Opina sobre todo, por ejemplo la guerra de Crimea.
But then comes the question, Will the destruction of Sebastopol give security to the Turks? The Turkish Empire will only be safe when its internal condition is secure, and you are not securing the internal condition of Turkey while you are at war; on the contrary, I believe you are now doing more to demoralise the Turks and destroy their Government than you could possibly have done in time of peace. If you wish to secure Turkey, you must reform its Government, purify its administration, unite its people, and draw out its resources; and then it will not present the spectacle of misery and poverty that it does now.O sobre el estado de las finanzas de la India, la supuesta joya de la Corona.
Now, if I could treat this question as many persons do; if I could believe that the East India Company is a reality; if I believed that they could transfer India to the management of some other body, and that England would be no more responsible; that we could have the trade of India, and be under no obligations in reference either to its good government or its future financial state, I should not be the person to come forward and seek a disturbance of that arrangement. Other people may not share in my opinion; but I am under the impression that, so far as the future is concerned, we cannot leave a more perilous possession to our children than that which we shall leave them in the constantly-increasing territory of India. The English race can never become indigenous in India; we must govern it, if we govern it at all, by means of a succession of transient visits; and I do not think it is for the interest of the English people, any more than of the people of India, that we should govern permanently 100,000,000 people, 12,000 miles off. I see no benefit which can arise to the mass of the English people from their connection with India, except that which may arise from honest trade; I do not see how the millions of this country are to share in the patronage of India, or to derive any advantage from it, except through the medium of trade; and therefore, I say emphatically, that if you can show me that the East India Company is the reality which many persons suppose it to be, I shall not be the party to wish to withdraw their responsible trust and to place it again in the hands of a Minister of the British Crown. But when I see that this vast territory is now being governed under a fiction, that the Government is not a real one, but one which one of the most able and faithful servants of the Company has declared to be a sham, I say, 'Do not let the people of this country delude themselves with the idea that they can escape the responsibility by putting the Government behind a screen.' I wish therefore to look this question fairly in the face; I wish to bring the people of this country face to face with the difficulties and dangers with which I think it is beset. Let it no longer be thought that a few gentlemen meeting in Leadenhall-street can screen the people of England from the responsibility with which they have invested themselves with regard to India. Since the granting of the last Charter, more territory has been gained by conquest than within any similar period before, and the acquisition of territory has been constantly accompanied with a proportionate increase of debt. We have annexed Sattara, and our own blue-books prove that it is governed at a loss; we have annexed Scinde, and our own books prove that it, too, is governed at a loss; we have annexed Pegu, and our own authorities said that this annexation also will involve a loss. All these losses must press on the more fertile provinces of Bengal, which are constantly being drained of their resources to make good the deficit. Let me not be told, by-and-by, that the annexation of Pegu and Burmah will be beneficial. What said Lord Dalhousie? He said in his despatch—and the declaration should not be forgotten—that he looked upon the annexation of Pegu as an evil second only to that of war itself; and if we should be obliged to annex Burmah, then farewell to all prospect of amelioration in Indian affairs. Well, then, believing that if this fiction be destroyed—if this mystery be exterminated—the germ of a better state of things in reference to this question will begin to grow; and believing that as yet we are profoundly ignorant of what was wanted for India, I shall vote for the Amendment, that we should wait for two years; and I hope sincerely that the House will agree to it.
Es irónico, el planteo Cobden tenía razón en el cortísimo y en el larguísimo plazo. Explico: en el cortísimo, porque es cierto que los ciudadanos británicos estaban soportando las pérdidas de la colonia deficitaria. En el larguísimo, por que hoy no se puede dudar que no son sino los indios quienes deben administrar su país y finanzas. Es en el mediano-largo plazo donde Cobden hubiera hecho un flaco favor al Imperio si se desprendía de la India, si consideramos que los recursos de la colonia le dieron una bocanada de aire fresco a la metrópoli en los momentos de mayor asfixia de la primera y segunda guerra mundial.
