sábado, agosto 11, 2007

La campaña de Napoleón en Egipto

Titulada Bush y Napoleón, es de veras muy buena la nota del historiador Richard Bullet que se publicó ayer en La Nación. Allí analiza el rol histórico que para medio oriente cupo a ambos gobernantes. Napoleón la intentó, pero frustrado, desistió de la ambiciosa empresa que se había propuesto -nada menos que paralizar el comercio inglés y conquistar la India-. En cuanto supo de la incapacidad para lidiar con el escenario a mediano plazo, partió de regreso para seguir jugando un papel más importante en la concatenada sucesión de guerras que terminarían llevando su nombre. Diferencias aparte -las hay y muchas-, para Bullet, en lo que hay asimilable, se acabó el tiempo de Bush en Iraq.
Vale repasar los propósitos, expectativas y finalmente frustraciones de Napoleón en aquél entonces, al emprender la expedición a Egipto. Para hacerlo me ayudo con la soberbia biografía (Napoleón, ed. Vergara, 1988) escrita hace 35 años por el historiador galés Vincent Cronin, en particular con el décimo capítulo ("Allende las pirámides").
En Francia la idea de invadir Egipto no era novedosa y revivió como una alternativa menos peligrosa a la invasión a Inglaterra, más cerca pero por otra parte mejor protegida por la armada real de fama bien ganada. Con la conquista de Egipto se cortaría el tráfico de Gran Bretaña con la joya de la corona, India, con intención de recuperarla para Francia luego que le fuera despojada en la guerra de los 7 años (1756-63) merced a la astucia del major general Robert Clive.
Esta idea, que ya habia estado circulando en los pasillos del poder desde hacía décadas, cautivó a Napoleón en la campaña en Italia durante los lapsos en que rememoraba la importancia histórica de Egipto para la península: en la época de Roma, como colonia y granero del Imperio; en el medioevo, como fuente de riqueza para el comercio veneciano.
El dictamen favorable de 1777 del entonces ministro de relaciones exteriores De Tott, como el del actual, Talleyrand, dispuso positivamente a Napoleón para pedir la autorización de la campaña al directorio, que al concederle plenos poderes posiblemente buscara apartar a la creciente figura del general corso de la política local.
Entre los propósitos de Napoleón estaba el de remover del poder a los mamelucos, la casta gobernante de Egipto, ubicando en su reemplazo una administración de tipo colonial. Apenas un aspecto de la actitud frente Egipto, la nueva política se completaría con el intercambio entre mundos, donde Francia ocuparía el papel civilizador. Se aprendería sobre la rica y desconocida historia del Nilo, mientras se intentaría por todos los medios "mejorar la suerte de los nativos Egipto", como decía la carta del directorio con las instrucciones de Napoleón, redactada por él mismo. Para lograrlo se pondría a disposición de los egipcios los más modernos conocimientos médicos, científicos y tecnológicos. Ha de tenerse presente que Napoleón se consideraba un hombre de la Ilustración. El atraso de esta primitiva población, la mayor parte de la cual nunca había visto un médico, no era de carácter teológico, como pensarían siglos antes los evangelizadores, sino técnico-científico. Para estudiar la problemática egipcia y devolverle respuestas, llevó consigo un contingente de estudiosos -eruditos, científicos y artistas, entre quienes había naturistas, físicos, cronistas, dibujantes, poetas-, en total 150 civiles, con cuyo aporte trató de borrar la triste imagen de la revolución, cuando Coffinhal guillotinó a Lavoisier en 1794, con la excusa de que "La república no necesita científicos".
Sin disparar un tiro Napoleón conquistó la isla de Malta, a cargo de los caballeros de la orden de San Juan que terminaron cediendo la plaza fuerte ante los sobornos. Llegado a la costa de Egipto, con un rápido desembarco nocturno sorprendió a la guarnición de Alejandría, vencida al cabo de unas horas. Una vez capturada la ciudad, Napoleón liberó inmediatamente a los esclavos e indemnizó a los habitantes cuyas casas habían sufrido daños durante el ataque.
Después de la espectacular victoria en la batalla de las pirámides -monumento de 40 siglos que contemplaba a los soldados franceses, como avivó Napoleón a los suyos en la arenga preliminar-, entró a El Cairo y comprobó en persona la pobreza de la ciudad, a la manera de "ejemplo destacado de los efectos negativos de realeza ausentista y el gobierno de una clase de origen extranjero".
Por fuera de algunas hermosas mezquitas y palacios mamelucos, allí vio que "el Cairo era una gran colección de choazas y mercados que tenían poco que vender, salvo calabazas y dátiles comidos por las moscas, queso de camello y un pan delgado e insípido, parecido a los panqueques secos". Comprendió una vez más que en Egipto estaba para libertar, enseñar, promover. Instalado desde un palacio mameluco, declaró terminado el dominio turco y conformó un gobierno municipal con 9 jeques asesorados por un comisionado francés. Persiguió a los mamelucos en retirada por el Sinai; tras derrotarlos, repartió entre los oficiales los tesoros y joyas que llevaban.
Las malas noticias llegan cuando el almirante Nelson hunde la flota fondeada en la bahía de Abukir, momento a partir del cual, como resultado del hundimiento de 14 de los 17 barcos, queda varado Napoleón con sus 55.000 hombres. Tomó el infortunio con calma, y sabiendo que se quedaría un buen tiempo, investido en carácter de comandante en jefe del ejército de ocupación delineó el nuevo sistema de gobierno: creó un cuerpo consultivo de 189 egipcios prominentes, en la creencia de que dicho órgano "acostumbraría a los egipcios notables a usar las ideas de asamblea y gobierno". En las 14 provincias se crearon divanes de hasta 9 egipcios, siempre asesorados por un civil francés. Tenían por función atender el servicio de policía, los suministros de alimentos y los servicios sanitarios.
La ocupación francesa arrimó al lugar algún grado de desarrollo:
Mediante una serie de decretos Napoleón creó el primer sistema postal regular de Egipto, y un servicio de diligencias entre El Cairo y Alejandría. Instaló las primeras lámparas en El Cairo, separadas por una distancia de diez metros en las calles principales. Comenzó los trabajos de un hospital de 300 camas para los carenciados. Organizó cuatro estaciones de cuarentena para controlar uno de los azotes de Egipto, es decir la peste bubónica. Había llevado consigo un juego de tipos arábigos -requisado a una organización papal, la Propagación de la Fe- y con él produjo los primeros libros impresos de Egipto: no catecismos, sino una explicación de la oftálmica, y manuales acerca del modo de tratar la peste bubónica y la viruela.


