinó el desorden, agravado por la ya tradicional rivalidad entre Austrasia y Neustria. En Nuestria, el mayordomo Ebroín gobernó en nombre de Clotario III, Thierry III y Childerico II y venció a los austrasianos (680). En 687, Pipino de Heristal (¿640?-714) aseguró la supremacía de Austrasia con la victoria de Tertry.
Desde ese momento, los reyes merovingios no tuvieron ninguna autoridad y recibieron el nombre de reyes holgazanes.
Después de Pipino de Heristal, su hijo Carlos Martel* (¿685?-741) detuvo el avance de los árabes en Poitiers (732) y consiguió el reconocimiento de la Iglesia y de todos los países francos. Su hijo Pipino El Breve (¿715?-768) destronó a Childerico III y se proclamó rey (751). Le sucedieron sus dos hijos, Carlomagno y Carlomán.
Y acá corto.
*También conocido como el facha.
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Esto es el canal estatal. Tus impuestos en acción.
martes, septiembre 25, 2007
Flandes y el estado
Belgium: a history de Bernard Cook tiene sus buenos momentos, como este sobre el Flandes de la baja edad media, un ejemplo casi de laboratorio del proceso de formación del estado-nación.
Una zona pantanosa prospera como enclave comercial activada por la fabricación de telas, a la par de nuevos avances agrícolas y el aumento demográfico. Las mutaciones no tardan en plasmarse en una nueva forma de organización.
The rulers of the Belgian provinces engaged in long struggles against the dominance of Germany or France over their principalities. John I, the Duke of Brabant (1261– 1294) defeated and temporarily checked the Germans at Woeringen on the Rhine. The struggle against France was not as successful. Nevertheless, after the French victory over the English at Bouvines in 1214, which threatened the commercial ties between Flanders and England, the workers of the Flemish cities took up a spirited struggle for independence.11 According to Geyl, “(. . .) it was only the unexpected popular strength of the great Flemish towns, Brugge and Ghent, that defeated (. . .) [the French] attempts on Flanders, and, [succeeded] in saving the Germanic character of the most exposed region (. . .) [of Dutch culture].”
There had been urban decay after the Romans pulled back. However, Maastricht and Dinant continued as commercial centers, and Arras and Cambrai continued as administrative centers. Ghent, Kotrijk, and Bruges were originally centers of refuge and the urban impulse, which has characterized Belgian history. The number and the proximity of towns and the interaction between town and country especially characterized Flanders. Most of the towns were small. Hasselt, Saint-Omer, and Huy were all between 40 and 80 acres in area. Tongeren, Saint-Truden, Utrecht, and Rotterdam were between 80 and 200 acres. The larger towns, Bruges, Ghent, Leuven, and Brussels were in Flanders or Flemish Brabant. Despite the onslaught of the Normans in the ninth century Bruges developed as a commercial center on the site of an old Roman rural settlement. The favorable location of Flanders on the trade routes from the coast to the Rhine contributed to the early development of the region. New agricultural techniques: the shift from a two field system to a three field system, in which winter wheat and rye, summer barley and oats, were rotated yearly with one fallow field; the heavy iron plow which replaced the wooden scratch plow; the clearing of woodlands and the diking and draining of marshes and coastal tidal flats to create productive polders, all contributed to agricultural productivity, ended hunger except during periods of crop failure, and supported a growing
population. The surplus could feed growing towns, which engaged in production for developing markets.
This growth of towns produced what is known as the “twelfth-century renaissance” in Flanders. The Counts of Flanders realizing the opportunity to draw on this new source of wealth granted charters, investing cities with rights at the expense of local nobles. Citizenship was limited to those who lived within the city walls, the burg, and the wealthiest or most influential of these town dwellers, or burgers, became the elite of a new urban oligarchy. However, the merchants’ associations of the urban oligarchs were often challenged by the guilds formed by the skilled crafts to protect the interests of their members.
The new wealth of the counts enabled them to hire and to fire a new type of agent, the bailiff, who carried out their will and enforced their law. The earlier Germanic practices of trial by ordeal and oath were replaced by witnesses as the counts and their agents attempted to combat the tradition of vendetta. According to L.J.R. Milis, “these developments turned Flanders from a feudal principality into a kind of mini-state (even though the word ‘state’ is an anachronism and should be used advisedly here).”15 Milis states that when Philip of Alsace died in 1191, “Flanders was a well administered country” with an efficiency which resembled Norman England rather than the inefficiently administered France. Nevertheless, French military prowess at the Battle of Bovines in 1214 bested the Count of Flanders and his many allies, England, the Emperor, and the Dukes of Brabant and Holland. The victory of France led to the eclipse of Flanders, caught between its feudal (political) subordination to France and its economic dependence upon English wool. In this complex conflict between political and economic considerations, the relations between the counts of Flanders and the cities were very frequently strained.
However, in Brabant relations between the counts and the cities, Antwerp, Brussels, and Leuven, were more symbiotic. In Brabant the counts and cities both profited from the levying of tolls on trade between Bruges and Cologne.
Una zona pantanosa prospera como enclave comercial activada por la fabricación de telas, a la par de nuevos avances agrícolas y el aumento demográfico. Las mutaciones no tardan en plasmarse en una nueva forma de organización.
The rulers of the Belgian provinces engaged in long struggles against the dominance of Germany or France over their principalities. John I, the Duke of Brabant (1261– 1294) defeated and temporarily checked the Germans at Woeringen on the Rhine. The struggle against France was not as successful. Nevertheless, after the French victory over the English at Bouvines in 1214, which threatened the commercial ties between Flanders and England, the workers of the Flemish cities took up a spirited struggle for independence.11 According to Geyl, “(. . .) it was only the unexpected popular strength of the great Flemish towns, Brugge and Ghent, that defeated (. . .) [the French] attempts on Flanders, and, [succeeded] in saving the Germanic character of the most exposed region (. . .) [of Dutch culture].”
There had been urban decay after the Romans pulled back. However, Maastricht and Dinant continued as commercial centers, and Arras and Cambrai continued as administrative centers. Ghent, Kotrijk, and Bruges were originally centers of refuge and the urban impulse, which has characterized Belgian history. The number and the proximity of towns and the interaction between town and country especially characterized Flanders. Most of the towns were small. Hasselt, Saint-Omer, and Huy were all between 40 and 80 acres in area. Tongeren, Saint-Truden, Utrecht, and Rotterdam were between 80 and 200 acres. The larger towns, Bruges, Ghent, Leuven, and Brussels were in Flanders or Flemish Brabant. Despite the onslaught of the Normans in the ninth century Bruges developed as a commercial center on the site of an old Roman rural settlement. The favorable location of Flanders on the trade routes from the coast to the Rhine contributed to the early development of the region. New agricultural techniques: the shift from a two field system to a three field system, in which winter wheat and rye, summer barley and oats, were rotated yearly with one fallow field; the heavy iron plow which replaced the wooden scratch plow; the clearing of woodlands and the diking and draining of marshes and coastal tidal flats to create productive polders, all contributed to agricultural productivity, ended hunger except during periods of crop failure, and supported a growing
population. The surplus could feed growing towns, which engaged in production for developing markets.