3 comentarios:
1.la visión de cobden marcos coincide con la de muchos contemporánesos que llamaban durante el siglo XIX al imperio otomano "el hombre enfermo"
2.la india e irlanda fueron los grandes temas que dividieron la política inglesa del siglo 19 entre conservadores y liberales. a tu observación sobre la importancia de la india para inglaterra en la primera y segunda guerra mundial, cabría tambien preguntarse si una inglaterra menos imperial a lo gladstone, ¿no habría, tal vez, evitado la primera guerra mundial? la reina victoria adoraba a disraeli por su encanto personal (le llevaba ramitos de flores) y mucho más después que la hizo emperatriz de la india. al pobre gladstone lo llamaba "ese hombre" y nunca lo invitaba a sentarse en sus entrevistas con ella cuando era primer ministro...
3. la obra más importante de cobden fue lograr la abolición de las leyes de granos, tarea facilitada sin duda por la reforma electoral de 1832 que llevaron adelante el primer ministro charles 2o conde grey ( el del te) y lord john russell, ambos whigs. cobden era de manchester,-la principoal ciudad industrial del mundo ene sa época- donde tenía una empresa exitosa, que dejó en manos de su hermano para dedicarse completamente a la política. siempre tuve dudas si en realidad la apertura librecambista, que obviamente bajó el precio de los alimentos, no estuvo basada en consideraciones manchesterianas acerca de la productividad y de la baja de salarios a la que llevaría una baja en el precio de los alimentos. me baso para ello en la visión que de manchester tenía un contemporáneo de cobden, tocqueville, que así la describía en su libro "viajes a inglaterra e irlanda":
"desde este asqueroso denaje la más grande corriente de la industria humana fluye para fertilizar al mundo entero. desde esta asquerosa alcantarilla fluye oro puro. aquí la humanidad logra su más completo desarrollo y su mayor brutalidad; aquí la civilización trabaja sus milagros, y el hombre civilizado es convertido casi en un salvaje"
ber-Hugo, como siempre, inhumano lo que sabés. Me siento tentado de escribir posts que nada más sirvan de disparador de tus enjundiosos y formados comentarios. Tendría que copiar tu texto dentro del post principal, y el post principal ponerlo como comentario.
En el siglo XIX Gran Bretaña fue uno de los países que supo ver en el hombre enfermo la oportunidad de hacer negocios y afianzar intereses nacionales, por eso que si se puede hablar de depredación, no es una que apunte a destruir la fuente, consecuencia que sí venia aparejada con el paneslavismo en general y la pujanza rusa. Fijate que la Austria de Metternich, pese a conformar la santa alianza y tratarse Turqúia de su enemigo tradicional, no apoyó la independencia griega. Un poco para no quedar "offside" frente a sus propios nacionalismos regionales (como lo sería hoy España con el reconocimiento de Kosorno), un poco para parar a Rusia. No obstante, no se atrevió a ir a la guerra con Rusia por Crimea.
Hasta la primera guerra mundial, las mayores potencias eran Gran bretaña y la Rusia zarista, y como suele pasar, competían. Los britanos acuñaron la expresión "el gran juego" (Peter Hopkirk la usó de título para su taquillero libro) consistente en la carrera hacia el centro de Asia. Mientras Gran bretaña jugara ese juego con su archirival no iba a largar la India, ni otros territorios en los que aun con el acercamiento a Rusia tras la desaparición de Bismark y la amistad también con Francia, se los reprimió como narra Churchill en su juventud. E Irlanda seguía en la agenda de discusión, pero no mucho más.
Por ahí leí que otros también tenían esa sospecha con respecto a Cobden. Lo veo difícil, no conozco lobbistas tan sacrificados, que en su trajinar rehusen percibir alguno de los beneficios que tanto propugnan. Pero si así fuera, no veo inconveniente en que al bajar los precios de los alimentos, disminuyan nominalmente los salarios, siempre que se mantengan constantes los salarios reales. Tampoco es inevitable que la caída de los precios de los alimentos y el aumento de la productividad lleven a la disminución del salario; por el contrario, el aumento en la productividad tiende a elevar los salarios, y la baja en los precios da mayor capacidad de compra.
Muy buena la cita de Cobden, bien manchesteriana.
hay un famoso cuento en historia económica, de esa época de manchester marcos:
un reformador social va por la calle y se encuentra con un poderoso industrial, le recrimina entonces -en línea con tocqueville-las catástrofes sociales de la ciudad tan bien descriptas en los libros de dickens (trabajo inhumano de mujeres y niños, por ejemplo), el hombre de negocios lo deja terminar y le responde: sin embargo es un buen lugar para hacer negocios, have a nice day sir...
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