Cierto acercamiento del general a la doctrina del Islam tuvo por finalidad crear en los musulmanes el convencimiento de que ambas religiones eran esencialmente compatibles. Se dice que con sinceridad Napoleón atribuía a Alá los éxitos franceses, así como afirmaba ser el hombre enviado por el Todopoderoso para expulsar a los turcos y a sus secuaces los mamelucos. El conato de sincretismo no avanzó mucho más lejos, pues los líderes religiosos se negaron a reconocer a los franceses como auténticos musulmanes si éstos no se sometían a la circuncisión y renunciaban al vino. Un compromiso que dejara contentos a todos era difícil de conciliar, pero medianamente se alcanzó al declarar Napoleón que seguiría protegiendo al Islam, al tiempo que los muftís lo consideraron mensajero de Dios y amigo del Profeta.
Una política de tolerancia religiosa le permitió gobernar pacíficamente el país. Cuando hubo un levantamiento impulsado por fanáticos religiosos, lo sofocó, condenó a muerte a sus jefes y el evento no se reiteró.
Napoleón buscaba ganarse el respeto y simpatía de los lugareños invirtiendo en gestos que lo hicieran ver como un hombre enérgico, disciplinado y meticuloso. En una ocasión algunos soldados franceses robaron dátiles de un huerto privado. No volvió a ocurrir: no fueron azotados ni encerrados, sino avergonzados: Napoleón ordenó que los responsables "Dos veces por día caminarán alrededor del campamento con el uniforme al revés, llevando los dátiles y un cartel con la palabra 'Saqueador'". Daba ante los locales la impresión de preocuparse por la justicia más que los otomanos o los mamelucos.
Entre los trabajos de investigación en diversos campos, el más señero estuvo marcado por el descubrimiento de la jeroglífica Piedra rosetta y su decodificación por el filólogo Champollion, proyecto que, puede decirse, inauguró la disciplina de la egiptología y abrió las puertas a un pasado hasta el momento arcano. Los lugareños se henchían de orgullo al conocer sobre el pasado glorioso de su pueblo.
Para estar aislado en una geografía dura, remota y atrasada, en octubre de 1798 Napoleón podía sentirse satisfecho con la labor realizada en los 4 meses de ocupación. Mientras continuaba gobernando y desarrollando el país, entretenía a la tropa con conciertos, representaciones teatrales y cacerías de avestruces.
Sin embargo, la mística de la incomunicación se rompió a partir de anoticiarse Napoleón de la infidelidad de su esposa en Paris, secreto a voces éste, que por supuesto lo tuvo a él como último enterado.
Mucho más relevantes que la prominencia emergente de la frente del corso a instancia de Josefina y el dandi Hippolyte Charles, eran las novedades militares. El imperio otomano declaró la guerra a Francia y movilizó fuerzas para reconquistar Egipto. Adelantándose, Napoleón interceptó y venció a los otomanos en Palestina. Intentó sin éxito tomar la ciudad portuaria de Acre. Cuando se desató la peste, y al enterarse del embarque en Rodas de otro ejército turco con dirección a Egipto, emprendió el regreso a tiempo para batirlos nuevamente en Abukir, dentro de la porción terrestre de la bahía en que el año anterior había sido diezmada la flota francesa.
Los talentos de Napoleón eran requeridos en Europa, adónde lo forzaron a regresar una serie de reveses militares de Francia en la guerra de la segunda coalición, que además de Gran Bretaña y el imperio otomano, ahora quedaba enfrentada contra Austria y Rusia, mientras Italia y Suiza se salían del control francés. Catorce meses después de pisar Egipto por primera vez, partió para no volver. El ejército francés sufrió derrotas a manos turcas y británicos, y apenas regresó -junto a los enviados civiles- en 1801 vía negociación diplomática.
Egipto siguió su camino semi-independiente liderado por Mehmet Alí, un albanés sobreviviente de Abukir que mantendría lazos favorables con su ex-enemigo Francia y en lo sucesivo se rebelaría en numerosas oportunidades contra el poder otomano.
En el espíritu enciclopedista que movilizó al máximo responsable, quede a modo de conclusión la obra escrita sobre las investigaciones realizadas en Egipto:
Cuando volvieron a Francia, Napoleón nuevamente les otorgó su protección y los puso a trabajar en la compilación de la crónica más suntuosa y detallada de un país extranjero que se hubiera elaborado hasta ese momento: la description de l'Egypte. En diez volúmenes in-folio, bellamente ilustrados, que abordaban todos los temas, de las antigüedades a la zoologia, Napoleón reveló al mundo los descubrimientos realizados por el Institut d'Egypte, y de hecho todo lo que valía la pena saber acerca del pasado y presente de Egipto. Más que las banderas turcas capturadas en el monte Tabor y Abukir, estos libros fueron los trofeos de su campaña egipcia.