This growth of towns produced what is known as the “twelfth-century renaissance” in Flanders. The Counts of Flanders realizing the opportunity to draw on this new source of wealth granted charters, investing cities with rights at the expense of local nobles. Citizenship was limited to those who lived within the city walls, the burg, and the wealthiest or most influential of these town dwellers, or burgers, became the elite of a new urban oligarchy. However, the merchants’ associations of the urban oligarchs were often challenged by the guilds formed by the skilled crafts to protect the interests of their members.
The new wealth of the counts enabled them to hire and to fire a new type of agent, the bailiff, who carried out their will and enforced their law. The earlier Germanic practices of trial by ordeal and oath were replaced by witnesses as the counts and their agents attempted to combat the tradition of vendetta. According to L.J.R. Milis, “these developments turned Flanders from a feudal principality into a kind of mini-state (even though the word ‘state’ is an anachronism and should be used advisedly here).”15 Milis states that when Philip of Alsace died in 1191, “Flanders was a well administered country” with an efficiency which resembled Norman England rather than the inefficiently administered France. Nevertheless, French military prowess at the Battle of Bovines in 1214 bested the Count of Flanders and his many allies, England, the Emperor, and the Dukes of Brabant and Holland. The victory of France led to the eclipse of Flanders, caught between its feudal (political) subordination to France and its economic dependence upon English wool. In this complex conflict between political and economic considerations, the relations between the counts of Flanders and the cities were very frequently strained.
However, in Brabant relations between the counts and the cities, Antwerp, Brussels, and Leuven, were more symbiotic. In Brabant the counts and cities both profited from the levying of tolls on trade between Bruges and Cologne.
sábado, septiembre 22, 2007
El neogasto público
Saqué 6+ en el parcial de derecho administrativo. En esta comisión lafauciana no se pone más de 7, así que dentro de todo, bien.
Ahora voy a volcarme a las otras materias como Finanzas públicas/derecho tributario, para la cual tengo que preparar un trabajo de investigación sobre el "neo"gasto público, es decir qué hubo de novedoso últimamente sobre el tema o alguna idea original, siempre para desarrollar en forma de hipótesis con marco teórico. He buscado en publicaciones periódicas de derecho tributario y financiero sólo para comprobar que en la doctrina de esas disciplinas el gasto público concita poco interés. Tendré que afilar el criterio de búsqueda, o ampliarlo hacia áreas económicas y políticas, si es que quiero dar con una idea. Por eso habilito este espacio para que puedan acercar sugerencias.
Ahora voy a volcarme a las otras materias como Finanzas públicas/derecho tributario, para la cual tengo que preparar un trabajo de investigación sobre el "neo"gasto público, es decir qué hubo de novedoso últimamente sobre el tema o alguna idea original, siempre para desarrollar en forma de hipótesis con marco teórico. He buscado en publicaciones periódicas de derecho tributario y financiero sólo para comprobar que en la doctrina de esas disciplinas el gasto público concita poco interés. Tendré que afilar el criterio de búsqueda, o ampliarlo hacia áreas económicas y políticas, si es que quiero dar con una idea. Por eso habilito este espacio para que puedan acercar sugerencias.
viernes, septiembre 21, 2007
En Escandinavia se vive mejor
jueves, septiembre 20, 2007
Checks and balances nacionles e internacionales
En Mackinlay's se hacen más comentarios sobre la traducción de Checks and balances a frenos y contrapesos. En el mismo blog, Mack me dedica un post en torno a la influencia que el equilibrio de fuerzas, principio perteneciente al orden de las relaciones internacionales, puede haber tenido analógicamente sobre los convencionales constituyentes norteamericanos en el armado de ... ¡Checks and balances!. 100% de acuerdo, en un comentario trato de agregar algo.
Claude atiende el llamado a hablar de su actual lectura, vean cómo lo hace (¡grande Claude!).
Claude atiende el llamado a hablar de su actual lectura, vean cómo lo hace (¡grande Claude!).
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Cuando el F-14 era de vanguardia
El otro dia Claude se acordaba de Terminator 2. ¿Y qué me dicen de esta?
Nueva versión del tema de cheap trick, por Brother Firetribe.
Nueva versión del tema de cheap trick, por Brother Firetribe.
martes, septiembre 18, 2007
Qué estoy leyendo (parte 1)
George King (que no es lo mismo que King George) me da el pie para comentar sobre lo que estoy leyendo. Desde el regreso a clases la lectura distendida fue desplazada por la lectura y estudio de temas relacionadas con las materias que estoy cursando. Haré alusión a sendos tipos de lectura en 2 posts separados.
Estos días ando leyendo Derecho administrativo de Juan Carlos Cassagne, del cual hice una cita impertinente pero atractiva en lo de Agustín. Está bastante bien, aunque muchos de mis compañeros lo detestan, prefiriendo en cambio a tratadistas como Gordillo, Marienhoff, Comadira o en la parte procedimental a Tommy Hutchinson, quien hace 2 meses me honró con un bochazo, a mi juicio bien merecido por no saber de recursos.
Otro del cual estudio es el Manual de derecho de familia de Fleitas de Ortiz de Rozas, mencionado hace unos días. Frente a los clásicos en la materia (Belluscio, Zanoni) es un underdog, bastante bien hecho para ser tan barato (o mejor dicho, tan no excesivamente caro, queda claro que este he preferido no fotocopiarlo).
Estoy también con otros a los que no he podido dedicarles tiempo: Curso de finanzas, derecho financiero y derecho tributario, de Héctor Villegas. Largo, son como 1000 páginas, y aun es insuficiente; es como para tener algo. Tengo otro mazacote de 1000 páginas que a falta de tiempo no lo he podido tan si quiera hojear, Derecho internacional privado de Werner Goldschmidt. Si dice algo interesante no lo sé. Sé que tiene una teoría trialista (??) del mundo jurídico. Mejor que lo vaya sabiendo porque se aproxima el parcial.
En la próxima si me hago un rato, comento sobre lo que estaba leyendo antes del inicio de clases.
Mientras tanto le paso la pelota a quien la quiera agarrar, por ejemplo Claude (te la encajé).
