A juzgar por los tres precandidatos hoy en boga, el año que viene ocupará la casa blanca un negro (en realidad mulato), una mujer o un halcón republicano. Son tres condiciones atrayentes en sus respectivos electorados, identificados con el candidato que más se les parece. A Obormo lo votan mucho los negros, a Hillary las mujeres y a McCain lo prefieren los partidarios de la guerra de Iraq (para los que decían que la mejoría en Iraq lo descartaba como tema determinante de la agenda electoral). No se los vota o deja de votar únicamente por las cualidades de género, raza o por una abierta posición belicista; otras consideraciones entran en juego, sin que desaparezcan los rasgos iniciales.
¿Se podría conseguir un supercandidato que tenga todos los rasgos, y estén asimismo mejorados?. No se ha podido conseguir el supercandidato, pero por un momento los republicanos creyeron tenerlo en la figura de Condolezza Rice, hasta que rechazó la postulación para cargos electos, primero para presidente, y hace unos días para vicepresente.
En cuanto a marketting, Condolezza se aproximaba a la candidata ideal. A diferencia de Obormo, es negra pura y nadie sospecharía, con o sin razones, de un pasado islámico. Es más joven que Hillary (y por supuesto McCain), tiene carrera, peso y nombre propios desligados del apellido de un marido, aunque si tuviera marido e hijos desconocidos ayudarían: es soltera como sólo recuerda antecedente Grover Cleveland, casado una vez asumido el cargo; también a diferencia de Hillary, es imposible hacerse de ella la idea de alguien que comulga con el filocomunismo. Más bien todo lo contrario. Frente a McCain, Condi no es menos partidaria de la guerra de Iraq y además, como ex-secretaria de estado, sería proclive a conducir una política exterior que evalúe seriamente las opciones diplomáticas, en vez de dejar todo librado al recurso de la guerra, sin perjuicio de seguir siendo halcona. Hasta es más conservadora en materia social y económica.
Con bastante seguridad el próximo presidente será senador y acabará con el conjuro de quienes se postulan desde ese puesto legislativo. A Condi tampoco la habría favorecido la estadística reciente, cuando por reciente hay que entender una maldición que lleva más de... 150 años. El último presidente ex-secretario de estado fue el poco memorable James Buchanan en 1857. Su presidencia terminó mal, y el país peor, al borde de la guerra civil. Anteriormente habían sido más venturosos los tiempos para los secretarios de estado. De los 8 primeros presidentes, abarcando todo el período de 1789 hasta 1841, 5 ocuparon en el pasado el cargo de secretario de estado. Mirándolo desde la perspectiva de los secretarios de estado, de los 10 primeros (1789-1831), 5 luego serían presidentes.
¿Qué ha pasado con la proyección de los secretarios de estado hacia la política electoral de medios masivos? Aventuro una respuesta. El cargo se ha tecnificado. Se han creado otros ministerios. En el gabinete el secretario es sólo un asesor del presidente, pero nadie duda que la influencia del departamento de estado en el mundo ha crecido en comparación con los tiempos en que EEUU no era primera potencia. En el mundo se recuerda a Kissinger, o aquí también al breve Alexander Haig, o a Colin Powell. En la política electoral interna el nombre de los secretarios de estado no convoca. Eran más elegibles mientras había dedocracia, votaban pocos, no había medios masivos, etc. Mas por otra parte, ¿Quién habría designado secretario de esado o elegido presidente a una persona con los caracteres de Condolezza hace 200 años?.
martes, febrero 26, 2008
La maldición de los secretarios de estado
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3 comentarios:
Además ella tiene un perfil demasiado reservado para ser convocante. No sé, me da la impresión de ser una funcionaria un tanto hermética. No me la imagino desempeñando esas prostituciones proselitistas tipo bailar, animar a la gente, decir frases ingeniosas todo el tiempo, transmitir una emoción identificante, etc.
excelente investigación marcos.
sobre la no postulación de miss rice -eximia ejecutante de brahms al piano, y cuyo nombre mismo es una deformación musical, parece que en el registro civil, de "con dolcezza", que su padre encontró en una partitura si mal no recuerdo del barbero de sevilla- creo que es porque sabe de antemano que no ganaría, entonces para que quemarse ahora.
los políticos norteamericanos, a diferencia de los vernáculos, siempre dispuestos a candidatearse a lo que sea cada dos años, saben esperar su oportunidad: mirá a hillary clinton, pefirió que kerry fuera al frente cuando advirtió que la guerra en irak era hace cuatro años atrás un factor aglutinante.
al mismo tiempo teddy kennedy supo que despues de chappaquidick NUNCA MAS podría aspirar a la presidencia, ni aún llamándose kennedy, y por eso nunca lo intentó.-
Muy cierto Claudio, a Condi le falta el carisma (o charme) de Obormo. Por eso reitero que Condi era más para la época donde la mayoría del pueblo jamás veía, oía ni leía al presidente, si es que si quiera lo votaba.
Ber-Hugo carámbula, es así, tiene mucho nivel, toca el piano, habla 5 idiomas, tiene trabajos publicados y viene escalando pacientemente el cusus honorum desde antes de la caída de la URSS. No va a echar todo por borda en un ataque de fatuidad (la gran Kerry). Gane quien gane en noviembre, por ahí en 4 años los norteamericanos vuelven corriendo en busca de un conservador...
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