13 comentarios:

Marta Salazar dijo...

Marcos! estás como para publicar en
la "Blogósfera de Historia"!

1.000 gracias x la info del guardían! la convertí ya en art., con link a este, tu glorioso blog!

PS: necesitas un buscador para buscar (y encontrar) dentro de tu blog!

muchos sls!

Anónimo dijo...

muy buen trabajo marcos y muy exhaustivo.

como vos señalás, napoleón convirtió un fracaso en una oportunidad y para eso hay que tener visión estratégica, que creo que es lo que le falta al señor bush.

como experto en el tema segunda guerra mundial te pregunto:

¿no hay alguna similitud de objetivos estratégicos entre la campaña de egipto de napoleón y la de hitler a través del afrika korps?

Anónimo dijo...

Hola Marcos:

Buen articulo el tuyo sobre Napoleon.
No me queda claro (no se quien es)la teoria del historiador que citas.

Creo que sobre Irak hay sobre todo mucha desinformacion conducida por la progresia yanqui.
Hay notas que la nueva estrategia del gral Petraeus esta cambiando el curso de la guerra.
Te recomiendo dos articulos que publica el GEES una de R Bajardi y otro de CD May.
Como opinion general creo que los historiadores son eso, y no analistas sobre estrategia o politica.
El otro problema (tambien la progresia mundial)es la imagen que han logrado imponer sobre Bush: un tarado. Yo no creo que esto sea asi> Y ademas Bush no es ni K ni chavez que hacen lo que a ellos se le canta> Bush esta rodeado como Napoleon de muchisima gente de primera.
Un saludo y te felicito
ramon cassino

Anónimo dijo...

Hola de nuevo Marcos:

A lo que dice Hugo, tambien te pregunto: (yo que no un pito)pero...para mi Irak se podria parecer a la entrada de Patton en Africa del Norte, que encontro un ejercito hecho torta, lo reciclo (por decir algo) e invadio Sicilia.
Puede ser?
un saludo
ramon cassino

MarcosKtulu dijo...