Estos días ando leyendo Derecho administrativo de Juan Carlos Cassagne, del cual hice una cita impertinente pero atractiva en lo de Agustín. Está bastante bien, aunque muchos de mis compañeros lo detestan, prefiriendo en cambio a tratadistas como Gordillo, Marienhoff, Comadira o en la parte procedimental a Tommy Hutchinson, quien hace 2 meses me honró con un bochazo, a mi juicio bien merecido por no saber de recursos.
Otro del cual estudio es el Manual de derecho de familia de Fleitas de Ortiz de Rozas, mencionado hace unos días. Frente a los clásicos en la materia (Belluscio, Zanoni) es un underdog, bastante bien hecho para ser tan barato (o mejor dicho, tan no excesivamente caro, queda claro que este he preferido no fotocopiarlo).
Estoy también con otros a los que no he podido dedicarles tiempo: Curso de finanzas, derecho financiero y derecho tributario, de Héctor Villegas. Largo, son como 1000 páginas, y aun es insuficiente; es como para tener algo. Tengo otro mazacote de 1000 páginas que a falta de tiempo no lo he podido tan si quiera hojear, Derecho internacional privado de Werner Goldschmidt. Si dice algo interesante no lo sé. Sé que tiene una teoría trialista (??) del mundo jurídico. Mejor que lo vaya sabiendo porque se aproxima el parcial.
En la próxima si me hago un rato, comento sobre lo que estaba leyendo antes del inicio de clases.
Mientras tanto le paso la pelota a quien la quiera agarrar, por ejemplo Claude (te la encajé).
lunes, septiembre 17, 2007
The History net
Me suscribí al newletter de TheHistoryNet allá por el 98, creo, ya me olvidé. Siempre ha sido y sigue siendo vastísimo e impecable el material allí ubicado. El género de la historia militar prácticamente no existe acá ni en revista ni en libros, así que no puedo pedir nada, pero lo que hay en THN siempre rebasa mis expectativas. Cada tanto me olvido y vuelvo acordarme de esta fuente inagotable de conocimiento a partir de la newsletter mencionada, pero por alguna razón entró a mi buzón de spam, el cual rara vez reviso, así que entre el olvido y otras ocupaciones perdí el contacto. Hoy urgando en la basura -unos 1000 mensajes de spam- encontré un mail perdido de THN con artículos que sirven para dar una idea de la calidad del material. Sé que el género no apasiona en Argentina, pero por ahí alguno de los siguientes temas despierta un poco de interés.
Primero un quiz de cuánto sabe ud. de la segunda guerra. Sin puntaje -por suerte, porque erré bastante- y desde una perspectiva norteamericana. Varios datos interesantes que se van revelando en cada yerro. ¡Quizás equivocándose antes, han aprendido que de los errores se aprende!.
Hay un testimonio de un residente del campo de prisioneros de Andersonville, Georgia, durante la guerra civil norteamericana. Una verdadera vergüenza. Hay no obstante, un dato de relevancia: su director, Henry Wirz, fue colgado por asesinato de 11 a 13 reclusos, en lo que unos ven como el único castigo por algo así como crímenes de guerra y un antecedente a los juicios de Nüremberg.
En la misma guerra se difundió bastante el uso de las granadas.
En el siglo XVIII los hessianos se convirtieron en los mejores mercenarios contratables por la corona británica.
Corto acá; en fin, los yankis serán brutos, ¿pero quién decía que son ignorantes?
Primero un quiz de cuánto sabe ud. de la segunda guerra. Sin puntaje -por suerte, porque erré bastante- y desde una perspectiva norteamericana. Varios datos interesantes que se van revelando en cada yerro. ¡Quizás equivocándose antes, han aprendido que de los errores se aprende!.
Hay un testimonio de un residente del campo de prisioneros de Andersonville, Georgia, durante la guerra civil norteamericana. Una verdadera vergüenza. Hay no obstante, un dato de relevancia: su director, Henry Wirz, fue colgado por asesinato de 11 a 13 reclusos, en lo que unos ven como el único castigo por algo así como crímenes de guerra y un antecedente a los juicios de Nüremberg.
En la misma guerra se difundió bastante el uso de las granadas.
En el siglo XVIII los hessianos se convirtieron en los mejores mercenarios contratables por la corona británica.
Corto acá; en fin, los yankis serán brutos, ¿pero quién decía que son ignorantes?
Es una Lucha
3 opiniones sobre Iraq, o aunque sea 2 y media. Para Lucho, es una lucha. Para Ramiro, hace falta un cambio de estrategia. Nótese el reiterativo uso de la conjugación terminada en "mos" (por nosotros) y el nos, cuento 14 veces. No creo que lo use en el sentido de "nosotros, Occidente", ni de "nosotros, los ciudadanos norteamericanos", sino el de "nosotros, los contribuyentes". Ciudadano o no, occidental o no, lo único seguro es que está pagando esa guerra y en ese carácter Ramiro debería ser escuchado. Nada de banderitas de EEUU ni banderotas (como la de Occidente). Accountability pura.
Por último, la opinión de Juancito Cole. A pesar de la mejora en la situación de Baghdag, todo sigue bastante mal.
domingo, septiembre 16, 2007
Live lagero
Si tienen algún problema con ser obligados a usar el windows live, hay una forma de zafar y no es el suicidio.
Constitución norteamericana for dummies
Estaba leyendo un poco de Checks&balances de Daniel E. Brannen, una obra atractiva tanto por su título y ameno diseño, como por el valioso contenido, sumamente útil para una lectura introductoria a la normativa y práctica constitucional norteamericana. En Barnesandnoble está catalogada como age range 5-12. Los que no somos norteamericanos, en general somos infantes en el conocimiento de su constitución, aunque podamos tocar algo de óido por la vasta difusión de la cultura norteamericana, inspiradora a la vez de nuestro propio sistema político. Tomémoslo como constitución norteamericana for dummies.
Como uno de los los elementos clásicos del Estado (los otros son población y territorio), el poder es único, y su separación y división en 3 grandes órbitas con funciones diferentes hace a la organización jurídico-política plasmada en la letra de la constitución, junto al ejercicio y práctica que los hombres hacen de aquella.
La convención constituyente (Filadelfia, 1787) fue sobre todo un debate sobre separación de poderes. Habría que remontarse a los antecedentes de la confederación y la colonia, pero no tengo ganas, vamos al grano.
Fifty-five men attended the Constitutional Convention from May to September 1787. The men were delegates from twelve of the thirteen American states. (Rhode Island refused to
Guardian of Liberty.
The Founding Fathers proposed a new Constitution by arguing that American government was too weak under the Articles of Confederation. They also argued that American commerce, or business and trade, could be strengthened under the Constitution. Not everyone agreed with this assessment. A man writing under the pen name Centinel, which means ‘‘guard,’’ published a newspaper essay on December 22, 1787. As reprinted in The Founders’ Constitution,
Centinel said America’s problems were caused by large debts from the American Revolution, and by the American habit of spending money to import ‘‘merchandise and luxuries’’ from other countries.