Martuli, los "camaradas" no dejan de sorprendernos, o debo decir, ya no sorprenden a nadie?
Lo del buscador, me hago la idea que se use el de blogger en la barra, funciona bastante bien. Para ayudar a chequear el material viejo, hace poco volví a usar los tags.
Hugo, lúcida observación la tuya. Cuando uno revisa los conflictos europeos, que los ha habido en cantidad, ve similitudes en la persecución de objetivos militares. Más allá de que el objetivo genérico de toda guerra es derrotar al enemigo, los medios, los objetivos militares (por contraposición a políticos) y la prioridad asignada a cada uno de ellos es normal que varíe, adaptándose a cada circunstancia. Con todo, cuando se detectan reiteraciones en la elección de los objetivos y hasta en lo resultados, por más miedo que tengan los historiadores a comparar (algo que debe hacerse con mucho cuidado y sólo a efectos didácticos de comprensión), hay que perder el miedo por mencionarlos. Así vemos como los ejércitos pueden chocar varias veces en el mismo lugar, a veces con cientos o miles de años de separación, o incluso en la misma guerra. Por ejemplo el paso de las Termópilas sirvió de escenario a una multitud de batallas en la antigüedad. Aquí no hay ningún misterio: los griegos lo han escogido siempre como punto de defensa frente a las invasiones, de la misma manera que los británicos lo ocuparon provisoriamente en 1941 ante la invasión alemana. Yendo al tema que tratamos aquí, en las proximidades de la bahía de Abukir (a unos kilómetros de Alejandría) se pelearon 3 batallas en 4 años, una de ellas naval. También se recuerda que la campaña en Rusia del ya emperador terminó en desastre como las de Hitler o la de Carlos XII.
Ellos (aquí ya podemos sacarlo a Carlos XII) le pusieron tan poca atención al invierno ruso como al dato de la superioridad naval británica en el mediterraneo, un verdadero mare nostrum (por no decir bañadera) de la royal navy. Hitler fue en auxilio de los italianos cuando Mussolini fracasaba sistemáticamente en los objetivos que le correspondían, a saber: ocupar Grecia, controlar el mediterraneo, ocupar egipto (tan si quiera pudieron retener Libia). Una vez hundida la flota italiana en Tarento, el Eje hubo de pasar penurias para abastecer sus ejércitos en el norte de África.
La meta de ocupar Egipto y tomar el canal de suez con miras a proyectarse sobre la India estaba en Hitler, como lo estuvo en Napoleon, quien durante la ocupación hizo los primeros estudios serios para la construcción de un canal, ambos teniendo la participación activa de Persia como parte integral de sus planes. El plan alemán tenía ademas la meta de acceder a los ricos yacimientos de petroleo de medio oriente (¿quien dijo que esto de invadir paises para apropiarse de su petroleo lo inventaron los norteamericanos?) y penetrar en la también rica URSS desde el cáucaso, en la esperanza de ayudar al grupo sur del ejército en Rusia que tan mal la pasaría. Para ambos Irán y la India quedaron lejos porque primero hacía falta asegurar egipto, para lo cual era menester controlar el mediterráneo, y no pudiendo hacerlo, tuvieron que dedicar los recursos a otros frentes de mayor prioridad. Alemania y Francia siempre han tenido una tradición continental, de ejércitos poderosos, y se han visto severamente limitados en todas las operaciones de ultramar, en especial cuando les tocó enfrentar a Gran Bretaña, de tradición marítima. La diferente postura en la defensa y en la relación con el resto del mundo (la flota defiende a la marina mercante y los intereses del país en el exterior) se ha visto reflejada inclusive en los sistemas políticos. Eso se ve no solo en el entramado institucional de Gran bretaña; también en el de Atenas, Holanda y EEUU. Alemania, Francia, Rusia y España, todos de tradición continental, en el momento de mayor expansión de cada uno, intentaron revertir su minusvalía marina sin lograrlo del todo. Las reformas sí tuvieron éxito en Japón y más recientemente en China. En fin, todo un tema.
Ramón, la idea del autor es que lo que pudo hacer Napoleón en Egipto lo hizo, habida cuenta las limitaciones: aceleró la transición de Egipto hacia la modernidad, les mostró un panorama, apenas un pantallazo. El reemplazo de las estructuras feudales es una labor ardua que corresponde hacer a los propios egipcios. La ayuda sirve, pero la liberación de las cadenas interiores debe realizarla el afectado.
No estoy al tanto de que el nuevo plan se haya traducido en un mejoramiento de la situación a un nivel que poduiéramos llamar "aceptable". Hay mucha desinformación, sí, y mucha politiquería doméstica, también, pero eso no cambia el hecho de que Iraq está lejos de ser "Iraq the model". A fin de no encapsularme en una burbuja (que no va ser la progresista), no me niego a leer qué se dice en Gees o NRO. Sin embargo, no comparto la línea editorial que defiende la invasión y ocupación por tiempo indeterminado de Iraq.
Se habrían evitado muchos dolores de cabeza si hubiesen leído de historia de Iraq y de la región. Y no es los analistas neoconservadores sean totalmente ignorantes en historia, pero por alguna razón prefirieron quedarse con la lección de que lo aplicable a Alemania y Japón, lo era también para Iraq. Tratandose de historia, también podrían haber repasado el rol de EEUU en la región. En este sentido, un historiador como Victor Davis Hanson, a quien tenía alta estima cuando pensaba como él, no es exactamente lo que uno podría decir un "crítico". El 'iraq ya va mejorar, hay que darle tiempo' no es para mí, mucho menos el que se pueda pensar que Iraq está sustancialmente mejor a previo 2003. El problema a mí entender es que el arreglo, en caso de existir, no pasa sólo por una operación militar donde se ponen más tropas. Ahí se diferencia de la operación antorcha donde se puso a un gran general como Patton a cargo de una fuerza decente en contra las desmotivadas tropas coloniales francesas y en persecución de un ejército italogermano en retirada. No me parece que a Iraq se pacifique en la forma en que un general A (llámese Patton) converge con otro general B (llámese Montgomery) en punto geográfico y se acabó. Es mucho más complejo.