Centinel said that if American commerce needed to be unified through federal regulation, the Articles of Confederation could be changed accordingly.
Creating a wholly new government with greatly expanded powers, however, would ‘‘render the citizens of America tenants at will of every species of property, of every enjoyment, and make them the mere drudges of government. The gilded [goldcovered] bait conceals corrosives that will eat up their whole substance.’’ In other words, Centinel thought the Constitution would destroy the states and individual liberty.
Checks and Balances
The Three Branches of the American Government 41 send delegates because the men in power there favored strong state governments, not a strong national government. They feared that a strong national government would be impossible for the people to control.)
According to Congress’s February resolution, the delegates were supposed to explore how to change the Articles of Confederation to strengthen the national government. After their first meeting on May 25, however, the delegates decided to scrap the Articles and write a whole new plan of government.
Forty-two of the delegates were current or former members of Congress, so they knew from experience the problems America had under the Articles of Confederation. An important reason for getting rid of the Articles was that it did not provide an energetic executive leader for the country.
The delegates, however, did not want an executive leader who was too powerful. Most of them agreed that the best government would be one that separated the legislative, executive, and
judicial powers into different branches. Writing in The Federalist, No. 47, delegate and future president James Madison (1751–1836) said, ‘‘The accumulation of all powers, legislative,
executive, and judiciary, in the same hands, whether of one, a few, or many, and whether hereditary, self-appointed, or elective, may justly be pronounced the very definition of tyranny
[dictatorship].’’
Thomas Jefferson (1743–1826), who would be the third president of the United States, agreed. He thought separation of the executive and legislative powers was essential if government
was to operate effectively. Writing a letter to Virginia delegate Edward Carrington (1748–1810) from Paris, where he was the American ambassador to France in August 1787, Jefferson said
(as reprinted in The Founder’s Constitution): I think it very material to separate in the hands of
Congress the Executive and Legislative powers, as the Judiciary already are in some degree. This I hope will be done. The want of it has been the source of more evil than we have ever experienced from any other cause. Nothing is so embarrassing nor so mischievous
in a great assembly as the details of execution. The smallest trifle of that kind occupies
as long as the most important act of legislation, and takes place of every thing else. Let any man recollect, or look over the files of Congress, he will observe the most important propositions hanging over from week to week and month to month, till the occasions have past them, and the thing never done. I have ever viewed the executive details as the greatest cause of evil to us, because they in fact place us as if we had no federal head, by diverting the attention of the head [Congress] from great to small objects.
To separate the powers of government, the delegates wrote the constitution to give the legislative power to Congress, the executive power to the president, and the judicial power to
the Supreme Court and the lower courts beneath it.
The broad separation of powers in the Constitution is a little misleading. In reality, the three branches share the powers of government through a system of checks and balances. Many
political scientists say this system creates a government of shared powers instead of a government of separated powers. Many delegates to the Constitutional Convention were
interested in checks and balances to prevent the president from being too strong. They knew the history of monarchical (rule by one) power in the world and of the colonists’ experiences under King George III. They knew the history of the abuse of executive power by colonial governors appointed by Great Britain.
Some convention delegates, however, wanted the president to be as powerful as the kings and queens of England. According to Forrest McDonald in The American Presidency, Maryland
delegate John Francis Mercer (1759–1821) said more than twenty of the fifty-five delegates were monarchists. Speaking at the convention on June 2, 1787, Delaware delegate John
Dickinson (1732–1808) said a limited form of monarchy, such as existed in Great Britain, was one of the best kinds of government in the world, but that the people of America would not
accept it for themselves. For the executive branch of the federal government, the system of checks and balances was a compromise between the monarchists and those who feared monarchy. Under the Constitution, Congress and the president actually share the power to make laws. The president and the Senate share the power to make treaties with foreign nations and to appoint people to important government offices. The president enforces the nation’s laws, but the judicial branch decides the cases brought by the president’s enforcement agencies. (For more information on checks and balances, see chapters 7 and 8.)
La separación a menudo provoca roces entre los poderes. Ejemplo de ello son las facultades militares.
Military powers
Article II, Section 1, makes the president ‘‘commander in chief of the army and navy of the United States.’’ Article I, Section 8, gives Congress the power ‘‘to make rules for the
government and regulation of the land and naval forces’’ and ‘‘to declare war.’’ This means that, in theory, Congress and the president share power over the armed forces.
In August 1787, a month before the end of the Constitutional Convention, a draft of the Constitution gave Congress the general power ‘‘to make war.’’ On August 17, delegates
James Madison and Elbridge Gerry (1744–1814) suggested changing ‘‘make war’’ to ‘‘declare war.’’ The president, they said, should have the power to defend America from attack without a
declaration of war. The delegates approved this change. Presidents have since used their power as commander in chief to conduct military operations, even offensive ones, without a declaration of war. As of 2005, Congress has declared war eleven times for five wars, including the War of 1812 (1812–15; one declaration against the United Kingdom), the Mexican-AmericanWar (1846–48; one declaration against Mexico), the Spanish-American War (1898; one declaration against Spain), World War I (1914–18; declarations against Germany and Austria-Hungary), and World War II (1939–45; declarations against Japan, Germany, Italy, Bulgaria, Hungary, and Romania). Every other war, including the Korean War (1950–53), Vietnam War (1954–75), and the Persian Gulf Wars, has been undeclared, though often supported by a congressional resolution. War powers The Constitution makes the president the commander in chief of the army and navy. Congress, however, has the power to create the army and navy, assign government money to them, make rules for their operation, and declare war.
Historians generally agree that the delegates to the Constitutional Convention carefully divided the military powers in the Constitution. They feared giving the president absolute control over the armed forces. They even rejected a proposal that the president have the power to declare war. By giving Congress the power to declare war, the delegates intended to prevent offensive military operations without congressional authorization. In other words, the power to declare war is not supposed to be a mere formality. Presidents are supposed to have the power to use military forces without a declaration of war only when necessary to defend against a sudden attack.
In practice, American military activity has not been constrained to declarations of war and defensive operations. American forces, however, have engaged in hundreds of offensive military conflicts. Congress often approves military action after it happens, but it also criticizes presidents for engaging in military activity without congressional authorization. Some scholars think presidents must have the power to engage in military activity whenever they think it is necessary, even without congressional approval. Others think such activity violates the Constitution and gives dangerous power to the president.
In 1973, Congress passed theWar Powers Resolution to try to strengthen the constitutional separation of military powers. President Nixon vetoed the bill, but both chambers of Congress
voted to override the veto.
The War Powers Resolution says presidents should send troops into hostile situations only with a congressional declaration of war or other congressional authorization, or to defend against an
attack. It also says presidents must consult with Congress whenever possible before committing troops to hostile situations. Finally, it requires presidents to remove troops from hostile situations within sixty days unless there is a congressional declaration of war or other
congressional authorization. Every president since the passage of the resolution has called it unconstitutional, or violated its terms, or both.
Presidents generally say their duty as commander in chief gives them power to use military forces without congressional approval. Occasionally some members of Congress protest when a
president violates the resolution, but Congress usually does nothing to enforce it. On December 20, 1989, for example, President George Bush (1924–; served 1989–93) sent fourteen thousand military forces to Panama to join thirteen thousand American forces already there to capture General Manuel Noriega (1938–), then a military leader of Panama. Noriega was accused of election fraud and drug violations. Bush never asked for congressional approval for the invasion. Because the invasion was popular with Americans, Congress did not complain.
Otro punto de conflicto, el executive privilege
Executive privilege
Executive privilege is presidential power to keep information secret from Congress, investigators, the courts, and the public. The Constitution does not mention an executive privilege.
Instead, presidents have created it through practice. The question of executive privilege first arose after November 1791, during President Washington’s first term in office. That month, General Arthur St. Clair (1736–1818) led a failed military expedition against Native Americans in which hundreds of American lives were lost. In March 1792, the House of Representatives created a committee to investigate the expedition. The committee asked Washington’s office to provide testimony and documents concerning the expedition. Washington met with his cabinet to consider the request. (The cabinet is a group of the president’s most important advisors,
including the heads of the executive departments.) With his cabinet’s advice, Washington decided that Congress could request information from a president, but that presidents could withhold information that might harm the public good. Although the failed expedition was embarrassing, Washington decided that disclosing information about it would not harm the public good, so he gave the House committee the information it wanted. Following Washington’s example, presidents generally have used the executive privilege to shield information relating to
national security, diplomatic negotiations, and other governmental functions for which secrecy is arguably important. Some experts agree that secrecy is necessary for presidents to handle
matters relating to national safety and the well-being of the public. Others believe secrecy is undemocratic because citizens cannot hold presidents accountable for their actions if the actions
are secret.
During the presidencies of Richard Nixon and Bill Clinton (1946–; served 1993–2001), the issue of executive privilege became particularly controversial. Nixon tried to use the privilege in 1973
to hide information about the Watergate scandal from a Senate investigation. The Watergate scandal involved burglary of the offices of the Democratic National Committee in 1972 by men
hired by the Republican Party. High-level officials in the Nixon administration may have had knowledge of the planned burglary, and Nixon himself may have participated in efforts to cover up the burglary. Clinton tried to use the privilege to hide information from a federal prosecutor relating to whether he lied under oath when he denied having a sexual relationship withMonica Lewinsky (1973–), a twenty-one-year-old White House intern.
In both cases, federal courts forced Nixon and Clinton to disclose the requested information. The general public sentiment held that Nixon and Clinton abused the privilege by using it to
try to hide personal information that did not relate to matters of national security or other important governmental functions.
Como uno de los los elementos clásicos del Estado (los otros son población y territorio), el poder es único, y su separación y división en 3 grandes órbitas con funciones diferentes hace a la organización jurídico-política plasmada en la letra de la constitución, junto al ejercicio y práctica que los hombres hacen de aquella.
La convención constituyente (Filadelfia, 1787) fue sobre todo un debate sobre separación de poderes. Habría que remontarse a los antecedentes de la confederación y la colonia, pero no tengo ganas, vamos al grano.
Fifty-five men attended the Constitutional Convention from May to September 1787. The men were delegates from twelve of the thirteen American states. (Rhode Island refused to
Guardian of Liberty.
The Founding Fathers proposed a new Constitution by arguing that American government was too weak under the Articles of Confederation. They also argued that American commerce, or business and trade, could be strengthened under the Constitution. Not everyone agreed with this assessment. A man writing under the pen name Centinel, which means ‘‘guard,’’ published a newspaper essay on December 22, 1787. As reprinted in The Founders’ Constitution,
Centinel said America’s problems were caused by large debts from the American Revolution, and by the American habit of spending money to import ‘‘merchandise and luxuries’’ from other countries.
Centinel said that if American commerce needed to be unified through federal regulation, the Articles of Confederation could be changed accordingly.
Creating a wholly new government with greatly expanded powers, however, would ‘‘render the citizens of America tenants at will of every species of property, of every enjoyment, and make them the mere drudges of government. The gilded [goldcovered] bait conceals corrosives that will eat up their whole substance.’’ In other words, Centinel thought the Constitution would destroy the states and individual liberty.
Checks and Balances
The Three Branches of the American Government 41 send delegates because the men in power there favored strong state governments, not a strong national government. They feared that a strong national government would be impossible for the people to control.)
According to Congress’s February resolution, the delegates were supposed to explore how to change the Articles of Confederation to strengthen the national government. After their first meeting on May 25, however, the delegates decided to scrap the Articles and write a whole new plan of government.
Forty-two of the delegates were current or former members of Congress, so they knew from experience the problems America had under the Articles of Confederation. An important reason for getting rid of the Articles was that it did not provide an energetic executive leader for the country.
The delegates, however, did not want an executive leader who was too powerful. Most of them agreed that the best government would be one that separated the legislative, executive, and
judicial powers into different branches. Writing in The Federalist, No. 47, delegate and future president James Madison (1751–1836) said, ‘‘The accumulation of all powers, legislative,
executive, and judiciary, in the same hands, whether of one, a few, or many, and whether hereditary, self-appointed, or elective, may justly be pronounced the very definition of tyranny
[dictatorship].’’
Thomas Jefferson (1743–1826), who would be the third president of the United States, agreed. He thought separation of the executive and legislative powers was essential if government
was to operate effectively. Writing a letter to Virginia delegate Edward Carrington (1748–1810) from Paris, where he was the American ambassador to France in August 1787, Jefferson said
(as reprinted in The Founder’s Constitution): I think it very material to separate in the hands of
Congress the Executive and Legislative powers, as the Judiciary already are in some degree. This I hope will be done. The want of it has been the source of more evil than we have ever experienced from any other cause. Nothing is so embarrassing nor so mischievous
in a great assembly as the details of execution. The smallest trifle of that kind occupies
as long as the most important act of legislation, and takes place of every thing else. Let any man recollect, or look over the files of Congress, he will observe the most important propositions hanging over from week to week and month to month, till the occasions have past them, and the thing never done. I have ever viewed the executive details as the greatest cause of evil to us, because they in fact place us as if we had no federal head, by diverting the attention of the head [Congress] from great to small objects.
To separate the powers of government, the delegates wrote the constitution to give the legislative power to Congress, the executive power to the president, and the judicial power to
the Supreme Court and the lower courts beneath it.