hugo dijo...

gracias por tu exhaustiva respuesta marcos, aprendí mucho con ella.

a propósito, te recomiendo la lectura del artículo de página 2 de la nación de hoy "la guerra "buena" que terminó mal"

Anónimo dijo...

Estimado Marcos:

Alguna pequena observacion:

a)quien es este Historiador Richard Bullet?
Leiste algo de el?

b)yo te recomende a la web del GEES (independiente)y no a NRO (gobierno EEUU)
saludos
ramon cassino

MarcosKtulu dijo...

Hugo, la guerra en dos frentes agrega dificultades, y se hace más criticable cuando al menos a una de ellas se entró voluntariamente. La de Afghanistan ha sido llamada también la "forgotten war".
Ramón, no había leído nada de Richard Bulliet, hasta escribí mal su nombre, quizá por un acto fallido. Parece que el tipo enseña en Columbia y se especializa en sociología del islam y temas de medio oriente.
Por NRO me refería a National review. Lo mencioné por añadidura a Gees porque me parece que los analistas en uno y otro lado comparten a grandos rasgos el diagnóstico. Gees traduce además artículos de otros historiadores y analistas en esa línea como Max Boot y Daniel Pipes, que escriben en medios nacionales norteamericanos.

Jorge S. King dijo...

Estimado Marcos, ¡que buen post!.
Si me veo en la necesidad de explicar por que me gusta tu blog, este post sería uno de los ejemplos.
Me llamó la atención el despliegue de datos históricos, es evidente que las fuentes que has usado tienen un buen rigos histórico.
Excelente!
Saludos Santiagueños

Anónimo dijo...

Marcos:

Yo tambien me trague el apellido mal escrito por vos, no tiene importancia,fue.

Si creo que debemos ser muy cuidadosos.Por lo muy poco que busque de este personaje, entiendo que en la practica es un proislam.
Por lo tanto un capitalista que esta en contra de nuestra civilizacion judeo cristiana.

Por esto, ni por asomo puedo tomar en cuenta lo que diga.
Corregi, si me equivoco.
Gracias por tu tiempo
ramon

MarcosKtulu dijo...