The broad separation of powers in the Constitution is a little misleading. In reality, the three branches share the powers of government through a system of checks and balances. Many
political scientists say this system creates a government of shared powers instead of a government of separated powers. Many delegates to the Constitutional Convention were
interested in checks and balances to prevent the president from being too strong. They knew the history of monarchical (rule by one) power in the world and of the colonists’ experiences under King George III. They knew the history of the abuse of executive power by colonial governors appointed by Great Britain.
Some convention delegates, however, wanted the president to be as powerful as the kings and queens of England. According to Forrest McDonald in The American Presidency, Maryland
delegate John Francis Mercer (1759–1821) said more than twenty of the fifty-five delegates were monarchists. Speaking at the convention on June 2, 1787, Delaware delegate John
Dickinson (1732–1808) said a limited form of monarchy, such as existed in Great Britain, was one of the best kinds of government in the world, but that the people of America would not
accept it for themselves. For the executive branch of the federal government, the system of checks and balances was a compromise between the monarchists and those who feared monarchy. Under the Constitution, Congress and the president actually share the power to make laws. The president and the Senate share the power to make treaties with foreign nations and to appoint people to important government offices. The president enforces the nation’s laws, but the judicial branch decides the cases brought by the president’s enforcement agencies. (For more information on checks and balances, see chapters 7 and 8.)
La separación a menudo provoca roces entre los poderes. Ejemplo de ello son las facultades militares.
Military powers
Article II, Section 1, makes the president ‘‘commander in chief of the army and navy of the United States.’’ Article I, Section 8, gives Congress the power ‘‘to make rules for the
government and regulation of the land and naval forces’’ and ‘‘to declare war.’’ This means that, in theory, Congress and the president share power over the armed forces.
In August 1787, a month before the end of the Constitutional Convention, a draft of the Constitution gave Congress the general power ‘‘to make war.’’ On August 17, delegates
James Madison and Elbridge Gerry (1744–1814) suggested changing ‘‘make war’’ to ‘‘declare war.’’ The president, they said, should have the power to defend America from attack without a
declaration of war. The delegates approved this change. Presidents have since used their power as commander in chief to conduct military operations, even offensive ones, without a declaration of war. As of 2005, Congress has declared war eleven times for five wars, including the War of 1812 (1812–15; one declaration against the United Kingdom), the Mexican-AmericanWar (1846–48; one declaration against Mexico), the Spanish-American War (1898; one declaration against Spain), World War I (1914–18; declarations against Germany and Austria-Hungary), and World War II (1939–45; declarations against Japan, Germany, Italy, Bulgaria, Hungary, and Romania). Every other war, including the Korean War (1950–53), Vietnam War (1954–75), and the Persian Gulf Wars, has been undeclared, though often supported by a congressional resolution. War powers The Constitution makes the president the commander in chief of the army and navy. Congress, however, has the power to create the army and navy, assign government money to them, make rules for their operation, and declare war.
Historians generally agree that the delegates to the Constitutional Convention carefully divided the military powers in the Constitution. They feared giving the president absolute control over the armed forces. They even rejected a proposal that the president have the power to declare war. By giving Congress the power to declare war, the delegates intended to prevent offensive military operations without congressional authorization. In other words, the power to declare war is not supposed to be a mere formality. Presidents are supposed to have the power to use military forces without a declaration of war only when necessary to defend against a sudden attack.
In practice, American military activity has not been constrained to declarations of war and defensive operations. American forces, however, have engaged in hundreds of offensive military conflicts. Congress often approves military action after it happens, but it also criticizes presidents for engaging in military activity without congressional authorization. Some scholars think presidents must have the power to engage in military activity whenever they think it is necessary, even without congressional approval. Others think such activity violates the Constitution and gives dangerous power to the president.
In 1973, Congress passed theWar Powers Resolution to try to strengthen the constitutional separation of military powers. President Nixon vetoed the bill, but both chambers of Congress
voted to override the veto.
The War Powers Resolution says presidents should send troops into hostile situations only with a congressional declaration of war or other congressional authorization, or to defend against an
attack. It also says presidents must consult with Congress whenever possible before committing troops to hostile situations. Finally, it requires presidents to remove troops from hostile situations within sixty days unless there is a congressional declaration of war or other
congressional authorization. Every president since the passage of the resolution has called it unconstitutional, or violated its terms, or both.
Presidents generally say their duty as commander in chief gives them power to use military forces without congressional approval. Occasionally some members of Congress protest when a
president violates the resolution, but Congress usually does nothing to enforce it. On December 20, 1989, for example, President George Bush (1924–; served 1989–93) sent fourteen thousand military forces to Panama to join thirteen thousand American forces already there to capture General Manuel Noriega (1938–), then a military leader of Panama. Noriega was accused of election fraud and drug violations. Bush never asked for congressional approval for the invasion. Because the invasion was popular with Americans, Congress did not complain.
Otro punto de conflicto, el executive privilege
Executive privilege
Executive privilege is presidential power to keep information secret from Congress, investigators, the courts, and the public. The Constitution does not mention an executive privilege.
Instead, presidents have created it through practice. The question of executive privilege first arose after November 1791, during President Washington’s first term in office. That month, General Arthur St. Clair (1736–1818) led a failed military expedition against Native Americans in which hundreds of American lives were lost. In March 1792, the House of Representatives created a committee to investigate the expedition. The committee asked Washington’s office to provide testimony and documents concerning the expedition. Washington met with his cabinet to consider the request. (The cabinet is a group of the president’s most important advisors,
including the heads of the executive departments.) With his cabinet’s advice, Washington decided that Congress could request information from a president, but that presidents could withhold information that might harm the public good. Although the failed expedition was embarrassing, Washington decided that disclosing information about it would not harm the public good, so he gave the House committee the information it wanted. Following Washington’s example, presidents generally have used the executive privilege to shield information relating to
national security, diplomatic negotiations, and other governmental functions for which secrecy is arguably important. Some experts agree that secrecy is necessary for presidents to handle
matters relating to national safety and the well-being of the public. Others believe secrecy is undemocratic because citizens cannot hold presidents accountable for their actions if the actions
are secret.
During the presidencies of Richard Nixon and Bill Clinton (1946–; served 1993–2001), the issue of executive privilege became particularly controversial. Nixon tried to use the privilege in 1973
to hide information about the Watergate scandal from a Senate investigation. The Watergate scandal involved burglary of the offices of the Democratic National Committee in 1972 by men
hired by the Republican Party. High-level officials in the Nixon administration may have had knowledge of the planned burglary, and Nixon himself may have participated in efforts to cover up the burglary. Clinton tried to use the privilege to hide information from a federal prosecutor relating to whether he lied under oath when he denied having a sexual relationship withMonica Lewinsky (1973–), a twenty-one-year-old White House intern.
In both cases, federal courts forced Nixon and Clinton to disclose the requested information. The general public sentiment held that Nixon and Clinton abused the privilege by using it to
try to hide personal information that did not relate to matters of national security or other important governmental functions.
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sábado, septiembre 15, 2007
viernes, septiembre 14, 2007
-Toc Toc -Ocupado
Ando algo ocupado con la facultad. Sepan disculpar la transitoria falta de dedicación al blog.
miércoles, septiembre 12, 2007
Corto y extraño momento vespertino
¡Shana tova umetuka a todos los amigos!. שָׁלוֹם
El momento extraño del que habla el encabezado no consiste en estos días de festividad por el año nuevo, sino en la sensación extraída de un zapping en la tarde de la TV argentina. Eran las 6, estaba por salir y prendí para ver la temperatura. En el canal 13 vi a Iliana Calabró conduciendo el programa de corretaje de parejas hasta hace poco a cargo de Verónica Varano. Sin detenerme demasiado ahí, seguí bajando hasta el canal26 de cable, en donde está el programa de interés general de Marina Calabró. Cuestión es que hay un segmento del programa ,"el rinconcito de la libertad", en que viene Alberto Aguilar y comenta con Marina libros y temas de alto vuelo desde una óptica que difícilmente pueda ser más liberal. Hoy hablaban de la curva de Laffer... No sé cuánto lo valorará la ama de casa, pero es llamativo el intento en esta forma tan original de "llegar". Todas las emisiones del rinconcito están archivadas. La otra vez que lo enganché, también de casualidad, hablaban de Popper y el historicismo. En fin, nada que ver con la hermana, Rial, Canosa, el programa de los gordos y las telenovelas venezolanas. Entre otros materiales, en la página de Alberto Aguilar también están las emisiones de Sin fronteras, el programa conducido por Armando Ribas y él; lamentablemente sólo se emite por un canal de DirecTV.
El momento extraño del que habla el encabezado no consiste en estos días de festividad por el año nuevo, sino en la sensación extraída de un zapping en la tarde de la TV argentina. Eran las 6, estaba por salir y prendí para ver la temperatura. En el canal 13 vi a Iliana Calabró conduciendo el programa de corretaje de parejas hasta hace poco a cargo de Verónica Varano. Sin detenerme demasiado ahí, seguí bajando hasta el canal26 de cable, en donde está el programa de interés general de Marina Calabró. Cuestión es que hay un segmento del programa ,"el rinconcito de la libertad", en que viene Alberto Aguilar y comenta con Marina libros y temas de alto vuelo desde una óptica que difícilmente pueda ser más liberal. Hoy hablaban de la curva de Laffer... No sé cuánto lo valorará la ama de casa, pero es llamativo el intento en esta forma tan original de "llegar". Todas las emisiones del rinconcito están archivadas. La otra vez que lo enganché, también de casualidad, hablaban de Popper y el historicismo. En fin, nada que ver con la hermana, Rial, Canosa, el programa de los gordos y las telenovelas venezolanas. Entre otros materiales, en la página de Alberto Aguilar también están las emisiones de Sin fronteras, el programa conducido por Armando Ribas y él; lamentablemente sólo se emite por un canal de DirecTV.
viernes, septiembre 07, 2007
No es lo mismo, o sí, no sé
No es lo mismo Irma Roy que Roy Cortina.
No es lo mismo el dr Juez que el Juez Juez.
No es lo mismo esta jueza
que esta
¿Sí son lo mismo?
No es lo mismo el dr Juez que el Juez Juez.
No es lo mismo esta jueza
que esta
¿Sí son lo mismo?
jueves, septiembre 06, 2007
El estado ladrón
En enero hice una escapada a Córdoba, pasando como es corriente en este tipo de travesías por el sur de Santa fé, por la ruta 9 (lo que sería el talón y el tobillo de la bota) para despacharme mucho después con 2 ingratas sorpresas. Poniéndolo a modo de conclusión: gracias a la infinita bondad del estado, recorrer en auto el corto tramo puede ser más caro que hacerlo en avión.
Varias semanas después del viaje me llegó una fotomulta de 240 pesos de la comuna de Correa por circular sin luces bajas -de día-. Clink caja, allá van los 240 pesos para un pueblo que ni se puede ubicar en el mapa. Pueblo que ni si quiera tiene banco propio, dado que el talonario se deposita en Cañada de gómez.
Ayer (ya estamos en septiembre), me llegó una multa -sin foto- de 190 pesos de la comuna de Tortugas, un pueblito en el límite de la provincia de Córdoba, con la misma fecha de la otra multa, sólo media hora después. ¿Motivo? ¡Circular sin luces bajas! De nuevo, se deposita en un banco en Cañada de Gómez. La ley de tránsito nacional obliga a encender las luces bajas mientras el vehículo transite por rutas nacionales. El estado nacional les da la patente de corso y los municipios atracan y facturan. Hijos de puta, para hacer un descargo me tengo que ir a 420 km. La multa no tiene foto ni más prueba que la declaración del inspector que la labró. He aquí la autonomía de los municipios introducida con la reforma constitucional del 94. Ganaron autoridad para esquilmar autos paseantes. Ladrones.
Addenda: llegó una tercera multa. No la voy a pagar.
esquilmar.
Varias semanas después del viaje me llegó una fotomulta de 240 pesos de la comuna de Correa por circular sin luces bajas -de día-. Clink caja, allá van los 240 pesos para un pueblo que ni se puede ubicar en el mapa. Pueblo que ni si quiera tiene banco propio, dado que el talonario se deposita en Cañada de gómez.
Ayer (ya estamos en septiembre), me llegó una multa -sin foto- de 190 pesos de la comuna de Tortugas, un pueblito en el límite de la provincia de Córdoba, con la misma fecha de la otra multa, sólo media hora después. ¿Motivo? ¡Circular sin luces bajas! De nuevo, se deposita en un banco en Cañada de Gómez. La ley de tránsito nacional obliga a encender las luces bajas mientras el vehículo transite por rutas nacionales. El estado nacional les da la patente de corso y los municipios atracan y facturan. Hijos de puta, para hacer un descargo me tengo que ir a 420 km. La multa no tiene foto ni más prueba que la declaración del inspector que la labró. He aquí la autonomía de los municipios introducida con la reforma constitucional del 94. Ganaron autoridad para esquilmar autos paseantes. Ladrones.
Addenda: llegó una tercera multa. No la voy a pagar.
esquilmar.
(De quima).
1. tr. Coger el fruto de las haciendas, heredades y ganados.
2. tr. Dicho de una planta: Chupar con exceso el jugo de la tierra.