Jorge, encantado que te haya gustado. Si algo tiene de atractivo leer sobre esta época es la riqueza de fuentes que por trabajo de los historiadores y quienes revisan archivos nos llega a los aficionados. En ese espíritu enciclopedista todo se anotaba. Napoleon aparte intercambiaba una nutrida correspondencia. Sobre los sentimientos de frustración y bronca que le generararon enterarse de la infidelidad, los británicos fueron los primeros en informarse, cuando Nelson capturó un correo rumbo a Francia y lo hizo publicar en un matutino londinense. Saludos santiagueños!
Ramón, no creo que esté en situación de corregir tus preocupaciones, desde ya respetables. Para ser franco, no me fanatiza la civilización judeo-cristiana, principalmente porque no soy religioso y por el mismo motivo tampoco tomaré muy en serio cuanto de pro-islámico tenga este u otros autores.
De todos modos Bulliet tomó el recaudo de dejar a salvo la existencia de dos posturas en torno al acontecimiento que relatamos. La visión "humanista"/civilizadora, y la colonialista. Claramente Cronin se vuelca por la primera. Desde esa óptica, la empresa fallida de Napoleón al menos sirvió para tirar una semilla, que germinará o no, dependiendo de los egipcios. En cualquier caso, "por lo menos lo intentó". Con lo de Iraq se puede hacer un enfoque parecido: se lo puede ver como una guerra colonial e ilegítima, o se lo puede ver como un costoso intento de hacer algo diferente, que por momento no anduvo, pero tal vez algún dia arroje algún resultado. Si hacemos una lectura romántica de Napoleon, tranquilamente podemos hacerla de Bush. Eso no quita reconocer que donde en lo inmediato hay un fracaso, no se lo puede vender como éxito.

Anónimo dijo...

Buenas,

A mi también me gustaría mostrar mis felicitaciones por el artículo, pero leyendo leyendo, he llegado hasta abajo donde me he encontrado que defendías la posibilidad de dar un aire romántico a la 2ª Guerra del Golfo como la Guerra de Napoleon en Egipto. Con el debido respeto, discrepo. Es posible dar un aire de romaticismo e incluso idealismo a la actuación de Napoleon en Egipto, pero no me parece justo respaldar con este hecho historico una vis diferente de la habitual sobre las intenciones de bush y mis argumentos son los siguientes:

1º El detonante de la guerra en oriente proximo fue un atentado terrorista que sufrió los EEUU y del que Irak y menos Saddam Hussein tuvo responsabilidad alguna ya que el responsable de este (Osama Bin Laden) era aferrimo enemigo suyo debido al carácter laico de su gobierno totalitario.

2º EEUU ya hizo su guerra contra Irak años a cuando este invadió Kuwait, lo que costó a parte de muchas vidas el gobierno de los EEUU al entonces presidente George Bush (padre). Este pais permitió que Saddam Hussein siguiera gobernando Irak a pesar de que por entonces su ejército ya había empleado armas biológicas y quimicas en la guerra (incluso contra ellos). Estas cosas teniendo además en cuenta la forma de hacerse con el poder G.W. Bush (voto por correo, 20 recuentos??? en los estados republicanos como florida gobernado por su hermano?? ejem ejem) denotan una especie de cruzada familiar que más tiene que ver con la venganza que con la diseminación de la libertad por el mundo. (como cuando G.W.Bush se proclamó presidente y lo primerito que hizo fue bombardear Bagdad).

3º En ningún momento G.W.Bush adaptó su ejercito o simplemente disfrazó el rostro capitalista yanki a la cultura autóctona del pais, es más y precisamente todo lo contrario, ha pretendido que el pais se amolde a sus intereses (quizá olvidó quien llegaba de fuera). Tras su ejército de ocupación no avanzaban enciclopedistas ni médicos, avanzaban ingenieros especializados en salvar los pozos de petróleo que el ejército republicano destruia a su paso con el fin de no dar lo que bien sabia que buscaban. No se ha interesado lo más mínimo por los conocimientos que puedan tener sus gentes (a menos que no sean conocimientos sobre la resistencia claro), pero por supuesto tal y como hizo Napoleon, se ha preocupado de reconstruir lo destruido, claro, con su ejercito de empresas occiedentales que por un modico precio reconstruyen lo que haga falta, este procemiento es el saqueo y pillaje de la época moderna, el cual es utilizado para pagar a sus colaboradores quienes por ende no van a ver una gota del preciado oro negro, el bastamente sabido causante de la 2ª Guerra del Golfo (Guerra de Irak).

Estos hechos son conocidos por todo el mundo, y existen muchos otros motivos, por supuesto (armas de destrucción masiva ¿donde?,¿Guerra rapida sin que se note la presencia america?...), para darse cuenta que la vis romántica de esta guerra esta un poco lejos de ser aceptada por mentes algo lúcidas. ¿Quien sabe? quizá dentro de 200 años esto sea posible, y quiza este sea el motivo por el que ahora puede darse este punto de vista a la invasión Napoleónica de Egipto (un puente para cruzar a la India, como quizá lo fue Afganistan para cruzar a Irak).

Jose Arturo dijo...

muy buen trabajo.