3. tr. Menoscabar, agotar una fuente de riqueza sacando de ella mayor provecho que el debido.
miércoles, septiembre 05, 2007
Famosos avistados recientemente (VI)
Esta edición presenta algunas innovaciones respecto a la anteriores. Verán.
Roberto Carnaghie: Corrientes y Montevideo. Se vé que es conocido, porque la gente se quedaba mirando y lo saludaba. Dentro de la "gente" hay de todo. Un joven cazó el celular para avisar que acaba de ver a.."a...como es? no me sale el nombre, ese de nariz aguileña, ese re famoso, que sale en televisión". Imaginen si le toca ocupar un cargo con decisiones importantes: va a tomarlas con criterio frívolo, van a ser equivocadas, y después no va a saber por qué lo hizo. El problema no es el cholulismo, ¡sino el cholulismo desinformado!
Florencia Peña: en el musical Sweet charity. No se si cuenta como famoso avistado. No pongo en duda su condición de famoso, sino cuánto puede hablarse avistaje al pagarlo en un espectáculo.
Reina Reech: saliendo de un bar en Corrientes y Montevideo.
Brujita Verón y su Hummer H2: Ortiz de Ocampo y Juez Tedín, allí fue a hacer rostro como la demuestra la siguiente captura lograda el sabado al mediodia frente al gimnasio del jet set. Todo un paparazzi.
Chavo Fucks: se lo ha visto hacer cinta dentro del mismo gimnasio. Este progresista que comparte gimnasio con Macri tendrá que correr mucho más para bajar la exorbitante buzarda bien disimulada en TV.
Marianín (senior). Volví a cruzarlo en la misma esquina de la otra vez, en medio de su caminata matinal.
Cerca de allí estaba el auto de Marianín (junior). Este es su nuevo Honda Accord, que vino a reemplazar al Honda Civic abollado por el granizo. Recordemos que Marianín Jr. es socio fundador de uno de los estudios jurídicos más exitosos. Podría haber tenido un coche más costoso, como un Legend si lo quería Honda; igualmente un Accord está más que bien.
Roberto Carnaghie: Corrientes y Montevideo. Se vé que es conocido, porque la gente se quedaba mirando y lo saludaba. Dentro de la "gente" hay de todo. Un joven cazó el celular para avisar que acaba de ver a.."a...como es? no me sale el nombre, ese de nariz aguileña, ese re famoso, que sale en televisión". Imaginen si le toca ocupar un cargo con decisiones importantes: va a tomarlas con criterio frívolo, van a ser equivocadas, y después no va a saber por qué lo hizo. El problema no es el cholulismo, ¡sino el cholulismo desinformado!
Florencia Peña: en el musical Sweet charity. No se si cuenta como famoso avistado. No pongo en duda su condición de famoso, sino cuánto puede hablarse avistaje al pagarlo en un espectáculo.
Reina Reech: saliendo de un bar en Corrientes y Montevideo.
Brujita Verón y su Hummer H2: Ortiz de Ocampo y Juez Tedín, allí fue a hacer rostro como la demuestra la siguiente captura lograda el sabado al mediodia frente al gimnasio del jet set. Todo un paparazzi.
Chavo Fucks: se lo ha visto hacer cinta dentro del mismo gimnasio. Este progresista que comparte gimnasio con Macri tendrá que correr mucho más para bajar la exorbitante buzarda bien disimulada en TV.
Marianín (senior). Volví a cruzarlo en la misma esquina de la otra vez, en medio de su caminata matinal.
Cerca de allí estaba el auto de Marianín (junior). Este es su nuevo Honda Accord, que vino a reemplazar al Honda Civic abollado por el granizo. Recordemos que Marianín Jr. es socio fundador de uno de los estudios jurídicos más exitosos. Podría haber tenido un coche más costoso, como un Legend si lo quería Honda; igualmente un Accord está más que bien.
martes, septiembre 04, 2007
Revista Barcelona
Había oído de la Revista Barcelona, sobre todo hace poco en que estuvieron involucrados en un extraño episodio en San Miguel de Tucumán con una muestra que fue robada/censurada. Nunca había tenido, sin embargo, una revista Barcelona en mis manos. Ni lento ni perezoso fui y compré una. Por donde se la mire es irreverente, con cosas o bien graciosas, o de muy mal gusto.
La tapa es sencilla pero simpática, recreando un estilo sensacionalista.
Notas como ésta están bien logradas y son casi inocuas a un grado razonable de sensibilidad.
Esta nota ya puede molestar profundamente.
Seal le encontró un uso a la revista
A grandos rasgos eso es básicamente Barcelona. Humor irreverente.
La tapa es sencilla pero simpática, recreando un estilo sensacionalista.
Notas como ésta están bien logradas y son casi inocuas a un grado razonable de sensibilidad.
Esta nota ya puede molestar profundamente.
Seal le encontró un uso a la revista
A grandos rasgos eso es básicamente Barcelona. Humor irreverente.
lunes, septiembre 03, 2007
Hermes
Felicitaciones al Dr Hermes y al PSOE por el triunfo en Santa Fe, de donde resultará el primer gobierno provincial socialista de la historia. Serán los muchos años de gestión peronista o los de gestión municipal socialista, o ambos, los que coadyuvaron a una mayor maduración política de los votantes que les permitiera escapar al pe$o de la Kaja rosada y optar por un candidato alternativo mejor ubicado para un escenario de diálogo. El bielsismo fue derrotado por menor diferencia que el filmusismo, pero mayor a la que se esperaba, y ni hablar respecto al pronóstico de aquellos encuestadores como Julio Aurelio que daba ganador al bielsismo.
Para festejar, aunque según Hugo no haya nada para festejar, subí uno de mis discos favoritos, el único de la desconocida banda Flagship. Su estilo, rock progresivo, anda entre Queen y Kansas.
Flagship - Maiden voyage
Para festejar, aunque según Hugo no haya nada para festejar, subí uno de mis discos favoritos, el único de la desconocida banda Flagship. Su estilo, rock progresivo, anda entre Queen y Kansas.
Flagship - Maiden voyage
Track Listing: "Heart Is The Center" (7:41), "You Are" (6:53), "The Throne" (8:43), "Hold On To Your Dream" (6:38), "Windy City" (7:33), "Ground Zero" (9:39)
Musicians
Christian Rivel – Lead Vocals
Linus Kase – Keyboards
Carl Johan Grimmark – Guitars
Kristofer Eng – Bass
Mick Nordstrom – Drums
Per Hallman – Lead Vocals
Guest Musicians
Kerry Livgren – Guitars
Bjorn Klingvall – Violin & Viola
Michael Rank Jensen – Acoustic Guitars
Thomas Vikstrom – Backing Vocals
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